Capítulo I

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Hace siete años.
¡Que nervios! Es el primer día en la escuela no sé cómo le dirán aquí; high school, bachillerato, no sé, en Cuba era preparatoria, mucho más fácil, todo era más fácil. Se supone que en los dos meses que llevo en Madrid debo de haberme acostumbrado a algunas cosas, pero no, si es que ni siquiera soporto la manera en que hablan, que es eso de tía, hostia... que pereza. Extraño mucho mi antigua casa, extraño a mi papá, a Clara, a mi antigua escuela " No deberías de estar quejándote Victoria, tu mejor amiga está aquí " es lo que me vive diciendo mi subconsciente, " lo sé, lo sé ".
Hace un año Nicole viajó para España, pues su papá Víctor Bobbich es un famoso y respetado arquitecto ruso que se enamoró locamente en su juventud de una cubana en un viaje de negocios, se casaron y de ese amor nació lo peor de lo peor, mi mejor amiga Nicki. Decidieron irse a Rusia, en contra de la voluntad de Nicki por supuesto, pero no funcionó, así que, por el trabajo de Víctor, escogieron un país de Europa al azar, y tocó España. Nos comunicábamos siempre, a cada rato, no teníamos tiempo de extrañarnos, pero por poco pega el grito de felicidad en el cielo cuando le expliqué que mi mamá conoció a Emilio, un respetado y súper rico médico español, que la loca de mi madre se enamoró perdidamente de él, y que nos mudábamos a España.
¿Dónde estará esa loca? Son las ocho menos cuarto voy a llegar tarde en mi primer día que es más o menos a mediado de curso aquí, pero si apenas es cuatro de septiembre, que locura.
-¡Vicky, que susto! No aparezcas así. Eso debería decirte yo a ti, pero será... es verdad que no soy una belleza pero es que para tener quince años estoy más desarrollada que las niñas de mi edad, gracias a los kilos que tengo de más, y como aquí en Europa lo que se usan son las modelos anoréxicas no encajo para nada con su estereotipo de belleza, que va, no voy a encajar para nada, en cambio Nicki sí, es alta, delgada, de piel blanca, y de pelo castaño oscuro muy largo, tiene unos ojos muy expresivos y un lunar justo encima del labio, en la parte izquierda que la hace ver súper sexy, siempre está de buen humor, y eso me irrita mucho.
-Gracias por la ofensa-
-No es una ofensa Vicky, es una sugerencia, te he dicho un millón de veces que deberías ejercitarte, aquí hay unos gimnasios buenísimos, pero poniendo eso a un lado, ¿Qué llevas puesto? Ese uniforme esta enorme, así te ves mucho más rellenita, tú no eres así, donde está la Victoria que usa la ropa interior como shorts?-.
-Se quedó en Cuba junto a la Nicole que usaba ropa inmensa, ahora vámonos que vamos a llegar tarde-. Llegamos a la escuela, Nicki se fue corriendo hacia su primer turno de clases, aquí tenemos un horario para cada uno, no es por grupos, me toca Matemáticas en el aula 304, ¿dónde está eso? Como hay gente en este pasillo, y todos se quedan mirándome, ay Dios mío, que vergüenza, en la esquina hay dos chicas rubias cuchicheando y riendo, tierra trágame. ¡Aquí hay un baño! Salvación. Es verdad que soy y estoy horrible, este pelo y estas gafas, ¿pero cuando me descuidé tanto? Siempre he sido gordita, pero no tan descuidada. Es normal que esas chicas me estuviesen mirando, mi piel morena canela no es muy normal por aquí, pero aun así deberían disimular más. Ahora, a buscar el aula, hay unas escaleras y decido subir, pero una chica más bajita que yo viene corriendo y me empuja, caigo rodando y me doy un fuerte golpe en la espalda, cuando logro incorporarme veo que tengo sangre en la rodilla.
-¡Perdón! No fue mi intención-.
-No te preocupes- Pero lo digo entre dientes la verdad es que me duele y estoy sangrando.
-Lo siento de verdad- Y le creo, tiene unos ojos amables y hasta parecen inocentes, es blanca, muy blanca y de pelo negro y larguísimo.
-¡Lili! Serás torpe, ya golpeaste a la chica, lo siento tía ella es así- Me dice una chica que al parecer venia bajando las escaleras, extiende su mano con una toallota blanca, pero la tal Lili la coge y comienza a limpiar mi rodilla- Me llamo Mary y ella es Lili-.
-Soy Victoria-.
-¿De donde eres Victoria? - Me pregunta Mary, la de los ojos verdes, ¿no había una canción así? -Soy cubana, llegue a Madrid hace dos meses-.
-Mucho gusto-.
-Igual, creo que nos llevaremos muy bien- Dice Lili sonriente, parece y habla como una niña pequeña, no confío en ella, parece muy intensa. Resulta que estoy en la misma clase de Lili, gracias a Dios, resulta que es muy agradable, pero muy habladora, se llama Lilibeth Ortega, tiene cuatro hermanos y vive cerca de La plaza mayor, ella y Mary se conocen hace un año y son muy cercanas. Me cuenta los chismes más jugosos de esta bendita escuela que hasta ahora no me agrada, pues vaya recibimiento que me dio apenas y tropecé con... pero dejo de escucharla y de pensar, algo, o mejor dicho alguien llama mi atención, se me encoge el estómago y me da vueltas, me arde la cara, no creo que yo me pueda poner roja, creo que mi tono de piel no me lo permite, miro hacia adelante y creo que se cuál es el motivo que me puso así, es un chico, es alto de piel blanca, pero no logro ver su cara pues trae un abrigo azul con capucha que le cubre la cara. Sigue caminando hasta el final del salón, hacia el extremo contrario de donde estamos nosotras. De repente levanta la mirada y me mira, tiene unos ojos grandes, entre verdes y azules, muy intimidantes y son los ojos más hermosos que he visto en mi vida, una nariz fina y una boca hermosa, ¡me está mirando a mí! Y sonríe, tiene hoyuelos y son hermosos, se pasa la lengua por sus labios y los humedece.
-¿Disculpa, podrías pasarle esto a Daniel?- Oigo que le dicen a Lili, pero no dejo de clavar mi mirada en el increíblemente guapo chico.
-Victoria, dale esto a ese tío de allá-. Miro a Lili para ver qué coño quiere y para que interrumpe mi momento. Me da un papel doblado y veo que al lado de ella hay una chica de piel blanca y ojos claros color miel, tiene el pelo rubio recogido en una trenza a un lado, se ve muy angelical y muy simpática. Está prácticamente babeando y cuando sigo la dirección de su mirada veo que va hasta el chico de capucha azul que me dejo sin aliento hace unos minutos, él no me estaba mirando a mí, sino a ella, a la chica angelical que está al lado de Lili, que vergüenza, ¿cómo pude pensar que me estaba mirando a mí? Que ilusa. Así transcurre toda la mañana, Lili y yo coincidimos en casi todas las clases, ella se la pasa cacareando todo el tiempo y yo pensando en el chico de ojos bellos. En la última clase Lili no me acompaña, pero Mary si.
-Hola, Victoria ¿verdad?-. Vaya, que linda es, no es muy alta, es blanca, con el pelo castaño claro y las puntas de un color dorado, pero lo que más llama la atención son sus ojos.
-Si, pero llámame Vicky ¿y tú eres Mary?-.
-Si, como te va en tu primer día de clases-.
-Bien, mejor de lo que esperaba-. Alguien aparece por atrás y la levanta, ella grita, no sé si es por la emoción o por cosquillas, pero no puedo saber quién la levanto o que paso a continuación pues la clase ya va a empezar. ¿A quién se le ocurriría poner Ciencias Sociales a esta hora? Con lo aburrida que es. De pronto mi móvil comienza a sonar, un mensaje de mi mamá
"PRINCESA, ESPERO QUE TE HAYA IDO BIEN EL PRIMER DIA, LLEGARÉ TARDE, PERO FRANCIS PASARÁ POR TI, BESOS TE AMO MI MUÑECA DE MAMI"
Le contesto rápido, no sé cómo será la política de los celulares aquí
MEE HA IDO BIEN MAMITA, NO TE DEMORES POR FAVOR. BESOS"
-Entonces, chicos, tengo entendido que hay una chica nueva, ¿tengo razón? - Dice el profesor de Ciencias Sociales. ¡Que! Pero si es la última clase y no me he presentado en ninguna, no me parece.
-¿Victoria? Pasa al frente de la clase y cuéntanos- ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! me paro en frente de la clase y siento que me voy a desmayar, no soy tímida precisamente, pero estoy muerta de miedo.
-Hola, me llamo...-.
-Disculpe profesor, se me hizo un poco tarde, ¿puedo?-. Es el chico del abrigo azul, está parado en la puerta esperando para entrar.
-¿Otra vez tarde Daniel? Pasa, pasa-.
Ahora si me desmayo, fuerzas, fuerzas... -Hola, me llamo Victoria Martínez, pero me pueden decir Vicky, soy de Cuba, llegue hace dos meses a España-.
-¿Alguna pregunta para la señorita Martínez?-. Levantan la mano cuatro o cinco personas, no puedo ver bien estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para no caerme.
-¿Por qué viniste a España?-. Me pregunta un muchacho rubio, atractivo y de ojos azules. -Mi mamá se enamoró y se casó con un español-.
-¿Extrañas a tus amigos? ¿A tu familia? ¿Hace mucho calor en Cuba? ¿Cómo es?-. Dice una muchacha de pelo corto y negro.
-Mucho no es lo mismo pero mi mejor amiga vive aquí...
-¿Barça o Madrid? -Me interrumpió el chico bello, hermoso, precioso, de abrigo azul, creo que tiene un acento cómico, no se explicarlo ni decir de donde es, pero no pude contestar, pues la chica "angelical" me interrumpió.
-Venga hombre, que en Cuba seguro que no saben de eso-. Y de pronto risas, no son muchas, pero noto que Mary no se ríe y tampoco ojos bellos, A ver Vicky, se tu misma.
-Pues en Cuba si se ve el futbol, somos muy fans, también sabemos bastante de ello, vemos los clásicos y los celebramos como si fuera el mundial que se celebra cada cuatro años, no te creas que los cubanos no somos cultos pues te podemos hablar de fútbol, de capoeira, de krav maga, de las gaitas y faldas de los escoceses, de yoga, taichí, de desfiles de moda,de gran hermano y de muchas cosas más, y soy madridista, si, a muerte, Ala Madrid, y no se crean que es porque Cristiano Ronaldo es un mango, sino porque juega bien y...-
-¿Que cristiano Ronaldo es qué?- Pregunta el rubio y creo que está molesto. -Un mango, eso quiere decir que está bueno-.
-Tranquilo Luis que Vicky no a ofendido a tu novio-. Dice Mary y de nuevo empiezan las risas, pero esta vez casi todos lo hacen. -¿Ya me puedo sentar?-.
Le pregunto al profesor, pero es casi una súplica.
-Claro-.
La clase trascurre normal, tranquila y al salir Lili se reúne con Mary, intercambiamos números de celular y nos despedimos. Francis ya me está esperando, es puntual como siempre, lo saludo con un beso en la mejilla y el anciano sonríe y deja al descubierto sus arrugas mientras se dirige a la parte delantera del auto de la casa. Hoy no he sido yo, Nicki tiene razón, necesito un cambio, o, mejor dicho, volver a ser yo, como una gran sabia me dijo un día, y por sabia digo yo y por un gran día digo hace dos meses: Échame a los lobos y volveré liderando la manada... Yo no estoy gorda, estoy rellenita, solo es que la estatura no me acompaña, me miro en el espejo y veo a Victoria, la verdadera, la única. Ahora si me queda bien el uniforme, la falda de cuadros rojos y negros está más corta, no se me nota mucho, pero se ve el cambio, y la chaqueta me quedaba como 3 tallas más grandes, ahora sí, el pelo lo vuelvo a tener estirado y a la altura de los hombros pues con el reguero que tenia se me veía mucho más corto. Mami todavía no ha llegado y Emilio tampoco, pobres, como trabajan, creo que me voy a dormir, estoy muy cansada. -Nena, son las seis, ya me voy para la empresa, no te quedes dormida, Francis no te va a poder llevar a la escuela porque tiene que llevar a Emilio al aeropuerto, ¿recuerdas que metro coger?-. Me dice mi mamá acariciando mi pelo. -Si mami, te quiero-. ¡Y yo Princesa, no te quedes dormida!
Pero hago todo lo contrario, cuando abro los ojos son las ocho menos cinco, ay Dios mío, la escuela está a veinte minutos y solo tengo media hora, pero lo conseguiré. No sé cómo, pero a las ocho y cinco estoy lista, creo que coger un taxi será mejor, le doy la dirección al taxista y le ruego que se apure. Ocho y treinta exacto, camino a toda prisa, tengo matemáticas, pero cuando me estoy aproximando al aula veo un bulto en el piso al lado de la puerta, me asomo y veo que ya empezó la clase.
-Ni lo intentes- Me dice el chico que ayer traía un abrigo azul y que hoy tiene el pelo mojado, como que se acabara de bañar, la chaqueta en las piernas y la camisa blanca, muy apretada con la corbata desanudada.
-Pero si apenas son las ocho y media-.
-No, son las ocho y cincuenta, debes tener mal el reloj, mira-. Me enseña su móvil y veo que el fondo de pantalla es una foto de la chica grosera de ayer.
-Si, si, tienes razón... Pero y ahora, ¿qué hago?-.
-Te puedes sentar aquí si quieres- Me dice como si hubiera leído mis pensamientos. -Gracias, soy Vic...-
-Vicky, lo sé, yo te pregunte ayer por el futbol, ¿recuerdas? Yo soy Daniel-.
-Mucho gusto- Le digo cuando me extiende la mano.
-De donde eres, porque no tienes acento de aquí-.
-Soy inglés, de Inglaterra-.
-Pues pensé que eras inglés de Francia-. ¿Que se cree? ¿Qué no se geografía?
-Eres muy chistosa, me agradas, creo que nos llevaremos muy bien-Me dice con una sonrisa de oreja a oreja.
-No exageres que no nos conocemos- Le digo en tono seco, es verdad, no nos conocemos. -Pues ya tienes tres puntos a favor, ayer defendiste muy bien a tu país, y me hiciste reír-.
-¿Y el tercer punto?-.
-Tienes carácter, me gusta-.
Esto último lo dice en un tono demasiado sexy, tanto que consigue que un escalofrío me llegue a todo el cuerpo. Se levanta y empieza a caminar.
-¿Por qué no me hablas más de ti mientras desayunamos?-.
-No desayuno-.
-Pues deberías es la comida más importante del día-.
-No, gracias-.
-Pues como quieras, no desayunes, vamos y me miras mientras lo hago yo-. No me da tiempo a responder, pues me coge de la mano y me arrastra sabrá Dios a donde, si al cielo o al mismísimo infierno, pero de lo que estoy segura es de que no me importa donde sea, siempre y cuando el este ahí.




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Hola!!! Pues vaya, estoy muy contenta pues tengo más lectores de los que crei que tendría esta historia, ¡muchas gracias a todos! Y pues...nuevamente agradezco a las hermosas chicas que me ayudaron:
Marzol23V himearu lainikimendes
Sin ustedes no sería posible...💜
Un besototote para todos. Nos leemos la próxima semana.

No fuiste tú, fui yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora