El encanto de París

6 1 0
                                    

La semana transcurrió en calma, con Armando de viaje y Ernesto, bueno después de las rosas fue otro, nos dedicamos al proyecto en cuerpo y alma con un profesionalismo abrumador, no podía creer que ese que ahora hace como si yo no existiera fue el mismo que llegó el sábado anterior a mi departamento,- Dr. Jekyll y Mr. Hide -  pensé  - Después me dicen bipolar a mi - pero para mí mejor.

Al fin pude hablar con Laura, y estaba muerta de la risa

 - A ti te pasa cada cosa amiga! ¿Y qué piensas hacer con la invitación vas a ir? - Me preguntó.

-  En un principio no quería ir, pero desde que abrí el regalo no hago más que pensar en cómo dejarlo perplejo a él, hasta ahora siempre lleva las de ganar y ya estoy harta, así que aceptaré su invitación, ha llegado el momento de la revancha - le respondí.

- Luego de que lleves a cabo tu plan maestro, me cuentas todo, no quiero saber nada ahorita porque voy a quedar con las dudas de que va a hacer él, prefiero la historia completa - replicó. Y así charlamos durante horas, hablar con Laura era de las cosas mas revitalizantes del mundo.

!Al fin viernes¡ había sido una semana agotadora, pero hemos avanzado muchísimo con el proyecto, Gael no cabe de la emoción, cuando ya estamos por salir Ernesto me intercepta. 

- Marcela se que vamos muy bien con el proyecto pero tenía en mente adelantar unas pruebas el día de mañana y quería saber ¿si podíamos coordinarnos para ello? -  Dijo con la mayor seriedad posible. -  Lo siento mucho Ernesto si quieres el domingo te puedo dar todo el apoyo que requieras pero mañana tengo un compromiso y no creo que esté disponible - respondí, pude sentir como el ambiente se puso mas frio de lo normal, su rostro se puso tenso, no pudo evitarlo y replicó entre dientes - Seguro saldrás con el delincuente que te trajo rosas -  me reí y con la voz más presumida que pude sacar le dije - Primero que nada Armando no es ningún delincuente, y si, voy a salir con él, me ha invitado a LaVie, ¿sabes? El restaurant francés de moda -  me regodee en todo ese comentario, me miró con desprecio y  solo respondió - Que tengas buen fin de semana entonces, el lunes continuamos -  y sin más que apuntar se marchó, yo me sentí triunfadora.

Sábado infame !Al fin has llegado!  Me arregle el cabello en ondas, me hice manicure y pedicura, y elegí un hermoso vestido de satén azul eléctrico, ajustado al cuerpo que caía en corte sirena, la espalda totalmente descubierta amarrado al cuello, el vestido era todo un sueño, tacones plateados a juego, y un colgante de plata que caía a lo largo de mi espalda, yo me sentía una reina! la adrenalina corriendo por mi cuerpo. El teléfono sonó, eran las 7:30 pm, era Armando por supuesto - Nena se que no vendrías en moto a este lugar, he mandado por ti algo más elegante baja y nos vemos allá - y colgó. Tomé mi bolso de mano y la caja de terciopelo y baje, una limosina negra esperaba afuera - !Esto si que es clase¡-  pensé, subí al auto y la emoción de la anticipación me hizo sentir como si ondas eléctricas recorrieran todo mi cuerpo, sintiendo un golpe de calor, respire profundo para volver a la calma, pase lo que pase me prometí divertirme al máximo.

El lugar es hermoso, una luz tenue y música instrumental te traslada a París con solo entrar, camino unos pasos y allí está él, lleva una camisa negra y unos pantalones de vestir gris plomo que hacen juego con su corbata acompañado de una chaqueta de cuero negro para romper el protocolo, el eterno rebelde. Me mira y sus ojos brillan de deseo, me da una vuelta para observarme y se que le gusta lo que ve, mira la caja de terciopelo y dice - Veo que no te gusto el regalo... ¿Vas a devolverlo?-  le respondí con seriedad - De eso hablaremos luego -  el solo me miro con curiosidad pero no dijo nada más.

La cena maravillosa, nos ubicaron en un sector bastante privado del restaurant, fue simplemente espectacular, vino, quesos , platos exóticos, todo entregado con el mas sumo cuidado y delicadeza por un joven bastante amable y educado - Esto no se ve todos los días cuando vives de un salario - pensé mientras le devolvía una sonrisa cálida al mozo. Cuando retiraron los platos me excusé para ir al tocador, era el momento de mi jugada y todo tenia que quedar PER FEC TO.

El baño tenía un espejo elegante de cuerpo entero, subí mi vestido para dejar al descubierto mi trasero en el reflejo, tomé una foto cuidando no mostrar mi rostro. Era mi momento de la jugada, ¿dejaría a Armando petrificado? Eso lo sabré pronto... volví a la mesa sonriente, - Ahora si podemos hablar de esto - dije sosteniendo la caja de terciopelo y sentándome en la silla más cercana a él  - Lamento decepcionarte por no usar tu regalo, como verás, el rojo no combina con lo que traigo puesto, y el encaje tampoco -  cruce mis piernas para que notará que no llevaba nada puesto que dejará marca. - Debo admitir que me siento un poco decepcionado, pero viendo el panorama no puedo quejarme-  puso su vista en mi pecho y noto como mis pezones estaban marcándose con descaro sobre el delicado satén. 

Sostuvo la caja sobre sus manos y noto lo poco que pesaba, la abrió con rapidez y vio que solo reposaba el conjunto de encaje, acto seguido suena su teléfono celular. Le ha llegado un correo desconocido con una foto, la que me he tomado hace unos minutos dónde se puede ver cómo la joya que me regaló está justo en mi trasero, sostenida por un delicado arnés. Pongo mi mano en su entrepierna y está dura como una roca, no dice una sola palabra mientras lo masajeo suavemente, !lo he logrado! Me acerco a su oído y en una voz muy despacio le susurro  - Solo me puse la pieza que más me gustó - Cierra los ojos y carraspea resoplando, definitivamente lo agarre fuera de base, aprovechó ese momento para abandonar rápidamente la escena, corro rumbo a la limo y me monto triunfal ¡Ahora quien se quedó con las ganas ah! Abro un champagne y le digo al chófer que me lleve a casa, la verdad también me he quedado con las ganas pero, venganza es venganza.

La felicidad me invade ¡Al fin le he ganado una! 

Pero nada es para siempre, cuando la limo me deja en la puerta de mi edificio, veo la moto de Armando cómodamente estacionada y a él recostado en ella, se ha soltado el moño de la corbata y desabotonado un par de botones  -¡Demonios puede ser más sexy!- Camino lentamente, me tiemblan las piernas,  sus ojos están oscurecidos y no se como interpretarlo, ira, molestia, deseo? no lo se y tengo miedo de saberlo.

Estoy a un paso de distancia cuando me toma de la cintura y me arrastra hacia él, sus ojos me miran  de nuevo y solo veo fuego, me besa con fuerza, casi mordiéndome los labios, me abraza  y puedo sentir como sigue tan duro como en el restaurant, dejó escapar un suspiro, me dice casi en un gruñido - Nena admite que lo deseas tanto como yo... -  me apretó el trasero y sentí como empecé a humedecerme, sin darme espacio a respuesta, me sienta de golpe en su moto a horcajadas y se sube también quedando frente a frente, nuestros cuerpos uno cerca del otro,  su manos no paran de recorrerme todo el cuerpo, mi piel se estremece con su tacto, siento que voy a morir en ese instante, luego sin ninguna razón se detiene. - Dime que lo deseas, dímelo o me detendré! - su lengua recorre mi oído mientras dice estas ultimas palabras, yo no lo aguanto más necesito que siga y en un gemido abrazándome a su pecho le digo - ¡Te deseo te deseo ahora! No pares por favor -. 

Deja escapar una sonrisa que hace que sus dientes brillen bajo la luz de los faros, me planta un beso en la boca - Eso pensé Nena - Se baja de la moto y me ayuda a incorporarme al suelo, me guía rumbo a la entrada del edificio, no hacen falta palabras cuando las miradas explican todo, busco la llaves mientras mis manos tiemblan, caen al suelo, el las recoge y en su camino de vuelta sube por mi pierna, deteniéndose en la entrepierna, no puedo moverme, creo que hasta he dejado de respirar, sus dedos entran suavemente haciendo círculos y me agarro de la reja para no caer, jadeando, me da un beso en los labios y con su otra mano ya ha abierto la puerta, hace un ademan de dejarme pasar mientras me suelta de su agarre, doy unos pasos dentro, aun aturdida por lo que acaba de pasar, unos pasos mas adelante veo que él no se ha movido de la entrada, volteo un poco contrariada. Su sonrisa brillaba aún mas que hace unos segundos.

- Nena, buena jugada la de esta noche, pero quiero que entiendas que si vas a jugar con fuego, debes aprender a extinguirlos bien. Por cierto en mis primeras citas soy un caballero, así que te dejare en la puerta de tu casa después de un beso. Sino ¿Qué dirían los vecinos? - sonrió descaradamente, mi mandíbula cayó por la sorpresa, mi cara paso del blanco al rojo,  como demonios paso esto ! El ignorando mi reacción, desvió su mirada a su mano derecha, empapada en mi y la saboreo con su lengua disfrutando cada segundo - Encantadora velada mi Lady, lo que mas me gusto fue el postre- dijo mirando nuevamente sus manos y dando una ultima probada - ¡Exquisito! ...Se que nos volveremos a ver, no hace falta que te recuerde que somos... - lo interrumpí con un gruñido. 

- ¡Inevitables maldita sea, largo de mi vista! Di un sonoro portazo y sin mirar atrás me fui de allí. Lo había hecho de nuevo! Esta me las pagará, lo juro!  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

InfiernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora