Odio el sonido de la alarma, es demasiado desagradable. Hice lo mismo que todas las mañanas. Cuando estaba de camino hacia el trabajo decidí enviarle un mensaje a Natalia.
Sheila: ¡Nat! Cuando acabe de trabajar iré a casa a recogerte para ir a la comisaría.-
Me respondió al momento.
Natalia: ¿A la comisaría?-
Sheila: Sí, necesitan interrogarte por el asesinato. No te preocupes, a mí también me lo han hecho.-
Natalia: Vale, nos vemos que tengo que currar.-
Sheila: Chao.-
Natalia: Adiós.-
Paré en la entrada de la guardería. Por favor, que hoy no me den mucho la lata A veces pueden llegar a cansar más de lo que piensas.
Después de trabajar fui a casa. Toqué el timbre de la casa de Wilson y nos dirigimos a la comisaría.
Natalia: Bueno, ¿Qué tal en el trabajo?-
Sheila: Bien, la comida allá está asquerosa, es bastante parecida a la que nos servían en el colegio.-
Natalia: Deberías hablar con tu jefe para poder tomarte un descanso de una hora y poder comer en casa. Luego vuelves allí y ya está.-
Sheila: Ya me gustaría a mí, pero la verdad es que me divierto hablando con mis compañeros.-
Natalia: Una cosa no quita a la otra, mi jefa es super borde pero me paga bien.-
Sheila: A veces me confundes. Bueno, ya hemos llegado. ¿Nerviosa?-
Natalia: No tengo nada que temer.- Tragó saliva antes de entrar.-
Me hizo gracia esa expresión. Nada más entrar vimos a Thommy.
Thomas: No me dijiste que vendríais ahora.-
Sheila: Se me olvidó- No pude evitar mirar hacia el suelo.-
Natalia: Será mejor me vayamos cuanto antes, no soporto estar en este sitio.-
Thomas: Adelante.-
Me quedé sola en la sala de espera hasta que vino un rostro conocido.
Sheila: Eh... - No me acordaba de su nombre.-
Nolan: Vaya Hola conejita.-
Sheila: ¿Por qué me llamas así, chico emo?- Dije para ocultar mi timidez.-
Nolan: Por tu estatura Y por tus enormes palas.- Me toqué los dientes para confirmar, tengo muchas inseguridades.-
Sheila: B-bueno, ¿y no quieres hablar de esa cara de dormido?, Tienes legañas aún.-
Nolan: ¿Eso es un insulto, conejita? Perdona pero hay gente que trabaja, ¿Sabes qué es eso?.- Se acercó más a mí para intimidarme. Lo que no sabía es que ya lo hacía con esas pintas, esa voz grave y los motes que me ponía.
Sheila: Yo trabajo también, pero al menos me ducho, hueles a pescado- Lo dije en tono de broma, pero a él no le hizo mucha gracia. Decidí cerrar el pico, hasta que él habló. Se acercó aún más a mí, podía notar su respiración en mi cuello, y eso me ponía nerviosa.
Nolan: Puaj, hueles a comedor. Te recomiendo cambiarte de perfume.- Se fue colocando lentamente en su silla, con una sonrisa en la boca.
No sabía que decir al respecto. Estaba aún nerviosa, pero enfadada a la vez. Sin mentir, tenía ganas de darle una patada en todas las nueces. ¿Quién coño se cree?
ESTÁS LEYENDO
Asesinatos por amor
Misteri / ThrillerUn pueblo tranquilo donde empiezan a pasar cosas inusuales