Heather (En edición)

6: Algo nuevo

3 de diciembre del 2018

Es aquí donde nuestra verdadera historia empieza.

De nuevo han tenido tiempo para verse, esta vez sus vacaciones se lo permiten.

Como si de imanes se tratasen ambos corren al otro en cuanto logran divisarse.

Es una costumbre amena que tienen.

Win está vez tomo el primer tren de salida en Chiang Mai para poder llegar a tiempo junto a su mayor.

Bright ha conseguido un auto y llegado en el.

Pero ello no es lo importante.

Pronto el semáforo cambiará a verde dando paso a los automóviles.

Necesitan moverse si quieren estar vivos.

Vachirawit es quien toma la iniciativa para cojer la mano de su menor y llevarlo a la orilla.

Tienen tantos planes, demasiados que la cabeza les explota de la emoción.

Han ido al cine, después a un restaurante.

Compraron accesorios que nunca más en su vida usaran de nuevo.

Metawin ha traído consigo una lata de espuma que ha rozeado sobre su mayor.

Mientras que este en un abrir y cerrar tomo la lata y también vacío el contenido sobre ella.

Sus carcajadas pueden ser oídas a kilómetros de distancia.

Están huyendo del contario para que este no ensucie más su ropa. Es un juego divertido.

Hasta que Win tropieza con una banca del parque y su mayor por ayudarlo cae encima de él.

Todo es distinto a la primera vez. Su corazón palpita a mil por segundo.

Tal vez esta liberando mucha feromonas o es el frío del invierno que lo hace subir la temperatura corporal hasta sus mejillas.

Ninguno se ha movido, el piso es duro y frío.

Quiere levantarse pero tiene encima a Vachirawit.

— Dejame respirar

— Puedes hacerlo correctamente, déjame estar así un momento.

— No.

— Estas llenito y calientito.

— Me has dicho gordo.

— Claro que no, me refería a tus mejillas.

— Okey pero muévete que es incomodo el piso.

Cómo puede logra hacer a un lado el cuerpo contario y se levanta rápidamente para poder quitar su sonrojo.

Bright un poco confundido decide solo sentarse mientras observa la espalda del menor.

Parece un niño pequeño que ha sido regañado por su madre.

— ¿Últimamente estas raro? ¿Seguro que no me ocultas nada?

— ¿Cómo te he de ocultar algo que ni yo mismo se?

— Bueno, pero ayúdame a levantarme — extiende su brazo de una forma tierna y haciendo un puchero.

El menor no sabe exactamente que le pasa, pero algo dentro de él le causa ternura.

Solo se limita de forma graciosa a chocar su mano con la de Vachirawit para correr hacia una banca.

— Jooo.

— ¡Ven rápido!

— Lo haría si alguien me hubiera ayudado a levantarme.