Cuidado en como piensas narrar tu historia

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¿Eres de esos escritores que tiene libretas llenas de historias, carpetas de dibujo (en caso de que dibujes también) y unos ánimos intensos de compartir el mundo que te has inventado en estas plataformas de lecto escritura?

Se te ocurre una historia genial, significativa para ti y por eso quieres compartirla, para conocer las reacciones de otras personas.

Luego publicas y te llevas el chapuzón de que tu historia no se lee sin importar cuantos días, semanas o años pasen, de que quienes llegan leen el primer capítulo y luego se van (con suerte llegarán al segundo).

Entonces eres de los que pasan a la frustración y se pregunta: "¿qué estoy haciendo mal? Mi portada y mi sinopsis son excelentes, ¿por qué no hay interacción en la historia que con tanto esfuerzo he hecho?"

Llega la tristeza y el desanimo y al final piensas mandar todo a la mierda y dedicarte a medicina o a derecho, donde tengan que prestarte atención a las malas o se les jode la existencia.

Pero, ¿y si te dijera que tu historia no tiene que haber sido mala? ¿Y si el problema radica en como la estabas contando?

Esto es algo que he pensado bastante tras los bardos en los grupos de escritores en los cuales me encuentro (en este caso, de wattpad), tras los mensajes de desaliento de nuevos escritores que no ven interacción en sus historias y por mi propia experiencia, la razón principal por la que me he animado a escribir esto.

Puede que seas una persona que se ha "matado" (en buen dominicano) estudiando gramática, ortografía y marketing; puede que, hasta incluso, aprendieras a usar photoshop a las malas, o aprender como usar Canva, estudiar tipografía y un montón de cosas x. Pero nada de eso importa si tu trama de maravilla está contada con las palabras equivocadas.

El uso de la metáfora, la símil, las alusiones, la semiótica en la escritura, todas son importantes y son elementos que ayudan a embellecer tu prosa, son el arma que ayudarán a tu escrito a atrapar a los lectores y hacerlos esperar cada actualización con esmero.

Si tu prosa carece de estos elementos y, además, no generas cierto enganche, no creo que alguien llegue al siguiente párrafo. Y si te encuentras con esos lectores persistentes y resisten hasta terminar el capítulo, es muy probable que no regrese al sentir que a tu prosa le faltó ese condimento necesario para una buena escritura.

UNO SE RÍE, PERO ES ANÉCDOTA

A principios de este año me dispuse a leer todos los libros que pudiera del especial adquirido en la librería de mi país, y entre ellos me llevé a unos cuantos autores de los que nunca antes había escuchado nada (y uno de ellos era betseller). El betseller resultó ser un libro de ciencia ficción y yo lo empecé para darme duro contra el pavimento ante la escritura del autor.

No es que él no supiera escribir correctamente ni que la historia no estuviese debidamente documentada. De hecho, cuenta muchas cosas interesantes en ella. ¿El problema? Su prosa.

Estoy dejando de lado aspectos como la trama o los personajes y el desarrollo sólo para hablarles de su prosa. Era como ir al supermercado y leerte la lista de compras para no olvidar nada.

Soy de las lectoras que buscan frases que enmarcar con el resaltador o compartir en instagram, ya sea porque me han llegado al corazón o me han hecho plantearme algo, y si tu historia no me da "ese algo", estamos mal. Mal andamos.

Me gusta que pongan mi cerebro a trabajar con metáforas, que haya cierta poesía entre lo que se dice y lo que se hace dentro de la historia; y si lo que leo no me brinda eso es cuestión de tiempo para hastiarme de su prosa.

El escritor se remitía a narrar los hechos y ya.

Por supuesto, hay lectores para todo. El hombre reforzó la historia con mucha investigación concerniente al lugar en donde ambientó la trama y para la gente que le gusta la ciencia puede que se lo haya leído hasta el final con cierto gusto, pero yo no.

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