Espíritu Vengador

Crónica 21: Víspera

Astaroth caminaba por su castillo. Recorría los pasillos a paso lento, mirada tranquila y una sonrisa a medias. Tras unos minutos, llegó hasta su trono y tomó asiento. Su fiel sirviente y mano derecha se acercó, siendo un evidente manejo de nervios.

- M-Mi Lord... -tartamudeó- T-Tengo noticias.

Con un ademán, el emperador le indicó que hablara.

- D-De acuerdo a la información que tenemos, usted estaba en lo correcto. El hogar del Rey emergió en el mundo humano, en el centro de la ciudad denominada Nueva York -aclaró su voz antes de continuar-.Mephisto ha abandonado su trono en el Infierno, mientras que Johnny Blaze cayó en nuestros dominios y reclamó el trono para sí mismo... -deteniéndose por un momento, sus nervios volvieron, tragando saliva antes de preguntar- ¿U-Usted tomar represalias, Mi Lord?

- ¿Represalias? ¿Para qué? ¿Para el trono de Mephisto? -aclaró Astaroth, con un tono peligroso que produjo que su mano derecha se encogiera en su lugar- ¿Para qué querría un reinado inferior al que tengo? -preguntó esta vez, desinteresado.

Ekom dudó antes de siquiera responder, pero optó por guardar silencio a generar su posible muerte por curiosidad y atrevimiento.

- ¿Vengeance ha logrado cumplir la orden que le di? -la pregunta de su amo le hizo responder rápido.

- S-Sí, por supuesto, Mi Lord -afirmó-.Si...S-Si me permite la gran osadía de preguntar, ¿era necesario que Vengeance fuera la carnada? E-Es decir, n-no me malinterprete, l-la forma en la que usted lo esclavizó con magia fue sin duda fue excepcional, p-pero...

Antes de que continuara, el emperador alzó su mano, diciéndole que detuviera su hablar. A continuación, se levantó de su demoníaco trono, parándose delante de su sirviente. Posicionó sus manos en sus mejillas, estableciendo contacto visual. Una sonrisa maliciosa adornó su rostro.

- No te has enterado de algunos sucesos, Ekom, y por eso te preguntas acerca de mis acciones, y eso lo comprendo. La falta de información es algo...Desesperante, ¿verdad? -a medida que hablaba, apretaba con fuerza la cabeza de su mano derecha, a lo que este abrió sus ojos como platos enseñando su desconcierto y desesperación-. Me has servido bien, Ekom. Has cumplido mis órdenes durante un largo tiempo, has permanecido a mi lado en las ocasiones más difíciles; y por eso, desde el fondo de mi corazón, aprecio y agradezco tu lealtad hacia mí.

Las manos de Astaroth se clavaron con fuerza en su cráneo, haciéndolo gritar de dolor y que por reflejo, apresara los brazos de su amo con sus débiles y huesudos dedos.

- Gracias por tus servicios, Ekom.

Eso fue lo último que el demonio escuchó antes de que su cabeza fuera aplastada por las garras de la persona a quien había servido durante siglos.

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Mucho tiempo después.

Ubicación: Infierno