Habían pasado 5 años desde lo ocurrido en Idris.
Alexander y yo ahora vivimos juntos en mi Loft; no ha sido fácil, ni desde el primer día, pero nos amamos. Y además, ¿qué pareja es perfecta?. La respuesta es simple: ninguna.
Además, lo hemos demostrado con los años que llevamos juntos. Volteo a verlo durmiendo totalmente saciado después de habernos hecho el amor mutuamente hasta quedar exhaustos. ¿Cómo podría cansarme de hacerle el amor, si cada vez es mejor?
Alexander es todo un experto: conoce mis zonas de mayor placer tanto como yo conozco las suyas. Aunque lo mejor es que cada vez descubrimos más, y esto es justamente lo interesante, explorar experimentar... De pronto, comienza a removerse y paso mi mano por su cabello.
Sé que debería pensar en la mortalidad de mi amante, pero no es algo que precisamente me guste ya que lo más importante para mí es estar con él a cada momento. Estar junto a él hasta el final, y quizás, hasta mi propio final... Por Alexander soy capaz de cualquier cosa. El Libro Blanco me ha abierto muchas puertas, pero nada en concreto. Ahora no es tiempo para pensar en ello así que descarto la idea, o al menos, la descarto por el momento.
-Buenos días mi amor... -Alexander comienza a abrir sus ojos poco a poco, sonriéndome aún entre sueños. -Has dormido mucho Alec y hoy tenemos una fiesta importante, ¿no lo has olvidado, verdad? -entrecierro mis ojos sin dejar de sonreírle.
-Es el cumpleaños de Presidente Miau, invité a varios submundos, pero esta vez sólo a Hombres Lobos y parte del mundo de las Hadas, a las que le gustan mis fiestas. Enviaron una nota diciendo que traerán las bebidas, muy amable de su parte... Lástima que no a todos le gusten... -me encojo de hombros. -No invité a Vampiros. Ya sabes, no tienen mucha clase con los lobos... -negué rodando los ojos. -¡Que falta de profesionalidad! ¡Son submundos! ¡Deberían llevarse bien! ¡A todos les gustan mis fiestas! -todo el hastío con el que había comenzado a expresarme desapareció bajo la jovial risa que escapó de mis labios.
-Asumo que no se te ha olvidado avisarle a mi cuñada amor... -dejando un beso en su frente, me levanto de la cama, tomando la bata de muchos colores, los mismos del arcoíris, una de mis favoritas, lo que ya es mucho decir porque no suelo repetir la muda de ropa.
-¿Seguirás durmiendo un rato más? ¿O me ayudarás a ver si todo está listo? -Me acerco lentamente a él y antes de que pueda decir algo estampo mis labios contra los suyos.
-Mag… Mag… nus... De... ja... me... ha… blar... -dice empujándome por los hombros y río entretenido separándome de sus labios. -Esta bien, me porto bien... -Bufa mirándome y sus brazos envuelven mi cuello de forma amorosa.
-Buenos días amor -suspire enamorado, pasando mis brazos alrededor de su cadera y dejando un beso en su hombro. -Tenemos que levantarnos amor, es muy tarde. -Lo sé amor. -dice Alexander con un suspiro.
Soltamos nuestro abrazo para de una vez levantarnos y arreglarnos.
Esta noche será importante, no sólo por el cumpleaños de mi gato sino por una pregunta que cambiará el curso de nuestras vidas. ¿Aceptará? ¿No aceptará?
Las dudas invaden mi mente mientras me voy poniendo el jeans negro con lentejuelas plateadas sin quitarme aún la bata. Por último, me mire en el gran espejo de la habitación, tras quitarme la bata comencé a rosear aerosol corporal en todo el torso, brazos y espalda, hasta que cada centímetro de mi piel queda cubierta de plata, otorgando un aspecto sensual y a la vez espectacular.
Con un chasqueo de mis dedos hago aparecer un Tigre de Bengala Albino tatuado en mi espalda. -¡Magnus Bane! ¿Vas así a la fiesta? -escucho a mi nephilim hablar, sonriendo divertido mientras aplico cera en mi cabello, dándole un aspecto alocado, colocando finalmente purpurina azul.
-¿Te gusta Alexander? -pregunté coqueto mientras me acerco a él, pero no me responde, sólo suelta un suspiro largo, tomándome de la mano para salir juntos de la habitación.
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El tiempo corre (Malec +18)
FanfictionDecidí hacer este proyecto, por que me siento muy identificado con el personaje de MAGNUS BANE, me encanta ya que tiene tantas posibilidades de interpretación, es expresivo y siempre es dinámico.  Dándoles un poco de felicidad al principio...