"Wake.. from your sleep , the drying of your tears
Today we escape, we escape"
El cuerpo del omega cubierto de semen seco yacía inmóvil en un charco de su propia sangre. A su lado, se observaban los restos de las gruesas cuerdas, que habían impedido su escape de aquella bestia que dormitaba en el espacio más alejado de la habitación. Cansado y saciado de haberlo utilizado para satisfacer sus deseos carnales originados por el periodo de celo, que conducía a la criatura a un estado de completa locura, caracterizado por impulsos violentos e incontrolables que ponían en peligro a cualquier ser vivo que se encontrara cerca suyo en el preciso momento en que este detectaba la presencia de un omega.
El animal tenía un gusto especial por omegas que no estaban apareados ni embarazados, no toleraba copular con aquellos que ya habían sido marcados por alguien que no fuera él, al igual que los llevaban dentro suyo una nueva vida que no compartía su sangre. Prefería asesinarlos y destrozarlos, ya que no los consideraba lo suficientemente dignos.
Ese fue un conocimiento empírico que fue obtenido por los humanos al verlo destrozar con brutalidad a una de las omegas que habían secuestrado el año pasado. Dicha mujer, portaba en su blanquecino cuello una cicatriz de una mordedura como prueba evidente de que ella pertenecía en cuerpo y alma a otro hombre.
El cadáver quedó irreconocible. Solo era una masa de músculos desgarrados y huesos triturados. El único vestigio que pudo demostrar que aquella cosa sin forma definida era una persona, fue un sencillo collar de fantasía que aún conservaban las iniciales de los nombres de una pareja singular que se complementaba en cada aspecto de sus lamentables vidas.
El limitado raciocinio del iracundo animal, profesaba que solo su compañero destinado era apto para recibir su semilla y procrear a sus cachorros. El resto de los cuerpos calientes que le fue proporcionado por sus captores, solo eran herramientas para mitigar su hambre voraz hasta que finalmente llegue el día que encuentre a su alma gemela y pueda culminar con la soledad que consumía su alma progresivamente.
Su instinto dictaba que cualquier ser era una amenaza para su principal propósito en este mundo, el cual, era preservar su especie mediante el acoplamiento con una criatura de su misma naturaleza, asegurando un linaje puro que era más apto para la supervivencia, a comparación de sus congéneres que habían osado contaminar y condenar a su descendencia al haberse involucrado con los despreciables seres humanos.
Aquellos que eran los únicos responsables de la extinción de su especie, dichas criaturas guiadas por su codicia masacraron manadas enteras sin parpadear ni mostrar un ápice de remordimiento por sus crueles acciones hacia criaturas inocentes que se mantenían escondidas y aisladas de la humanidad, conocedoras del peligro que representaban para su existencia.
Sus verdugos no se limitaban a asesinarlos y torturarlos de formas indescriptibles, empleando sus conocimientos sobre elementos químicos, como la plata y hierbas que resultaban mortales para los licántropos. Modificaban instrumentos de tortura que pertenecían a la Edad Media, concretamente al periodo oscuro que vivió la humanidad bajo el dominio de la Santa Inquisición.
Estos objetos causaban daños irreparables en sus cuerpos, manteniéndolos en una agonía interminable hasta que los humanos, aburridos de sus lamentos, decidían terminar con su sufrimiento mediante un disparo certero en la cabeza con una bala de plata. Habían derrotado fácilmente al resto de licántropos cuando asesinaron al alfa de la manada de múltiples disparos, debilitando al ejército contrario, que se vio desprovisto de esperanza al ver caer al miembro más fuerte de su manada.
Después de terminar con los licántropos de mayor jerarquía, como alfas y betas que habían perecido en la primera línea de batalla, entregando sus vidas con el único fin de retrasar a los invasores, para que los eslabones más débiles que incluían a los omegas embarazados, ancianos y niños pudieran escapar de dicho infierno y ponerse a salvo lejos del lecho de muerte de sus seres queridos.
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Despreciable[Chanbaek]
FanfictionDespreciable. Adj. Que no es digno de aprecio o estimación o que moralmente merece ser despreciado. Despreciable. Era la palabra que Byun Baekhyun repetía constantemente al observar su reflejo en el viejo espejo que se encontraba en el cuarto donde...