☕ Final ❤

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El cielo presagiaba lluvia, por lo cual, pocos eran los clientes que habían asistido ese día al Rain Cafe's.

El día no era demasiado llevadero para SeokJin, quien apenas y podía mantenerse en pie. Pese a la poca clientela, estaba tan cansado que había dado algunas siestas de cinco minutos sobre el mostrador. El día anterior había trabajado durante gran parte del día en la panadería de la ciudad, y al llegar a casa se había lanzado a dormir durante toda la tarde.
Ciertamente, no había podido dormir en toda la noche, así que se desveló mirando series en internet.

Llevaba días lamentándose al no poder verse con su alfa, debido a la universidad de este y su propio trabajo. Estaba cansado y triste.

Quizás no había sido del todo bueno generar cierta dependencia con el que era su pareja, pero le fue inevitable no querer estar todos los días de la semana abrazado a NamJoon, siendo mimado y besado. Todo había sido un camino de rosas hasta que el alfa ingresó a su último año de universidad luego de unas largas vacaciones. Vacaciones doradas en donde había conocido a su omega.

Al alfa se le dificultaba concentrarse, a sabiendas de que su omega podía necesitar de él. Cuando lograban verse, no hacían más que besarse y dormir juntos para descansar correctamente. A pesar del tiempo juntos, cada vez les costaba más separarse.

SeokJin sabía que ese día le tocaría la fortuna de volver bajo la lluvia, pero siempre era bueno intentar evitar las malas cosas, por lo que camino hacia la puerta del local y giro el pequeño cartel que decía "Abierto" para que cambiara a "Cerrado", y fue hasta los puestos de trabajadores, intentando encontrar algún paraguas.

Repentinamente, la puerta de entrada se abrió, y se sobresaltó un poco por la impresión, pero continuó en su búsqueda, mientras gritaba lo suficientemente fuerte para que quien sea que estuviese afuera lo escuchase:

—¡Lo siento, pero ya está cerrado! – dijo —¡Puede volver mañana!.

No obtuvo respuesta, así que bufó, y se apresuró en conseguir el paraguas que, estaba seguro estaba por ahí. Cuando lo hizo, tomó su abrigo y salió del lugar, dispuesto a enfrentar a la persona detrás del mostrador.

—Bien, supongo que una última venta no vendría mal... ¿Que desea ordenar? – preguntó amablemente mientras acomodaba su abrigo sin mirar a la persona, aún, pero cuando escuchó la tan conocida voz para él, alzó la mirada inmediatamente.

Te quiero a tí... – pronunció el moreno con una sonrisa radiante, que marcaba sus hoyuelos —Pero no creo que estés en la carta, ¿Cierto?.

—¡NamJoon!.

El omega sonrió y dejo caer el paraguas, aproximándose rápidamente hasta el contrario para abrazarlo con fuerza, siendo alzado por el menor mientras se escondía en su cuello.

—¡Estaba a punto de reportarte como desaparecido! – exclamó el mayor con dramatismo mientras se separaba un poco para besar los labios de su pareja una y otra vez, tomando con firmeza las solapas de la chaqueta de su novio, sin querer separarse de él.

—Lo... – beso — siento... – beso —No intentó hablar más, no queriendo interrumpir la gran tanda de besos que su omega tenía para él. Sin hacerse de rogar, puso una de sus manos en la nuca del contrario para mantener sus labios juntos un rato, mientras caminaba hasta el mostrador y dejaba al mayor sentado sobre este, quedando entre sus piernas mientras sostenía sus caderas.

El omega acarició los cabellos de su alfa, soltando un tierno ronroneo cuando se separó para obtener algo de aire, juntando sus frentes con suavidad y un aleve sonrisa.

—¿Cómo es que estás aquí?... ¿Y tus clases? – preguntó confundido, acariciando los hombros del menor.

—Nos dejaron salir temprano porque el viejo Choi enfermó... Y tampoco les importaba mucho. Creo que me tomaré unos días libres. Deberías hacer lo mismo y quedarte conmigo – sugirió mientras lo ayudaba a bajar del mostrador, besando su frente.

Te quiero a tí | NamJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora