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旗᭟O4

Cuando ambos terminaron de comer y de platicar animadamente, se dispusieron a salir del restaurante, ajenos a lo que los esperaba afuera del local. Tan pronto pusieron un pie fuera de éste, los flashes y los clicks de las cámaras aparecieron frente a ellos, Jeon llevó a Jimin detrás de él para cubrirlo sintiendo como el nombrado apretaba su mano con fuerza. Malditos reporteros de mierda, metiches hasta donde no. Como pudo arrastró a Jimin para salir de entre todas esas personas y subir a su moto, evitando a toda costa las preguntas que le hacían. Llegaron a su moto y rápidamente subieron marchándose de ahí, y dejar a todos olvidados.
Jimin se aferró al torso de Jeon pues éste iba a una velocidad realmente alta, causándole escalofríos. Llegaron a una casa alejada de toda la ciudad, preguntándose si ésta era la casa del mayor.

—Era la casa de mi abuela, pero falleció hace 1 año y entonces pasó a mi nombre. Le he dado un toque más oscuro pues no soy fan de lo colorido.— le comentó al más bajo.

—Es realmente hermosa, tienes buenos gustos.—

—Y si que los tengo.— dijo en tono coqueto, haciendo reír a Jimin.

—Bueno señor buenos gustos, ¿Por qué no me invita un café?—

—Claro, adelante.— dijo haciéndose  a un lado para que Jimin pasara.

—Uh, sobre lo de hace un momento ¿Qué pasará?, digo ¿Qué haremos?—

—No te preocupes, yo me haré cargo de ello.—

—¿Seguro, Jeon?—

—Claro que sí, dulzura. Venga toma asiento mientras te preparo el café, ¿Quieres galletas?—

—No, así está bien.—

—Bien, ahora regreso.—

El mayor se dirigió hacia la cocina mientras que Jimin observaba todo a su alrededor admirando lo bonita que era ésta, desde las figuras que estaban sobre el muro a su derecha hasta los retratos que estaban en la pared. Jeon era tan bueno decorando.

—Aquí tienes tu café.—

—Gracias.— dijo recibiéndola.

—¿De dónde eres realmente?— preguntó el mayor a la vez que bebía de su vaso con agua.

—Busan.—

—Vaya, que gran coincidencia. Yo también vengo de ahí.—

—Por lo que he escuchado, ya sabía que eras de ahí, mis compañeras de trabajo hablan todo el tiempo de ti y de lo guapo que eres.— comentó

—Tipico de las chicas, a diario recibo cartas y una que otras insinuaciones en ellas, pero jamás me metería con alguien que ni tan siquiera conozco.—

—Ya veo, ¿Regresarás a la empresa?—

— Sí, los ensayos para el próximo concierto ya iniciaron, entonces tengo que estar ahí. Mis vacaciones me las dan hasta Agosto.—

—Entiendo, de seguro es muy agotador ensayar día y noche.—

—Lo es, pero si queremos que todo salga perfecto entonces tenemos que dar lo mejor de nosotros.—

—Vale, pero trata de darte un rato de descanso y no te esfuerces demasiado que te puede hacer daño.—

—Si me lo dices así, con ese toque de cariño, joder como no hacerte caso.—