Capítulo 1

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Espero llegar alto, metáforicamente hablando de mis metas porque si es de tamaño pues ya me quedé con los 1,50 metros, ¿Porque los dioses decidieron darme esta hermosa estatura?, Si, tendrá sus ventajas pero, ¡¡¡No alcanzo el estante de arriba!!!

Claro, solo a mí se me ocurre no pedir la escalera para poder alcanzarla, aunque en mí defensa la idiota de Laftri no me la hubiese dado, me odia por el simple echo de que sin querer la empuje en la salida de la facultad y aunque pedí mil disculpas ella creyó que yo la había tirado a propósito.

Mientras yo sigo estirandome a más no poder para alcanzar la cuarta fila de libros se me acerca mi gran amiga Hifde una gran persona y digo gran no solo por su enorme corazón si no también por su tamaño, ella mide 1,70 metros así que me ayuda siempre que puede.

- Gracias Hifte, no sé que haría sin ti.

- bueno, vengo a decirte que yo ya me voy, cómo no tenemos clases acompañaré a mi madre a realizar la compras del hogar, nos vemos mañana

- claro, vayan con cuidado, me saludas a tu mami, chau

Me quedé toda la tarde leyendo para poder rendir un buen examen, unas cuantas personas, a las que oí decir la frase "una calificación no define tu capacidad", me quedé  pensando en esa dichosa frase ya que tiene razón, la educación se encuentran regida a la misma doctrina de enseñanza impuesta por nuestros antepasados, nadie se preocupó por modernizarla, hay un extenso campo de la tecnología moderna, de los medios de transporte pero, en cuanto a la educación estamos varados, pero ¿Que voy a saber?, Si solo soy una estudiante del montón que quiere ser abogada.

Por pensar en esa frase ya no pude consentrarme en lo que estaba estudiando, así que decidí dejar el libro e ir a visitar a Leila y Brend.

Saliendo de la facultad me dirijo directamente al café donde trabajo, adoro ir a ese lugar, es tan cálido, que me sube el ánimo ni bien pongo un pie dentro, ellos son como mis mejores amigos en ocasiones solemos salir al cine, claro eso pasa cuando Maik está libre.

- ¡Hola Leila!, ¿Cómo estás?

- ¿Que no estabas en clases?

- Si, yo también te quiero mucho

- responde, ¿Te saltaste las clases?

- no, no me salte clases, solo las suspendieron, - antes de que fuese a preguntarme lo siguiente repongo  - no me preguntes porque, sabes perfectamente que yo no averiguo eso

- Estaba aburrida y decidí venir a verlos y ayudarles un poco

- Sabes que no te pagaré horas extra ¿No? - Dijo un Brend desde detrás del mostrador

- Lose Brend, créeme que lose, vine a ayudarlos porque no tengo nada que hacer, además Ricky y Trina están de viaje celebrando su 29 aniversario de bodas, además Maik está trabajando en el hospital, Hifte está ayudando a su madre con las compras y yo estoy con buena salud

- Bueno, ponte tu uniforme y nos ayudas

- Perfecto, vuelvo enseguida

La cafetería se habré hasta las 7 pm, los ayude hasta que cerraron, yo y Leila aseguramos muy bien mientras Brend se disponía a guardar el dinero y ver los ingredientes que faltan a la cafetería, no quiere que pase los mismo que hace dos meses cuando olvidó comprar azúcar y tuvimos que abrir 2 horas tarde porque se fue a buscar azúcar, ya que el azúcar que compra es un tanto complicado de encontrar.

Mientras salíamos juntos para irnos a nuestros respectivos departamentos vimos que Dante estaba aparcado afuera de la cafetería, ¿Acaso sabía que yo estaba aquí?, Si es así ¿Cómo lo sabía?, Inmediatamente mira a Leila y ella solo se limito a decirme

- Dijiste que estabas aburrida y la vez que tiraste su número a la basura yo lo recogí y hoy le llamé

- ¡Pero te dije que le rechazaría 2 veces para decirle que si!, Lo hablamos está mañana

- Comprendo tu punto, pero, que más da, ya está aquí ¿No?

Dante se dió cuenta que lo observaba, volteo a verme y me sonrio, me acerque y lo saludé

- Hola dante, ¿Que haces aquí?

- Hola, Leila me dijo que estabas aburrida y quería invitarte a comer algo

¿Cómo lo supo?, ¿Cómo supo que tengo hambre? - ¿Quizá porque es tarde? O ¿Quizá por qué tu estómago está sonando? - Bueno, es un buen argumento cerebro

- Nou, justo acabo de comer algunos rollitos que quedaron, quizá para otra, pero gracias por la invitación

- Bueno, pero por lo menos permíteme acompañarte a tu casa

Ya lo rechaze 2 veces, está sería la tercera y le dije a Leila que aceptaría, así que...

- En realidad no es lejos, es a 5 minutos de aquí  - trate de excusarme

- Una compañía nunca esta demás

- Está bien, tu ganas, vamos, pero a pie, que no está lejos - por lo que ví creo que no le gusta caminar mucho, pero, ¿Que son 5 minutos?, Ayudan a la circulación y esas cosas

Fuimos hablando de trivialidades y subimos a mi piso, lo invite a tomar algo y el acepto, ¿Es que acaso no podía rechazarlo?

Estuvimos 2 horas conversando y me contó las anécdotas de su infancia, me rei como una roca epiléptica cuando dijo que cuando estaba en la primaria y la niña que le gustaba se le acercó para jugar con él, él se eructo, ¿Quien se eructa frente a la niña que le gusta?, Casi me hago en sima, de me hizo muy gracioso , definitivamente la pasé bien.

Cuando ya eran las 9:30 pm decidimos que ya era muy tarde para que el se estuviese quedando en mi piso, así que amablemente le pedí que se retirará excusandome que me dolía la cabeza, lo penso por unos momentos y decidió irse.

Debo descansar para poder ir temprano al trabajo mañana, las cuentas no se pagan solas y el dinero no cae de los árboles.

Puse mi a alarma para las 6 ma a la cual tuve que colocarle esponjas a todo el rededor para que cuando lo botase no se despedace, no tengo tanto dinero para estar comprando una alarma nuevo cada que la rompa.

El pasado siempre regresa a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora