Brincando charcos [ShikaTema]

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Summary: Las gotas de lluvia azotaban con furia sobre la aldea de la hoja. Pero eso no era un impedimento para que Temari cumpliera con su objetivo.

Espero que puedan ayudarme dándole like a mi página de Facebook EAUchiha-Fanfiction y a mi Facebook personal Anne Kristina Rodriguez (en mi perfil está el enlace directo a ambos perfiles) desde allí estaré pendiente de ustedes y publicaré sobre mis próximas actualizaciones.

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Brincando charcos.

Las gotas de lluvia azotaban con furia sobre la aldea de la hoja. Pero eso no era un impedimento para que ella cumpliera con su objetivo.

Temari sonrió burlona, su esposo era un vago sin remedio. Esa mañana, antes de irse a su trabajo en la oficina del Hokage, ella le advirtió del mal clima y le recordó muchas veces que no olvidara su almuerzo por nada del mundo. Sin embargo, él hizo caso omiso a sus sugerencias y olvidó ambas cosas en casa. Y conociéndolo, como lo conocía, él no se regresaría a casa para buscarlas. Probablemente el Nara esperaría la hora de regresar a casa para recién comer algo y también caminaría bajo la lluvia. Todo eso porque no le dio la gana de seguir las instrucciones de su problemática mujer.

—Shikadai, nos vamos— llamó a su pequeño hijo de tan solo cuatro años, en cuanto hubo terminado de guardar el almuerzo en su bolsa y un paraguas extra para su esposo.

El niño acató su llamado con rapidez, ella sonrió al verlo venir. Era tan idéntico a su padre, a veces le molestaba que no se comportara como un niño normal de su edad. Él era demasiado listo para esa cosas. «Herencia de familia» pensó con una sonrisa.

Le puso un impermeable amarillo y le calzó una botas de lluvia. Ella también se calzó unas y salieron de casa, siendo azotados por una fuerte ráfaga de viento.

Su humor era especialmente bueno ese día, a pesar del mal tiempo. Incluso, podría asegurar que no le reclamaría a su esposo por su descuido. No, eso era una mentira. Sí se lo echaría en cara, pero solo se burlaría de él hasta el cansancio.

Shikadai caminaba unos pasos más adelante de ella, brincando charcos de aquí para allá.

—Mamá, mira— dijo fascinado, agachándose frente a un caracol.

Temari se detuvo junto a él y sonrió enternecida por la fascinación de su hijo por la pequeña criatura. Sí, a pesar de su intelecto, Shikadai seguía siendo un niño.

—Andando, debemos ir con tu padre— ordenó.

—Sí— respondió de mala gana.

Se sorprendió al ver a su esposo, esperando por ellos en la entrada a la torre del Hokage.

—Yo... ¿lo siento?— dijo rascándose la nuca con nerviosismo, anticipándose a los gritos de la princesa de Suna.

La mujer problemática que terminó convirtiendo en su esposa.

—Sabía qué lo dirías— comentó la rubia, golpeándolo "suavemente" en el hombro. Shikamaru rio nervioso, ese golpe había sido más fuerte de lo que ella quiso aparentar —. Deberías estar agradecido, vinimos a verte— le codeó las costillas, esbozando una sonrisa cínica.

—¿Agradecerlo?— inquirió divertido —Lo estoy— afirmó rodeando la cintura de la rubia con sus brazos, pegándola a su cuerpo —, es un placer para mí que mi problemática familia venga a salvarme el trasero en un largo día de trabajo— le susurró al oído.

E-está bien— tartamudeó sonrojada.

Nunca se terminaría de acostumbrar a los repentinos gestos amorosos del Nara. Él sonrió ante el cambio de actitud de la rubia y se aventuró a robarle un beso en los labios.

Un suave chapoteo los hizo separarse lentamente, se sonrieron mutuamente y desviaron su mirada hacia donde provenía el sonido.

Ajeno a todo, brincando charcos, estaba aquella pequeña bola de alegría que les robó el corazón desde el primer momento en el que abrió sus preciosos ojos verdes.

Fin.

Lovers [Multiships Naruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora