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旗᭟ O1

Era una mañana hermosa, donde solamente quería disfrutar de ella pero lamentablemente no se podía, ya que tenía que ir al trabajo. El ser entrevistador a veces no era fácil, habían momentos en los que solamente quería dejar todo tirado y salir corriendo, pero de una u otra forma tenía que esforzarse cada día más.

Hoy su jefe le había asignado el siguiente trabajo:

Entrevistar al gran rocanrolero, Jeon Jungkook. El chico soltero más deseado de toda Corea, moja pantalones y con un poco de escándalos.

Lo que más odiaba, era saber que el tipo se creía el amo del mundo. Pero si tan solo veía algún tipo de insinuación, lo mandaría a volar en un dos por tres.

Porque Park Jimin, no deja las cosas fáciles a los demás. O eso dice, según él.

Se fijó en su pequeño reloj de su mesita, 8:00 am, tenía que estar ahí en dos horas.
Poniéndose de pie, se puso sus pantuflas y caminó hacia su ropero donde tenía su ropa muy bien acomodada.
Una de las cosas que más amaba, era tener todo bien ordenado, limpio y reluciente, le molestaba mucho cuando sus compañeros de trabajo dejaban basura sobre su escritorio o en otro lado.
Buscando su ropa más cómoda, la dejó sobre su cama, mientras prendía la ducha a la vez que dejaba salir el agua tibia, ya que en estos últimos días había estado haciendo demasiado frío.
Se despojó de su ropa y se metió, dejando caer toda el agua por su curvilíneo cuerpo, él decía que no era bonito que no tenía buen cuerpo, pero sus amigos se encargaban de decirle todo lo contrario.
Si pudiese adoptaría a un bebé, pero con esto de su trabajo, no tendría tiempo para él.

Salió del baño, con tan solo una toalla alrededor de su cadera, dejando ver esas perfectas curvas y su abdomen plano, ni muy marcado ni muy flaco, solo definido.
Se empezó a colocar prenda por prenda, hasta que estuvo listo, buscó su abrigo más caliente y dirigiéndose a la cocina, preparó unos waffles con miel y un poco de café para despertar bien.
Pasado unos minutos, se lavó los dientes y tomando sus pertenencias salió de su departamento. Tomando un taxi se dirigió hacia su próximo destino.

La entrevista, en la gran empresa,"Stars Rockstar".

Cuando el edificio estuvo a su vista, dejó salir un gran suspiro, no era fan del rock, pero el hecho de que pronto se vería cara a cara con un miembro de una de las bandas más reconocidas, lo puso algo nervioso. Pero no se dejaría llevar, por lo que diga su mente, confiaría en él y no fallaría.
Pagándole al taxista, bajó y caminó hasta adentrarse al lugar, saludando a las personas que se encontraban aquí.

Una linda muchacha se acercó a él con una sonrisa amable, él le devolvió el gesto y esperó a que hablara.

—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?— le preguntó

—Hola, el día de hoy tengo programado entrevistar al señor Jeon Jungkook.— mencionó

—Oh, por supuesto, acompañeme por favor.—

Jimin asintió, y la siguió hasta adentrarse al ascensor. Las puertas se abrieron y la chica lo llevó hacia un estudio.

—Aquí no se hacen las entrevistas, pero como se le harán al señor Jeon Jungkook, es mejor que haya más privacidad, ya que los otros miembros suelen ser un poco escandalosos.—

—No se preocupe, yo lo espero aquí.—

— En un momento llega, con permiso.—

— Adelante, propio.—

La chica se retiró, dejando solo a Jimin.
No tardó mucho en que la puerta se abriera, y una fragancia deliciosa inundara las fosas nasales del más bajo haciendo estragos en su piel.
Se acomodó mejor y esperó a que Jungkook se sentará frente a él.