CAPITULO 1 ♪

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Soy Carla, una chica normal de dieciséis años.

Soy alta de piel morena, tengo el pelo rubio casi moreno liso y unos simples pero grandes ojos marrones.

Vivo en Barcelona con mis padres y mi hermano de dos años mayor que yo.

Aquí llevo una vida de los más normal y aburrida, pero gracias a mis dos mejores amigas Lucy y Andrea tengo mis días mucho más divertidos.

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Desde abajo escuche a mi madre llamarme para que me levantara, era el primer día de clases. Rápidamente me levanté y me lavé la cara en el cuarto de baño de al lado de mi cuarto que compartía con mi hermano Ruben. Decidí ponerme algo de lo más normal, unos baqueros, una camisa de cuadros y mis vans conjuntadas con la camisa.

Cuando bajé a desayunar ya estaba mi hermanito del alma sentado en la mesa desayunando. Terminé de de desayunar, cojí mi mochila, le di un beso a mi madre en la mejilla y me fui para el instituto, ya que mi madre no me podía llevar en coche por que se lo llevaba mi hermano para poder ir el a la universidad, que se encontraba mas lejos.

Casi por la mitad del camino me encontré a Andrea

- hola Andrei-  es así como la suelo llamar.

-hola-  me saludo ella -

Juntas caminamos hacia el instituto  hablando de lo nerviosas que estabamos por los  profesores y compañeros que vendrían nuevos como todos los años.

Cuando finalmente llegamos nos dirigimos a la primera clase de lengua.

Cuando llegamos ya estaba allí sentada en una mesa de dos sola nuestra mejor amiga Lucy y para no dejarla sola le dije a Andrea que se sentase con ella y yo me puse en la mesa de delante de ellas que estaba vacía y comenzamos a hablar.

Enseguida sonó el timbre y entró un chico y detrás el profesor, el chico nuevo se sentó al lado mía, siendo la única silla que quedaba libre.

-Hola- le dije mientras le miraba, a decir verdad era un chico guapo, muy guapo, era moreno de piel y de pelo castaño, resaltando sus ojos entre verdes y azules y su sonrisa radiante y hermosa, era alto y estaba fuerte.

-Hola, ¿quieres una foto o algo? -me dijo interrumpiendo lo embobada que me quede mirándole, estupido... pensé

-Callense señor Aidan y señorita Carla -nos dijo el profesor mirándonos con cara de asesino

La hora paso larga, el profesor no se calló en toda la hora explicando las normas del recinto y demás.

-Oye Carla, me llamo Aidan -dijo giñandome un ojo mientras salia de la clase con su mochila a espaldas.

Mi mejor errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora