En mi mente cruzó la idea de la venganza, pero no sabía como hacerlo.
(Cabe resaltar que en los días siguientes yo me porte muy bien y no molesté más a mi primo, ni él me molestó a mí).
Llegó el día que tenían que regresar a Denver y con ello llegó el día de mí venganza, me puse de acuerdo con mis dos amigas, las invité a mi casa y prepare todo el plan.
Mis padres y mis tíos habían ido de compras. Edwin no quiso ir y mi hermano no estaba.
Era el momento perfecto, no se iba a regresar a Denver sin que yo me vengara de él... ¡NO SEÑOR.La idea era fingir que mis amigas iban a coquetear un poco con él y luego con engaños lo subirían a mi recámara.
Cuando mis amigas llegaron comenzamos con el plan, ellas se sentaron en el sofá y comenzaron a coquetear con él, le pidieron que subiera a mi recámara ya que yo quería darle una sorpresa de despedida.
Edwin subió a mi cuarto, las chicas le taparon los ojos con un pañuelo, entraron a la recámara y lo sentaron en una silla, él se reía nervioso mientras me preguntaba.
-¿Cuál era la sorpresa?
Como él traía una sudadera, puse lentamente unas esposas en sus muñecas y cuando se escucho el sonido de estas, el se dio cuenta que algo no estaba bien, pero era demasiado tarde. Una de mis amigas comenzó a poner cinta dejándolo inmóvil por completo, le quite el pañuelo de los ojos y le recordé aquella escena donde el y mi hermano me habían torturado. El comenzó a reírse incrédulo y nervioso por lo que estaba a punto de pasar.
¡MARIANA, NO TE ATREVAS! --- ¡TE LO ESTOY DICIENDO EN SERIO! ¡NO LO HAGAS! ¡TE VA A IR MUY MAL! ----¡NO LO HAGAS!
Una sed de venganza recorría todo mi ser y respondí a sus palabras diciendo... ¡Ay mi vida!, ¡No estás en posición de amenazarme!. ¿Quién se regresa hoy a Denver? ¿Eh? ¿Pensaste que habías ganado?
<< ¿Me dice que no lo haga?>>
- Me pasé todos estos días pensando cómo me vengaría de ti. ¿Y ahora me dices que no lo haga? Es tarde primito.
Levanté su playera y comencé a mover mis dedos en su marcado abdomen... primero lento y despues mas rápido, de arriba hacía bajo, podía sentir como se estremecía cada que subía la intensidad y pasaba por sus costillas.
El trató de controlar la situación y no soltaba ni una sola carcajada, pero no lo iba a permitir por mucho tiempo... Quería que sufriera, quería que se riera hasta que ya no pudiera mas, y me suplicara piedad.
Rocé sus axilas y eso ya no lo pudo controlar y estalló en fuertes carcajadas.
Lo torturé por casi media hora, hasta que miré que unas lágrimas rodaron por sus mejillas. Me incorporé un poco decidida a dejarlo ir, pero él me miró con sus ojos rojos y con una voz amenazante me dijo.-¡MARIANA, ESCUCHA MUY BIEN LO QUE TE VOY A DECIR! ¡TAL VEZ NO SEA ESTE EL DÍA QUE ME PAGUES POR ESTO QUE ACABAS DE HACER! ¡PERO ESE DÍA LLEGARA, TE LO ASEGURO! ----- ¡Y NO TENDRÉ PIEDAD DE TI! --- ¡GRÁBATELO EN TU CABECITA
¡POR QUÉ CUANDO LLEGUE ESE DÍA DESEARÁS NUNCA HABER HECHO ESTO!¡Woow! ¿Alguien me sigue amenazando?
Metí mis delgados dedos en sus axilas, bajé por sus costillas y terminé en su barriga. Lo torture un poco más, hasta que escuché a mi familia llegar.
Tomé mi celular, el cual estaba grabando todo, me despedí de mi primo dándole un beso en la mejilla, le puse el paño en la boca para que no gritara, le tomé algunas foto y mis amigas y yo salimos de mi cuarto.
Bajamos las escaleras a toda prisa, me despedí de mis tíos y le dije a mi mamá que iba a la casa de mis amigas porque no me gustaban las despedidas.
Justo en eso iba entrando mi hermano y le dije en secreto:
- Jesús no me digas nada, y escucha. Ve a mi habitación y libera al primo Edwin, please... estas son las llaves de las esposas.
- Mi hermano quiso decirme algo, pero yo no le dí tiempo.
Salimos de la casa mis amigas y yo a toda prisa, no paramos de correr hasta sentirnos fuera de peligro.
No regresé a mi casa, hasta enterarme que ya se habían ido mi querido primo Edwin.***Hola chicos espero y les guste está mini historia, gracias por su tiempo. Me encantaría recibir sus mensajes***
***Gracias a Pinterest porque de ahí pude bajar estas fotos.*** 💜💜💜
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MI PRIMO EDWIN
Teen FictionMariana es una joven de 15 años, es la consentida de la casa; le gusta gastar bromas a sus amigas y familia. Nadie la ha dado una cucharada de su propio chocolate hasta que conoce a su primo Edwin