13: Mis 7 deseos (parte 2)

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Una vez pasada la noche en casa de su mayor, ambos se dispusieron a tomar un autobús el cual les condujera al centro comercial próximo de sus aventuras.

Siendo este su destino se terminaron por desviar hacia un callejón que les conducía a un barrio chino, la emoción era demasiada por lo que bajaron corriendo, pasando por tantos puestos de chuhes llegaron a uno peculiar el cual era atendido por un viejo de procedencia china.

Por uno de los estantes Win logro ver una lata de teñir cabello, sin dudar tomo, no le tomo importancia al color por lo que solo paso a caja preguntando sobre si era para pintar el cabello. Siendo dos niños aun creyeron en las sabias palabras de este.

— Disculpe señor...¿pero esto es acaso para el cabello?

— Shy shy pelo — pruncio con aquel acento el anciano

Dicho esto salieron con aquella lata, pasaron por un callejón sin salida y oscuro para pintarse, primero lo haría Bright y después Win, acabado esto se retiraron como los dos más grandes aventureros del mundo, con el cabello mal pintado de algunos lados, o mechones parecidos al nido de algún pájaro.

— Me siento como el mayor estúpido del mundo — Bright dijo tomando su celular para mirra su reflejo sobre la pantalla.

Win hasta hora solo sonreía y negaba lentamente con las manos cruzadas por detrás y dando pasos grandes.

— Estamos cerca de la estación de tren y mi cuarto deseo se ha cumplido.

— Me considero aún más estúpido por seguirte a todos lados.

La estación de solo estaba a 7 km, los cuales eran fáciles de acortar yendo en taxi, cada uno compró su boleto, como el tren estaba completamente vació podían estar de un lado a otro, la voz del conductor daba indicaciones de paradas y destinos, Entonces más pasajeros abordaron en el mismo vagón, Metawin sentía un poco inseguro, pero era arriesgarse por todo o nada.

Fue hacia un asiento libre que se encontraba 3 pasos detrás en el que estaba su mayor, abrió una ventana para poder asomar la punta de su nariz.

Con solo ello se percató del aire fresco de primavera y como es que los paisajes que lucían normales se convertían en imágenes pasadas a una lata velocidad.

— No están difícil Win Metawin — Aprieta sus puños e infla los cachetes.

Vachirawit estaba leyendo algún boletín sobre algo aburrido, así que volvió a asomar toda su cabeza y al pasar de un túnel su palabras pronunciadas hicieron eco.

— ¡Te amo Vachirawit!

3 simples palabras hicieron eco.

Tanto que los demás pasajeros lo voltearon a mirar y Bright solo se mantenía acercándose a él sin ningún gesto. El túnel había pasado, además kilómetros estaba otro, su mayor quien parecía acercase, tomo un lado contrario pidiendo a la persona sentada cerca de la ventana su asiento.

No sabía si este se había molestado por sus frases, por ello algo dentro de él se sintió incorrecto y pesado, viendo que su mayor solo miraba la pantalla escapo al baño para poder vomitar, al estar en uno de los cubículos pudo regurgitar todo lo contenido, no había más flores de colores, solo pétalos de una flor de lo que fuera su capullo marchito. Algunos de ellos aun conservaban manchas blancas y un suave aroma, peo otros estaban completamente secos, con colores desganados y un olor amargo como el sabor de su saliva y vomito.

Dentro de su bolsillo busco rápidamente las pastillas y tomo cada una de una vez, esto no pudo funcionarle provocando que las vomitaras, no tenía más medicamento, y ahora realmente le costaba respirar, las lágrimas en sus ojos le nublaban la vista, algunas de ellas caen hermosamente como el velo de un novia a punto de casarse, tan bellas y cristalizadas para su admiración.

Heather (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora