Vida Zodiacal

7. Primer día

Narra Capri

¿Libreta? Preparada. ¿Estuche? Listo. ¿Ropa? Perfecta. ¿Conclusión? Lista para mi primer día.

- Buenos días- Me saludó Géminis sentado sobre la mesa de la cocina mientras se comía una manzana.

- ¿Sabes que existen las sillas verdad? No quiero poner mi comida donde antes estaba tu trasero- Dije obvia.

- Vamos linda, no te pongas tiquismiquis. Sé que adoras mi trasero- Me guiñó un ojo burlón.

- Como si tuvieras- Le respondí de la misma forma.

- Ahora una pregunta muy importante. Importantísima. Extremadamente importante. ¿Sabes preparar café?- Me preguntó con ojos de cachorrito.

- Pues sí, ¿por qué?- Alcé una ceja extrañada.

- Es que al parecer ninguno de los que ha pasado por aquí entiende ese aparato- Señaló la pequeña cafetera italiana.

- Diría más bien que son unos malditos flojos. También podríais haberlo buscado en Internet- Dije mientras empezaba a preparar yo el café.

- Pero tú eres nuestro ángel salvador- Bromeó alzando los brazos.

- Estoy de acuerdo con eso- Rió Lib mientras entraba en la cocina junto con su hermano.

- Si queréis que os invite al café que con gran esfuerzo estoy preparando tendréis que adularme un poco más- Bromeé yo también. 

- Leo, parece que tu actitud de diva se contagia- Codeó Géminis al peliblanco.

- Entonces voy a alejarme de ti por si acaso se me pega lo idiota- Replicó Leo burlesco.

El resto del desayuno continuó de la misma forma, entre bromas y risas con los chicos. 

Narra Leo

Mi pasión por el dibujo empezó antes de lo que puedo recordar. Según lo que me cuentan nunca podían separarme de mi libro para colorear y mi cajita de lápices, mientras que mi hermana Lib siempre llevaba su corona de plástico. Éramos unos niños un poco raritos.

A los 12 años me regalaron mi primer caballete con un lienzo, y he de admitir que el resultado fue desastroso. A partir de ahí surgió en mí el impulso de avanzar, mejorar y encontrar mi propio hueco en el mundo del arte. Ese objetivo siguió intacto y por ello estoy hoy aquí, cruzando la facultad en dirección hacia mi primera clase de Materiales y Lenguaje.

- Chicos, para saber cuál es vuestro nivel de base voy a mandar un pequeño trabajo que deberéis realizar antes de que pasen dos semanas. Consistirá en entregarme un dibujo que consideréis que os identifica, que plasma vuestra esencia- Dijo la profesora mientras pasaba diapositivas con diversas obras de arte- Deberá ir acompañado de una pequeña redacción en la que habléis sobre los materiales y técnicas empleadas. ¿Alguna pregunta?

- ¿Contará para la nota?- Preguntó un chico del fondo.

- Eso es lo único que le importa a los jóvenes de hoy día- Bufó la señora- Pues dependerá del esfuerzo que le pongáis al hacerlo. Cuando los corrija avisaré a aquellos que creo lo merecen- Continuó con su clase.

El resto del día se me pasó muy rápido. Cuando caminaba hacia la salida iba distraído y llegué sin querer a una pequeña sala prácticamente empapelada con anuncios y diversas actividades extracurriculares.

Esto le podría venir bien a mi expediente.

¿Canto? No, soy malísimo. ¿Ajedrez? Aburrido. ¿Debate? Todavía peor. Sigamos. ¿Teatro? Eso mejor se lo dejo a Lib. ¿Cocina? Si fuera posible quemaría hasta el agua.