Cabaña del misterio

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Sheila: Déjame ver- Contemple toda la tienda de arriba a abajo. Estaba llena de musgo pero se podía ver claramente que tenía vitrinas con armas.-

Nolan: Hay que poner las cintas cuanto antes.- La sacó, sin apartar la vista de aquel panorama.-

Sheila: Yo sacaré fotos.-

Cuando terminamos de hacer nuestro trabajo nos quedamos callados. Entré una vez más a la tienda para observarla más de cerca.

Sheila: Hay una vitrina rota.- Pise trozos de cristal que retumbaron por todo el lugar

Nolan: ¿Han robado un arma?-

Sheila: Es lo más probable-

Nolan: Será mejor que nos vayamos.- Me agarró y se sacó.-

Sheila: Yo puedo ir sola.- Le empujé.

Volvimos a la comisaría mostrándoles a todos los policías que estaban allí las imágenes y contándoles lo sucedido.

Thomas: Habéis hecho un buen trabajo, por hoy ya está bien. Iremos a la zona para explorar con nuestro equipo.-

Sheila: Vale, suerte.-

Nolan: Conejita No fuiste borde.- Sonreí, y el también.- Yo diría una bruja aguafiestas.

Sheila: No sé porqué te he pedido perdón.- Me crucé de brazos para que se notara mi enfado.-

Nolan: Porque me quieres. Contestó guiñándome un ojo.-

Sheila: No.

Nolan: Oye. La heladería por fin ha abierto, ¿tomamos un helado?- Me sorprendí, este tío es bipolar.-

Sheila: Sólo si me invitas, de todas formas tú eres el que cobra haciendo esto.-

Nolan: La verdad es que no cobro, guapa.- Se metió las manos en los bolsillos.- Fue una excusa.- Se acercó a mi.-

Sheila: Vaya.- Se quedó mirándome directamente a los ojos de una forma diferente a las otras veces.- Gracias.-

Nolan: Ya, bueno. ¿Me vas a desbloquear?- Dijo apartándose.-

Sheila: De momento te vas a quedar así.-

Nolan: ¡Joe!- Dijo con voz de niño y dándole pataditas al suelo.-

Sheila: Lo siento, cariño, pero te has portado muy mal. Además, te vas a quedar sin tus juguetes.- Dije haciendo de madre.-

Nolan: Joo mamáaa.- Su voz era muy aguda.-

Sheila: Que raro eres.- Le miré con cara confusa.-

Nolan: Ya.- Tosió y empezó a andar.-

Llegamos a la heladería, yo me pedí un helado de una bola de sabor mango. El se puso el de fresa.-

Sheila: Deberías probar diferentes sabores.-

Nolan: No, la fresa está bien.- Empezó a chupar el helado lentamente.

Sheila : Definitivamente eres como un niño.-

Sheila: Déjame ver- Contemple toda la tienda de arriba a abajo. Estaba llena de musgo pero se podía ver claramente que tenía vitrinas con armas.-

Nolan: Hay que poner las cintas cuanto antes.- La sacó, sin apartar la vista de aquel panorama.-

Sheila: Yo sacaré fotos.-

Cuando terminamos de hacer nuestro trabajo nos quedamos callados. Entré una vez más a la tienda para observarla más de cerca.

Sheila: Hay una vitrina rota.- Pise trozos de cristal que retumbaron por todo el lugar

Nolan: ¿Han robado un arma?-

Sheila: Es lo más probable-

Nolan: Será mejor que nos vayamos.- Me agarró y se sacó.-

Sheila: Yo puedo ir sola.- Le empujé.

Volvimos a la comisaría mostrándoles a todos los policías que estaban allí las imágenes y contándoles lo sucedido.

Thomas: Habéis hecho un buen trabajo, por hoy ya está bien. Iremos a la zona para explorar con nuestro equipo.-

Sheila: Vale, suerte.-

Dejamos todas las cosas y salimos del consultorio.-

Sheila: No.

Nolan: Oye. La heladería por fin ha abierto, ¿tomamos un helado?- Me sorprendí, este tio es bipolar.-

Sheila: Sólo si me invitas, de todas formas tú eres el que cobra haciendo esto.-

Nolan: La verdad es que no cobro, guapa.- Se metió las manos en los bolsillos.- Fue una excusa.- Se acercó a mi.-

Sheila: Vaya.- Se quedó mirándome directamente a los ojos de una forma diferente a las otras veces.- Gracias.-

Nolan: Ya, bueno. ¿Me vas a desbloquear?- Dijo apartándose.-

Sheila: De momento te vas a quedar así.-

Nolan: ¡Joe!- Dijo con voz de niño y dándole pataditas al suelo.-

Sheila: Lo siento, cariño, pero te has portado muy mal. Además, te vas a quedar sin tus juguetes.- Dije haciendo de madre.-

Nolan: ¡¡Joeee, mamáaaaaaaa!!- Gritó demasiado.-

Sheila: Será mejor que paremos.-

Nolan: Por una vez estoy de acuerdo.-

A lo lejos vi a las chicas andar hacia la heladería. Nos juntamos y empezamos a hablar:

Natalia: Así que al final has ido con Nolan-

Sheila: No tenía otra opción.-

Nolan: Me han dado otro navajazo en el corazón.- Dijo mientras se tocaba el pecho.-

Nora: ¿Habéis encontrado algo?-

Sheila: Hemos descubierto una tienda a las afueras con armas dentro.-

Nora: ¿No había nadie dentro?-

Sheila: Por suerte no.-

Natalia: Menos mal-

Nolan: Creemos que ese es el escondite del asesino.-

Natalia: Ahora me apetece investigar a mí también.-

Sheila: La última vez no fue bien.-

Natalia: Lo sé, pero debería ser más valiente.-

Nora: No os dejaré solas.-

Nolan: ¿Entonces ya no necesitas mi ayuda?-

Sheila: Puede que no.-

Nolan: Segundo navajazo en el corazón.-

Después de ese comentario empecé a reírme. Volvimos a casa y a la tarde fuimos a la playa. No pasó nada más interesante ese día.

Asesinatos por amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora