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Al llegar finalmente al hotel, Jimin se sentía relajado y al mismo tiempo emocionado, sin contar claro, el pequeño percance del Alfa del aeropuerto, quien lo había dejado con el corazón palpitante de emoción y las mejillas rojas. Lo primero que tuvo que hacer una vez dentro de su habitación — además de descansar —, fue localizar al señor Choi Jae Hyun, quien había sido un gran amigo de su abuelo por muchos años, y quien esperaba podría ayudarlo diciéndole por dónde empezar a buscar el ultimo objeto del mapa del tesoro que su abuelo en su testamento le había dejado, objeto que al parecer era un libro con detalles específicos que él debía de seguir. Quizás, para cualquiera, todo aquello podría parecerle una completa locura, además de infantil, pero para Jimin — que había sido criado por un alfa jefe — era la mejor forma de honrar la memoria de su adorado abuelo.

Marcando el teléfono que estaba en la agenda que llevaba en la mochila, cruzó los dedos para que fuera el correcto, entonces esperó el sonido característico del teléfono al ser descolgado de la línea y repasó mentalmente todo lo que diría.

— Casa de la familia Choi, buen día — dijo una voz femenina en coreano.

— Hola, me llamó Park Jimin... — respondió en coreano también — podría comunicarme con el señor Choi Jae Hyun, soy el nieto de Park Joo Hyun — dijo esperando que aquella información le fuera suficiente como para que pudieran comunicarlo con el señor Choi.

— Espere un momento, por favor...

Después de hablar con el señor Choi, quien amablemente lo invitó a su casa para poder hablar con él con mayor comodidad y detenimiento, Jimin decidió desempacar las pocas pertenencias con las que había viajado, deteniéndose momentáneamente a observar la única fotografía que tenia de su abuelo junto a sus padres y de él siendo apenas un cachorro, besó el cristal del marco y la acomodó en la mesita de noche junto a la cama. Después, simplemente ordenó algo de servicio a la habitación y se dispuso a descansar para recibir el siguiente día en aquella aventura.




* * *




La casa del señor Choi se encontraba en Yongsan Gu, una localidad muy cerca de Seúl, y por la cual Jimin solo tuvo que tomar un taxi para que este lo llevara a la dirección que le habían indicado con anterioridad. Al recibirlo, el señor Choi muy emocionado le dijo que lamentaba profundamente la muerte de su abuelo y que, si estaba en sus manos ayudarlo, haría lo que fuera para lograrlo. En cuanto estuvieron más entrados en platica, Jimin le hizo mención del tan mencionado libro que su abuelo le había dejado en herencia al fallecer, así que el señor Choi le dijo que solo podría estar en un solo lugar, la universidad de Hanyang.

Al día siguiente, Jimin se dirigió hacia la universidad con las indicaciones que el señor Choi amablemente le había explicado, estaba algo nervioso porque ni siquiera sabía que era lo que se iba a encontrar, pero de lo que, si estaba seguro, era de lo bien que estaba funcionando el método de su abuelo para mantenerlo ocupado para que no pensara demasiado en que ya no tenía ningún familiar en cual refugiarse, al menos consanguíneamente. Al omega un fatal accidente le había arrebatado a sus padres, cuando Jimin apenas era un cachorro de 4 años, por supuesto quien lo vio crecer y quien se hizo cargo de él, enseñándole todo cuanto sabía había sido su abuelo; razón por la cual, cuando este también falleció Jimin quedó totalmente devastado, sin embargo, el único consuelo que le quedaba era seguir con su vida, así como la voluntad de aquel Alfa en jefe que él llamaba tiernamente como Baba.

Adore You [Yoonmin/omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora