Capítulo 6 - Hanzo y el lobo

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Jesse pasea por el pequeño espacio del dormitorio compartido de Hanzo y él. Jesse se había vuelto inquieto y había comenzado a caminar y olfatear todo. Hanzo observa la enorme forma de lobo de su novio mientras hace sus rondas. Con suerte, Angela está en camino con el sedante, pero Dios sabe cuándo llegará.

O cómo llevarán a Jesse a la bahía médica para que lo examinen.

Hanzo se sienta con las piernas cruzadas en la cama, mirando a Jesse olfatear todas sus pertenencias personales. El sarape de Jesse y el pañuelo de seda de Hanzo están colgados sobre la silla del escritorio presionada contra la pared. Jesse está husmeando con entusiasmo en ambas prendas. Hanzo tiene que sumergirse para atrapar una botella del bourbon favorito de Jesse cuando casi se cae al ser derribado por la cola de Jesse mientras se mueve.

––Cuidado.––Hanzo regaña, pasando junto a la enorme figura de Jesse para colocar el bourbon en el escritorio.

Hanzo acerca el pequeño cactus en maceta de Jesse a la pared contra la que se empuja el escritorio, solo para estar seguro. Jesse se sienta y mira a Hanzo con esos enormes ojos dorados, su cola aún aleteando contra el piso de su dormitorio. Incluso sentado, sigue siendo casi tan alto como Hanzo.

––Angela debería volver pronto.––Dice Hanzo, volviendo a la cama para sentarse.

Jesse se acerca y apoya su enorme cabeza en el muslo de Hanzo. Hanzo solo suspira suavemente y apoya una mano en la parte posterior de la cabeza de Jesse. Jesse da un gruñido de satisfacción cuando Hanzo comienza a frotarse la nuca. La cola de Jesse se mueve más fuerte, y Hanzo puede oírla golpear contra las patas del escritorio.

––Todavía no me gusta el plan.––La voz de Jesse es un estruendo más allá de los gruñidos del contenido.

––Lo sé.––Hanzo frota el puente del hocico de Jesse, y esos enormes ojos dorados se cierran con felicidad y la cola de Jesse se mueve hacia adelante y hacia atrás más rápido.––Pero necesitamos respuestas.

––Supongo.––Jesse retumba de nuevo.––Me siento bien.

––Sentirse bien no significa que esté bien.––Hanzo piensa en la transformación, en Jesse retorciéndose en el suelo de dolor y el sonido de huesos crujidos.––Me gustaría algo de tranquilidad.

––Cierto. No puedo discutir con mi pareja.––Jesse levanta la cabeza para presionar su fría nariz contra la mejilla de Hanzo. Una especie de beso, imagina Hanzo.

El teléfono de Hanzo zumba de repente donde está descansando cerca de la cabecera de la cama, y ​​Jesse casi cómicamente gira la cabeza, con los oídos atentos. Hanzo responde y no se molesta en ponerlo en altavoz. Calcula que Jesse puede oír de todos modos.

––¿Hola?

––Ah, Hanzo.––Angela parece aliviada al escuchar su voz.––¿Todo sigue bien?

––Si.––Hanzo no puede evitar extender la mano para frotar una de las orejas de Jesse entre sus dedos. La oreja de Jesse es tan suave como parece.

Jesse resopla y se aleja del toque de Hanzo, las orejas se mueven, pero todavía se animan en la dirección del teléfono. Todavía gruñe ante el sonido de la voz de Angela, pero aún mira a Hanzo en busca de consuelo. Hanzo le asiente con la cabeza.

––Eso es bueno.––Continúa Angela.––Pero ... me temo que he encontrado un obstáculo en nuestro plan.

––Puedo adivinar.––Hanzo mira hacia la forma descomunal de Jesse.––¿Cómo lo vamos a mover?

––Exactamente. Podría llevar una camilla allí, pero existe la posibilidad de que no quepa en ella o se despierte antes de que podamos prepararlo para las pruebas. No sé qué tan rápido quemaría el sedante mientras está en este estado.––Angela sopla un poco frustrada.

El Lobo y yo. [Mchanzo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora