mamma know's [noren]

002

Renjun se despertó justo a las siete, incluso si no debía ir a trabajar porque había pedido el día libre, pero era viernes y su cuerpo estaba acostumbrado a despertarse temprano en los días de semana. Incorporó su cabeza mirando a su alrededor por varios segundos, confundido de donde estaba pero rápidamente recordó que estaba en la que se suponía era su habitación, pero sonrió, porque incluso si en la noche habían jurado "practicar" el dormir separados, ahora mismo sentía el fuerte agarre del pelirrojo en su cintura. Sonrió más grande, acariciando la mano del menor antes de girarse y dejar un beso en su frente.

-Jeno, debo pararme.

-No.-se negó escondiendo su rostro en el vientre de Renjun.-No quiero.

-Debo hacer pipí, Lee.-se quejó intentando deshacer su agarre.

El menor, luego de varios segundos pensándolo, lo dejó ir escuchando él gracias de Renjun por lo bajo. El mayor buscó su ropa interior por todo el piso antes de salir de su habitación y dirigirse al baño de la habitación del frente. Era tonto, pero es que no estaba acostumbrado a usar el baño de su habitación original y aún sus cosas de baño estaban en el cuarto que compartía con Jeno, después casi todo lo demás lo habían movido hacia la otra habitación.

Su madre llegaria esa noche y estaría allá hasta el lunes en la tarde. Renjun la conocía, sabía que eso iba a pasar algún día pero nunca contó con que fuera de repente y sin que pudiera hacer un buen plan con Jeno, así que debían conformarse con lo que estaba pasando en el momento y ya. Renjun sonrió de inmediato cuando vio el desordenado cabello rojo de Jeno el cual caminaba con pasos lentos hacia el baño.

-No puedes estar dos segundos sin mi.-dijo en burla Renjun.

Jeno lo miro con los ojos entrecerrados y el mayor sabía que él realmente no lo podía ver porque no llevaba sus lentes, y le era muy difícil adaptarse a la luz del día cuando se levantaba, lamentablemente Jeno nunca sabía dónde dejaba sus lentes.

-¿Dónde?

-Están en tu mesa de noche, creí que ibas a dormir en nuestra habitación.-dijo secando su rostro.

Jeno comenzó a cepillar sus dientes mientras Renjun salía a buscar los lentes del menor.

-Aquí están.

-Te amo.

Renjun sonrió.

-Lo se.-poniéndose de puntillas dejó un beso en sus labios.-Vamos a hacer el desayuno.

-Ya voy.

La mañana pasó rápido entre risas y abrazos. Hacia mucho que no estaban juntos un día de semana en la mañana y aunque los fines de semana hicieran lo mismo se sentía diferente de alguna forma. Ya en la tarde, a eso de las cuatro Renjun estaba cambiando su ropa y ordenando sus cosas de la mejor manera. Le había preguntado más de mil veces a Jeno si su habitación lucia como si fuera ocupada o si estaba demasiado ordenada. El menor había dicho que ya estaba bien luego de que ellos durmieran en la cama anoche pero a Renjun no le convencía, por eso estaba justo en la puerta de la habitación mirando todos los ángulos posibles desde esta.

-Renjun.-Jeno susurró poniéndose detrás de él.-¿No llegarás tarde al aeropuerto?

-No.-susurró distraído.-Oye, ¿En serio crees que esta bien ordenada? Digo...-hizo una mueca inseguro.

-Se ve bien.-respondió el menor dejando un beso en su cuello.

-Quiero que en serio parezca una habitación que es ocupada, es que hasta siento mucho el olor a pintura...-susurró sintiendo los dedos de Jeno acariciar su abdomen bajo y dejar otro beso en su oreja, de inmediato le hizo más espacio en su cuello.