El pasado no existe

Progreso

Voy de flor en flor, busco felicidad y no se si obtenerla de un lugar en fijo o si están en otro sitio. Salir de la zona de confort es algo que siempre me ha faltado para conocer cosas nuevas, pero sin embargo me es difícil. Hay una gran barrera de sentimientos y recuerdos que me divide con el exterior, me es imposible escapar, es como una cárcel que me agudiza los sentidos al grado de explotarlos, muero por salir y conocer lo que no conocí antes, aunque este no sea el mejor momento y yo esté consciente de ello. Es preferible ignorarlo pero no puedo, ¿como se ignora algo así? Si me tiene la mente encerrada. Doy vueltas y vueltas pero estoy en el mismo lugar, no me he movido ni un solo centímetro. Es imposible, duele, la soledad duele, y no me gusta la interacción con cualquier cuerpo sin vida, la vida esta llena de hipocresía, pero yo soy arte. No me merezco estar aquí. Deseo aceptación, creo que todos lo deseamos, pero me siento una persona escéptica ya que no la quiero de cualquiera, me gustaría que esto fuera más fácil. Tantas cualidades que se me caen y pudren entre los cadáveres de alguna vez fueron aquellos dichosos de ser llamados mis amigos. ¿Quién los necesita? No son necesarios para garantizarme el éxito, sin embargo son necesarios para garantizar mi felicidad. Estoy segura de ello. Aún y cuando los que me rodean me han dicho que no.

Que lindos los pájaros de luz, que hermosas las rosas de la primavera, ¡no! No verano, el verano es ardor, la primavera son risas y mejillas rosadas. No está bien el clima en verano, es caliente, abrasador, no lo siento llenándome de luz, ¿qué creen que soy? ¿Un panel solar? ¿Por qué no brillo? El sol no me trata igual, me quema las alas, el sol brilla pero a mi me quema, incluso puedo llegar a sentir el averno oscuro del neblinoso abismo de la demencia. ¿Es esto el sol? ¿Puede ser tan cruel? No vale la pena intentar recordar lo que vale o lo que no entiendo. Yo solo puedo volar, las personas me ven, resurgir y vivir llena de luz, un ave al final del día, pero ¿qué es lo que pienso realmente? ¿Creen que por ser una fulgurante ave que vuela en su majestuosidad mis pensamientos son igual de bellos? Pues no lo son. Me siento podrir por dentro. ¡Que gran contraste! ¿No? Me encanta, como algo tan bello se puede tornar en algo repugnante. Obviamente no es eso lo más hermoso de la escena, lo más preciado es qué tal cual caí, puedo levantarme; el secreto de la vida. Arrodíllense todos, lo acabo de descubrir.