Prólogo

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*Dinamarca: Instalaciones de Apollon años antes de la gran catástrofe.

Cerca de la 1:30 de la madrugada una mujer se encontraba rodeada de varios doctores y enfermeros que trabajaban sin parar para poder lograr que  diera  a luz a lo que sería su cuarto y probablemente último hijo pues el embarazo había sido de alto riesgo.
Fuera de la habitación se encontraban tres personas portando su típica vestimenta gris que llevaban utilizando prácticamente desde que llegaron al mundo, sin exagerar, pues este color era uno de los característicos de Apollon y que ha veces era remplazado por un ligero tono de azul, uno de ellos era el mayor al que llamaban número Uno, tenía una complexión delgada, rostro definido, cabello rizado, piel ligeramente bronceada, una mirada que para muchos era perfecta y llena de vida pero que fuera de eso escondía demaciadas cosas, y una sonrisa no tan alegre a pesar de estar esperando la venida de un nuevo hermanito más bien sus expresiones parecían transmitir preocupación; el segundo no tan diferente del primero era llamado Cuatro, el típico cabello rizado que al parecen también había sacado él, aunque la piel de este era mucho más pálida que la del mayor, la misma complexión delgada, el rostro igual de definido para aún ser un niño, una sonrisa que te hacía olvidar lo malo del mundo, labios ligeramente rosados y unos ojos que transmitían paz y tranquilidad a diferencia del primero este parecía más bien estar nervioso pues se movía de aquí para allá; y por último una niña de tan solo 3 años que descansaba en los brazos del mayor a diferencia de los otros dos ella tenía el cabello ligeramente ondulado incluso a veces llegaba a verse lacio, la piel igual de pálida que el segundo, labios rosaditos y unos ojos café claro con un ligero rubor en las mejillas descansaba plácidamente sin enterarse que del otro lado de la habitación su madre si es que se le podría llamar así comenzaba a dar a luz a su nuevo hermanito, con tan sólo verla transmitía paz y tranquilidad a sus hermanos mayores y les ayudaba a sobrellevar la situación en la que estaban.

*Dinamarca: Instalaciones de Apollon meses después del parto.

El científico y biólogo Edy Denbrough se encontraba presenciando una bella escena en la que los ahora cuatro hermanos se divertían y convivían juntos como familia, luego de haber perdido a su esposa en el parto lo único que deseaba era poder estar con sus hijos pero lamentablemente parecía que eso jamás se cumpliría pues sabía muy bien las reglas y las debía acatar al pie de la letra si no quería que alguno de sus hijos fuera herido o incluso él mismo.
Apollon era una compañía realmente grande que se encargaba de desarrollar nuevas cosas para la humanidad, pero poco a poco fue metiéndose en donde no debía, sus experimentos cada vez iban pasándose más de la línea, pronto comenzaron a experimentar con personas, voluntarias obviamente o al menos al principio, afurtunadamente para Sten uno de sus experimentos comenzaba a dar frutos pero no esperaba que  aquella mujer estuviese embarazada, nueve meses después para sorpresa de este el bebé había desarrollado habilidades extraordinarias gracias a los experimentos así es el bebé tenía poderes.
Poco a poco fueron descubriendo y monitoriando cada poder que se le presentaba al niño y aunque los padres no quisieran que su hijo fuera una rata de laboratorio no pudieron negarse puesto que habían firmado un contrato bastante largo con Apollon, tiempo después la mujer se embarazo de nuevo dando a luz a otro niño que también poseía poderes extraordinarios pero que lamentablemente acabaría como una rata de laboratorio igual que su hermano.
Sten experimento con otros mujeres embarazadas pero ninguna dio los mismos resultados, así que decidió usar sus influencias y su personal para embarazar a la misma mujer, no piensen mal, no iban a ser hijos de él sino que obligando al señor Denbrough y a su esposa  a concebir otro hijo para sus experimentos consiguió dos niños más, primero una pequeña niña que parecía ser delicada pero era igual de poderosa que sus otros dos hermanos y por último un ñiño más aunque desafortunadamente luego de dar a luz  la mujer no resistió más es entendíble puesto que ya había dado a luz a cuatro niños con super poderes.
Los cuatro hermanos crecieron entendiendo perfectamente la situación en la que estaban, eran ratas de laboratorio y aunque fácilmente podrían escapar de ahí haciendo uso de sus poderes la realidad era que le tenían miedo al exterior, jamás habían estado ahí y jamás tuvieron la necesidad de salir pues dentro tenían de todo aunque eran monitoreados todo el tiempo aún así dentro se tenían el uno al otro.

*Días antes de la exparcimiento del virus.
Los cuatro hermanos habían crecido juntos protegiendose el uno al otro  sobre todo a Siete que era la única mujer entre ellos, se habían resignado a que probablemente pasarian el resto de su vida ahí dentro ya que a pesar de todo este tiempo no lograban saber el porqué de sus poderes aunque se las pasarán analizándolo cada 5 segundos, ni siquiera se habían tomado la molestia de enseñarles a leer o escribir, apenas y podían entablar una conversación con otras personas que no fueran entre ellos, no sabían cómo "actuar normal" pero eso nunca los detuvo ya  que después de tanto insistir el científico Frederic Andersen fue asignado para enseñarles lo necesario, para ellos Andersen era como un padre ya que sólo tuvieron la oportunidad de ver al verdadero una sola vez en sus vidas lo que no sabían era que a través de computadoras en señor Denbrough los veía todo el tiempo orgulloso de sus hijos que a pesar de todo tomaban las situaciones con madures.
Él y Frederic habían sido amigos desde mucho tiempo atrás y agradecía grandemente el favor que le estaba haciendo al enseñar a sus hijos, ellos aprendieron lo necesario aunque era demaciado evidente por la forma de comportarse que jamás habían convivido con más personas.

*Día de la lluvia.
Todos en Apollon iban de aquí para ahí, Frederic Andersen y Edy Denbrough parecían ser los únicos conscientes acerca de lo que estaba apuntó de ocurrir.
Mientras que por un lado Frederic guiaba a su familia a un bunker alejado de la ciudad Denbrough ponía en marcha su plan para sacar a sus hijos sabiendo que a pesar de todo afuera estarían más seguros que encerrados en Apollon.
Antes de que la catástrofe llegara Andersen le había rogada a su amigo para que sus hijos cuidaran de los suyos puesto que habían más posibilidades de que sus hijos sobrevivieran con los cuatro extraordinarios que ellos solos, Denbrough aceptó el trato luego de que Frederic Andersen le dijera que se lo debía por todos los años que los había protegido Edy aceptó, por desgracia carecían de tiempo para reunir a sus hijos en un solo lugar.  Horas después de las instalaciones de Apollon se encontraban los cuatro hermanos rebosando de nervios al ver tanto movimiento Edy Denbrough se encontraba delante de ellos, era la segunda vez que podía estar cerca de sus hijos y probablemente sería la última, sus palabras fueron claras y precisas "Encuentren  a Rasmus y Simón Andersen, protejanlos pero sobretodo protejanse de la lluvia" luego de las indicaciones deposito una fotografía de aquellas personas desconocidas en la mano del mayor de ellos, número Uno o Klaus como le gustaba que lo llamaran últimamente aunque nadie sabía de dónde había sacado ese nombre tan peculiar, por último les dedico unas rápidas palabras, simples pero llenas de  sentimiento "Lamento no haber estado para ustedes todo este tiempo, no me permitían verlos pero sepan que los observaba todo el tiempo que podía asegurándome de que estuvieran bien, son mis hijos y siento tanto que hayan sido ustedes los que tuvieran que pasar por esto, los amo con todo mi corazón y se que su madre estaría orgullosa de las personas que son ahora" sin más los estrecho uno por uno sabiendo que ese sería su último y único momento juntos y luego los apresuró a marcharse y buscar un lugar seguro antes de que el personal de Sten se diera cuanta que los niños extraordinarios no se encontraban en sus habitaciones. Los cuatro hermanos tomados de la mano emprendieron su camino hacia lo desconocido ¡podrían conocer el mundo! Aunque tal vez el mundo que conocerían en las próximas horas no era precisamente el mundo que esperaban conocer.

Horas después una fuerte lluvia descendió desde los cielos, pero no era una lluvia cualquiera, esta lluvia contenían un virus capaz de provocar un gran dolor y posterior a eso la muerte.










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Espero que les guste, poco a poco irán sabiendo que poderes poseen cada uno de los personajes.
Pronto subiré el primer capítulo🥴❤️.

The Rain - Protect YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora