diez

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CAPÍTULO DIEZ

"¿Te puedo llevar a tu casa o hay una fiesta?" pregunté mientras conducía en la oscuridad de la noche.

Giró su cabeza y se acomodó en el asiento.

"No, nadie ha planeado una." contestó, frotando sus ojos.

Asentí con la cabeza y giré en su calle. Asombrosamente, no había fiestas en toda la calle. Estaba muy tranquila, no era normal. 

"Están todos en una fiesta en la ciudad, en un club. Han estado hablando de ella desde hace semanas." dijo Harry, como si estuviera leyendo mis pensamientos.

"¿Por qué no has ido?" aparqué el coche en la calzada y quité las llaves. 

Él abrió la puerta y salió del coche. Salí detrás de él ya que se estaba tambaleando mientras caminaba hacia la entrada.

"Estoy harto de fiestas." gimoteó, buscando las llaves en su bolsillo, abriendo la puerta una vez las encontró.

Me quedé en el porche; confusa. Hacía dos días, Harry era el mayor fiestero en el campus y ahora estaba admitiendo que estaba "harto de fiestas". Puse mi mejor cara de estoy-totalmente-convencida y la puerta se abrió. Las habitaciones dentro estaban, sorprendentemente, impecables. 

"¿Quién limpia este sitio?" pregunté, siguiendo a Harry a la cocina.

"Yo." abrió la nevera y sacó un cartón de helado. 

"¿En serio?" subí una ceja mientras él sacaba de un cajón de la cocina dos cucharas.

"Sí. Odio que todo esté sucio." se comió una cucharada de helado. 

Asentí lentamente con mi cabeza. Harry era el chico más extraño que había conocido. Sí, era divertido y un fiestero pero también era listo y limpio. ¿Por qué escondía ese lado de los demás?

"¿Puedo preguntarte algo?" soltó.

Sus palabras interrumpiern mis pensamientos pero asentí metiendo mi cuchara en el galón de helado de chocolate. 

"¿Tienes algún secreto que no le quieres decir a nadie?" preguntó, metiendo su cuchara en su boca y dejando que el helado se derritiera en su lengua. Sus ojos jade miraron a los míos verdes.

"Sí," pensé en todas las cosas por las que había pasado cuando era una niña. El horrible divorcio de mis padres, yo contemplando a mi padre tener una aventura. 

¿Debería decírselo? ¿Debería contarle a Harry mis más oscuros secretos? 

Me senté en un taburete de la cocina mientras Harry seguía mirándome. "Cuéntame sobre ellos." dijo.

"E-Es sobre mis padres... Mi completa infancia fue un desastre." comencé.

Harry parecía que de verdad estaba escuchando. Había parado de comer helado y sus ojos estaban centrados en los míos.

"Mi padre tenía una aventura. Yo tenía once años. Llegué del colegio pronto un día porqué algo había pasado. Caminaba mucho hacia casa. Un día, cuando llegué vi a una mujer con mi padre..." sentía mis lágrimas llegando a mis ojos pero las contuve. 

Harry cogió una de mis manos. "No tienes que continuar."

Asentí pero acabé la historia sin entrar en más detalles. "Mi padre tenía una aventura y me amenazó para que no se lo contara a mi madre, pero no le podía esconder algo así. Es terrible."

Harry asintió lentamente. De repente me pregunté por qué le estaba contando esto. Difícilmente le conocía del todo. Una parte de él era violenta y arrogante pero otra parte de él era lista y dulce. Había algoque hacia que pudiera confiar en él. Después de todo, me había salvado de Alex.

frat boy (español) / h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora