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Cuando Jeno escuchó la puerta de su departamento ser abierta de forma abrupta se asustó, se asustó tanto que el vaso de agua que estaba tomando cayó de sus manos. Giró de inmediato, no sin antes maldecir, pero dando las gracias en su mente de que aquel no fuera de vidrio. Miro del desastre en el sofá hacia la puerta y decidió mejor ir a ver que le sucedía a su pequeño, pero al parecer, malhumorado novio.

Se acercó lentamente, Renjun muchas veces solía desarrollar catarsis y Jeno debía saber cómo y cuándo tratar con el.

-Junnie...

-¡Estamos jodidos!

Ahí estaba.

-¿Qué sucedió ahora?-pregunto terminando de acercarse a él y rodeándole los hombros con su brazo.

Renjun se apartó para caminar hacia la cocina y Jeno no hizo más que seguirlo curioso, al llegar, el mayor estaba sacando una leche de banana de la nevera con una expresión entre preocupada y molesta.

-¿Ya me dirás?

-Mamá viene.

Jeno abrió sus ojos sorprendido cuando aquellas palabras salieron de la boca del mayor.

-¿Qué? ¿A Corea?

Renjun terminó de tomarse la leche de un solo trago y luego soltó un suspiro mirando al más alto con los ojos entrecerrados.

-¿A Corea? Si, vendrá a Corea y también a nuestro departamento...

-¿Que-e?-Jeno pestañeó varias veces antes de comenzar a negar con la cabeza.-¿Qué? ¿Por qué? ¿Por qué rayos quiere hacer eso?

-No lo se, Jeno.-dijo en voz alta llevando sus manos a su rostro.-Pero debemos hacer algo con el departamento...

-No.-lo interrumpió.-Haz algo tú con tu mamá, Junnie.-se acercó al mayor colocando sus manos en sus hombros.-Ella no puede venir aquí y lo sabes.

Renjun lloriqueó apoyando su frente en el hombro del pelirrojo.

-¿Crees que no lo se? ¿Pero que se supone que le diga?-lo miro nuevamente.-"Mamá, no puedes venir a mi departamento porque mi compañero en realidad es mi novio desde hace dos años, nos vemos en navidad."

Soltó serio y Jeno hizo una mueca pasando sus brazos por su cintura.

-Tu no irás a China en navidad, ¿o si?

-¡Jeno concéntrate!-golpeó su pecho.-¿Qué rayos vamos a hacer?

El pelirrojo suspiró mientras asentía para luego enfocar su vista en el pelirosa.

-¿Cuando viene?

-En dos días.-susurro con una mueca.

-¿Dos días?-soltó sorprendido.

-Lo se, pero ella me acaba de llamar justo cuando estaba guardando el auto en la cochera...-Renjun de repente tenía una terrible expresión de preocupación en su rostro.-Mierda, el auto...

-Junnie...

-No. Jeno, mamá va a preguntar por mi auto.-el mayor desvío la mirada hacia el piso con sus ojos realmente abiertos.-No le puedo decir que jodidamente lo vendí porque no era necesario tener dos autos.

-Renjun, a ver.-Jeno tomó su rostro entre sus manos e hizo que lo mirara a los ojos.-Vamos a resolver esto de alguna forma, ¿si?

-Yo no se como ser tu amigo cuando estas a mi alrededor.-se quejó haciendo un puchero.

-Tendremos que intentarlo, ¿si? Aunque sea difícil.-Jeno dejó un besito en sus labios y una rápida caricia en sus mejillas con sus dedos pulgares.-Así que debemos calmarnos y empezar ya con el departamento que es la parte más importante, ¿si?

Renjun tomó una respiración y asintió lentamente poniéndose de puntillas para dejar otro beso en los labios del pelirrojo. Jeno sonrió y sin más ambos se giraron para ir hacia la sala y darse cuenta de que realmente sería difícil arreglar su departamento para que pareciera el de dos compañeros de piso y no de una pareja prácticamente casada.

Lo más notorio, el enorme cuadro que Renjun había pintado de ellos dos besándose.

Ambos se miraron y no pudieron evitar soltar una risita al darse cuenta de que sería malditamente difícil disimular su relación ante la madre del mayor. Si fue difícil para ellos aceptar sus sentimientos iba a ser incluso más difícil ocultarlos en su lugar seguro. Su departamento era el lugar en donde podían ser ellos sin ninguna preocupación, pero tampoco era como si se privaran de amarse fuera de él.

Habían empezado a salir justo hace dos años y dos meses y fue bastante difícil para ellos aceptar sus sentimientos por el otro. Ambos se terminaron confesando que no habían querido aceptar lo que sentían porque les daba vergüenza, pero para todo el que fuera cercano con ambos chicos era más que obvio lo que sentían. Todo empezó cuando fueron presentados por un amigo en común que supo de la necesidad de ambos por un compañero de piso, todo fue bien al principio pero luego la evidente y hasta palpable tensión de ambos al estar juntos se fue volviendo más grande.

Y era difícil, era difícil vivir con alguien con quien sentías tensión al estar a su alrededor, así que Renjun, sin aguantar más terminó confesándole sus sentimientos al menor, Jeno los correspondió de inmediato y ya a la siguiente semana eran pareja. Pero incluso si todo parecía ser perfecto como los dramas que veía Donghyuck, habían más detalles en su relación.

El principal asunto era que ambos eran hombres, y aunque eso no era un problema para ellos, sí que lo era para sus familiares. La familia del menor sabia acerca de la orientación sexual de Jeno y sabían de la existencia de Renjun. El papá de Jeno no estaba de acuerdo con su relación pero tampoco se metía mucho en el asunto, su madre al menos era amable con el y con la hermana del menor se podrían decir que hasta eran amigos.

Pero luego estaba la familia de Renjun.

Renjun era el hijo único de padres chinos, y el sentía que nunca tendría el valor suficiente para hablar con sus padres acerca de su sexualidad, en especial a su padre. Este seguramente lo odiaría y a Jeno muchísimo más, lo más probable sería que dijera que el pelirrojo lo había vuelto así o que el que se mudara a Corea tendría que con su inclinación sexual. Con su mamá el tema también era serio pero no estaba muy seguro de cuál sería la reacción de la mujer pues esta era bastante volátil. Por eso prefería prevenir.

Así que exactamente por eso mismo debían hacer algo con el departamento justó en ese instante, porque era más que obvio para que él tuviera ojos que ellos eran pareja. Su mamá quería quedarse en el departamento por los tres días que estaría en Corea y era lamentable para su suerte que su madre fuera una mujer bastante curiosa.

Debían asegurar todas sus cosas porque ella no podía ver todo lo que había en el departamento.

No podía ver las fotos de ellos siendo cariñosos colgadas por el pasillo, no debía ver sus tazas de pareja, su madre no debía enterarse de que Renjun vendió su auto y solo utilizaban el de Jeno porque consideraron que así era mejor, su madre no sabía, ni debía enterarse que ellos habían comprado aquel departamento y que compartían la misma cama todas las noches. La mayor no debía saber de todas las cosas que Renjun y Jeno hacían y de todas las cosas que tenían en su habitación compartida, ella no tenía porque saber que ellos eran novios y que se amaban más que a nada en la vida.

No debía, ni lo haría, porque ambos se iban a encargar de que eso fuera así.

No debía, ni lo haría, porque ambos se iban a encargar de que eso fuera así

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Espero les guste.

mamma know's [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora