En un territorio rocoso y escaso de árboles, cierto ninja de cabellos oscuros se encontraba sentado en la orilla de un acantilado.
Itachi tenía el ceño fruncido, claramente estaba de mal humor y el causante de todo esto era un chico enmascarado.
Las palabras de "Tobi" se repetian una y otra vez en su cabeza:
"Solo sigue tu camino, sino interfieres con mis planes, entonces yo prometo no hacerle daño a ese mocoso"
El poseedor del sharingan solto un gran suspiro, dandose cuenta de que unas pesadas gotas comenzaban a caer en su capa.
Levanto su cabeza sintiendo como ahora se empapaba su rostro, de algun modo la lluvia le traía paz, era como si llegara a darle fuerzas en un momento de debilidad.
Cuando estaba por cerrar sus ojos una presencia lo hizo girarse, topandose con un tipo muy particular.
-Buenas tardes Itachi-san- saludo el ex ninja de la niebla.
El menor se puso de pie, caminando hasta quedar en frente de su compañero.
-Llegas tarde- esa oración le provoco unas risitas al mas alto.
-Lo lamento, pero creeme, no es nada fácil hacer equipo con ese duo zombie, solo se la pasan peleando y gruñendo- dijo Kisame recordando la misión.
El Uchiha levanto una ceja dandole la razón al espadachin.
-Aunque mas que pleito, parece que coquetean- se burlo Kisame con una enorme sonrisa.
-¿Te sorprende?, siempre han sido así-
-jajajajaja tienes razón, oye hay que irnos de aquí, busquemos un lugar donde seco- el mayor se dio vuelta regresando al camino.
Itachi apresuro su paso para quedar al lado del hombre con aspecto de tiburón.
-Eres algo extraño, para ser un ninja que maneja los jutsus de agua, detestas mojarte con unas simples gotas- comento el pelinegro.
-No tengo problemas con mojarme, solo que este tipo de clima nos puede enfermar, Itachi-san- explico el Kisame notando algo extraño en el tono de voz de su compañero.
-Ya veo- fue la corta respues del menor.
Por unos minutos todo fue silencio, hombre de piel azul podía sentir que algo no andaba bien, a simple vista su pareja podía verse como cualquier otro día, pero él lo conocía demasiado.
-Itachi-san, ¿Quieres ir por algo de comer?- pregunto Kisame.
-Me encantaría pero- el chico de piel morena toco el interior de su vestimenta dandose cuenta de que había agotado sus reservas.
-No te preocupes por eso, yo invito- y casi de golpe saco un gran fajo de billetes.
Itachi mentiría si dijera que no estaba sorprendido por ver esa cantidad de dinero.
-Jamas nos dan tanto efectivo, ¿de donde lo sacaste?- una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro del menor, presentía que la historia lo divertiria.
-Ayude a Hidan con una pequeña travesura-
-Adivino, Kakuzu lo hizo enojar tanto que al dormir tomo todo su dinero y te lo entrego a ti, porque sabía que no te registraria y asi lo daría por destruido- dijo el poseedor del sharingan.