Despreciable[Chanbaek]

IV- Angustiado

"I want to drive you through the night, down the hills

I'm gonna tell you something you don't want to hear

 I'm gonna show you where it's dark, but have no fear"

Lo primero que Jaebum observó al ingresar a la oficina, fue el rostro serio de su jefe, quien se encontraba golpeando los dedos sobre el escritorio mientras revisaba unos documentos y lo que parecía ser una carta. El oficial Song se percató de su presencia en el momento que Minho carraspeo exageradamente. Y en cuestión de segundos, su rostro adquirió una expresión amistosa, de tal manera que tuvo dudas acerca de lo que vio cuando había ingresado acompañado de Minho.

—Jaebum, ¿cómo están las cosas en casa? ¿La cirugía de la señora Jung salió bien? —preguntó Song con un tono que transmitía verdadera preocupación. El hombre realmente parecía interesado en la salud de "su abuela".

Fue difícil idear una respuesta acerca de una persona que nunca conoció y que había fallecido antes de su nacimiento. Pero no había tenido una mejor excusa para ablandar el corazón de su jefe, este se había sentido conmovido con su relato sobre su frágil abuela que tuvo un inesperado accidente que le provocó una hernia umbilical y que no tenía ningún familiar cercano que velara por ella, ya que su madre se encontraba lejos de la ciudad y le tomaría días llegar al pueblo donde vivía su abuela. Lo único cierto de su relato, fue que su madre se encontraba en un pueblo lejano, concretamente en una aldea escondida entre las montañas para evitar el ingreso de humanos intrusos que detestaban a su especie.

—El doctor dijo que la cirugía fue un éxito y que sería cuestión de semanas para que mi abuela se recupere completamente. Además, me siento tranquilo ya que mi madre se encuentra cuidando de ella y está agradecida con usted por permitirme ausentarme estos dos días para poder atenderla. —respondió mecánicamente, no pasando por alto el suspiro de alivio que emitió su superior.

Una pequeña parte de él sentía algo de remordimiento por jugar con las emociones de un hombre tan noble como lo era Song, pero el bienestar de Byun se encontraba por encima de cualquier pensamiento relacionado con su trato hacia los humanos. Minho lo observaba con una expresión burlona a espaldas de su jefe, ya que sabía que su abuela ya no existía en este mundo y que su madre nunca dejaría la comodidad de su manada para aventurarse en una aldea humana.

—Me alegra mucho oírte decir eso. La próxima vez que visites a tu abuela y madre, diles que fue un gusto ayudarlas. —dijo Song mirándolo con cariño, mientras Jaebum se limitó a asentir para hacerle saber que lo haría. No era ajeno al afecto que el oficial le profesaba, sabía que este lo consideraba parte de su familia como el sobrino que nunca tuvo, él mismo se lo había contado el día que lo felicito luego de haber culminado con éxito su entrenamiento y ser delegado a su sede.

—Siéntense, muchachos. —les ordenó mientras le daba un sorbo a la taza de café humeante que se encontraba en su escritorio. Ambos tomaron asiento inmediatamente para escuchar qué era lo que les tenía que decir. El ambiente se tornó sombrío al momento en que la expresión que anteriormente había visualizado retorno al rostro del oficial. Aquello presagiaba que la situación no sería favorecedora para ellos.

—Recibí una notificación acerca de un extraño suceso que tiene lugar en el condado de Hamyang —mencionó el oficial Song, evocando toda la información que había sido proporcionada por su familiar y los registros irregulares que había adquirido—. Hombres y mujeres jóvenes desaparecen sin dejar rastro alguno desde el noviembre del año anterior. Todas las desapariciones siguen un mismo patrón, cada tres meses sujetos desconocidos recorren distintos pueblos y secuestran a los jóvenes durante el transcurso de la noche. Se desconoce el paradero de sus víctimas, pero los testigos coinciden en que estas ya no se encuentran con vida. —informó sintiendo la expectación de sus subordinados por el resto de información que tenía que proporcionarles.