Joven

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Pov. Win

Solíamos ser tan jóvenes para beber alcohol en tu alcoba

Tanto que...

Tus bastones se convertían en espadas de plata y mis notas en los más fuertes escudos del mundo.

Aún si no portamos manual de instrucción armamos y desarmamos.

Cuando me preguntaba acerca de porqué el espacio en mis dedos tu llegabas a llenar estos perfectamente.

El parqué conservó la banca con nuestras iniciales.

Pasando tiempo junto a ti me hiciste ser extrovertido. Que incluso me volví eterno.

Nuestros lienzos trazados, mejor que los de Van Gogh, brillan por su cuenta.

Las visitas a mi abuela donde te encargabas de llenarte la boca con galletas hasta quedar tirado en el suelo.

O los viernes de noches estrelladas que impregnaban gardenias y menta.

Incluso la huida de clases hacia la playa que te costó una reprimenda y a mi un castigo.

Todo ha sido guardado...uno a uno en el cofre de tesoros.

Aquellos lunares en tu espalda que me hacían perderme horas en ellos.

Carcajadas sueltas en un jueves de invierno siendo escuchadas a más de 3 cuadras.

El escape de dos guardias en una colina remota.

Las carreteras largas dividiendo los bosques con una motocicleta andando en ella.

Las tormentas a medio atardecer que me hacían correr a tus brazos como un niño asustado.

Se han encargado de regresar mis sentimientos como un boomerang.

¿Recuerdas el viejo columpio junto al arce? Este a sido cambiado por uno nuevo.

Mi vista al mar de Songkhla me ha hecho llorar con sus brisas.

Pienso que tu idiotez al mirarme me ha hace rezar más de mil veces.

Seguramente las semillas en tu jardín han florecido.

Las mías no lo han hecho.

Fui alguna vez tu paraguas y tu mi muleta...tanto así que ambos terminamos rotos sin darnos cuenta.

Preferimos ser dos tontos bajo el manto de la luna.

Robaba más de una prenda tuya a urtallidas y tu contabas estas.

He querido muchas cosas en este mundo...pero solo 7 son importantes:

Quiero más que nada teñirme el pelo contigo.

Tomarnos fotos instantáneas con la cámara de tu padre.

Subirme al tren de Hua Lumphong y gritar fuertemente que te amo.

Marcar a un sin fin de números desconocidos y después colgar.

También deseo ahogarme en lo profundo del océano y nadar hacia la costa más lejana.

Viajar desde la punta de tu ciudad hasta la mía.

Cuando las manecillas se detienen suelto mi pluma y sonrio tonttamente a tu recuerdo.

Debes de ser un idiota por no entender lo escrito.

Pero yo lo soy aun mas, lo soy por haberte amado en silencio.

Fue encantador conocerte Bright.

No diré las palabras gritadas en el tren por que lo sabes. Entonces, ¿esta bien querer ser de nuevo un tonto a tu lado?

Heather (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora