Omega Perdido

Jefe

Todos en la tienda se sumergieron en un incómodo silencio mientras el chico de cabello bicolor esperaba una respuesta. No había despegado los ojos de la escena frente a él y resultaba muy fácil notar la tensión en el aire. Claramente se había presentado en un momento inoportuno y el alfa egoísta parecía no estar en casa. Como sea, aparentemente el rubio había dejado atrás el problema del cuál él venía a hablar.

El omega desconocido frente a él parecía estar al borde de las lágrimas, había una pisca de estrés disuelto en el aire mezclado. Él parecía estar terriblemente confundido y abollado, así como listo para huir en cuanto se abriera una salida. Shoto felizmente dejaría al omega irse si no fuera por el hecho de que apestaba al aroma de Bakugo. Por dentro, el alfa estaba furioso por la situación pero no permitía que sus emociones se reflejaran en su rostro, en lugar de eso miró hacia otro lado, lejos del omega, sabiendo que muy seguramente su mirada lo hacía sentir incómodo.

Sintió que el institno alfa umentaba en él al captar la fragancia que el pequeño irradiaba de la marca de olor. A diferencia de cierto otro alfa cabeza hueca, él era lo suficientemente inteligente como para contener tales impulsos. Así que, en cambio, fijó su atención en el beta que estaba junto a él.

"¿Y bien? No creo que haya ido muy lejos" dijo Shoto fijando su mirada completamente sobre el beta. Tenya desvió la mirada, no por sumisión sino por vergüenza al darse cuenta de lo mucho que él y Ochako habían estado asustando al omega. Ochako había llegado ahí originalmente para calmar al omega recién llegado y ayudar en cualquier cosa que pudiera. Por suepuesto eso se fue por la ventana con un intercambio de miradas entre ella y Bakugo. Tenya no sabía el significado de ese gesto, pero era lo suficientemente inteligente para unir los puntos. Ochako ayudaría a su amigo sin importar que.

"El salió a conseguir suministros para su... invitado. Es probable que no tarde" Tenya dijo secamente, mientras se enderezaba. Mantenía sus ojos puestos sobre el pequeño omega por si este decidia correr a buscar un arma. Lo que el beta había dicho tenía sentido, los alfas normalmente intentaban dar regalos o comida al omega que intentaban cortejar.

Shoto todavía encontraba desconcertante que el rubio fuera tan descuidado como para secuestrar al omega de otra manada, llevarlo a su campamento y luego dejarlo ahí casualmente. Por otra parte no debería sorprenderle, el alfa nunca hacía nada sensato fuera del combate.

"Bueno, esto facilita las cosas. Además dudo que me haya escuchado" Dijo Shoto ingresando a la tienda, igual era culpa de Bakugo por abandonar al omega en la tienda.

"¡E-espera! ¿Qué estás haciendo?" Soltó Ochako un poco alarmada por el ingreso del bicolor. Izuku permaneció inseguro sobre que hacer en aquella situación hasta que vió la daga cercana que había sido guardada descuidadamente. Se tensó pensando en saltar para tomarla cuando el alfa se paró frente a él, lo que le hizo tener que mirar ligeramente hacia arriba para ver su expresión.

"Yo no lo haría si fuera tu"soltó Shoto fríamente. Estando así de cerca, Izuku consiguió un golpazo directo de feromonas dominantes. Sopesó sus opciones por un momento. Se encontraba en una tienda, atrapado entre tres desconocidos. Incluso si lograba tomar el cuchillo, no estaba seguro de que pudiese llegar a usarlo. Pero fue lo que Shoto dijo a continuación lo que lo hizo abandonar la idea definitivamente.

"¿Quieres irte de aquí? Ven conmigo y te ayudaré" Dijo shoto, retrocediendo un par de pasos cuidadosamente para hacerle saber al omega que hablaba en serio. Izuku no tuvo que reflexionar sobre eso, este alfa se estaba ofreciendo a ayudarlo, lo que era mucho más de lo que los otros dos habían hecho. Vaciló, pero al final asintió a la oferta del alfa, no iba a confiar en él enteramente, un alfa era un alfa después de todo.

"¡Hey, no puedes solo llegar y sacarlo de la tienda! Bakugo seguramente va a matarte" Ochako comenzó a protestar acercándose y tratando de ubicarse entre los dos. De repente, el estado de ánimo tranquilo del alfa se tornó tétrico. Tanto Izuku como Ochako fueron golpeados por un aroma increíblemente poderoso que los hace mirar hacia abajo intimidados.