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旗᭟O2

El próximo concierto se llevaría acabo el 23 de marzo en horario de 8:00 pm a 10:00 pm.

Y lo único que podía pensar, era en invitar al lindo chico, llamado Park Jimin. Solo esperaba no ser rechazado, ayer había tenido esa entrevista con él y desde el momento en que sus ojos se encontraron con los del nombrado por tan solo minutos, no lo pudo sacar de su cabeza.
Esperó toda la mañana, tarde y noche por un mensaje, el cual nunca llegó.
Nunca se había puesto así, ni con las personas con las que había estado, las cuales solo habían sido 3.
Su teléfono vibró y rápidamente lo tomó, viendo solo un mensaje de Taehyung, otro miembro de la banda.

¿Salimos Jungkook?

A lo cual respondió con un sí.

Puesto que no tenía nada qué hacer, los ensayos ya habían terminado hace dos horas tan sólo quería relajarse.
Tomando sus cosas salió, arrancó su moto y se fue, ya sabía el lugar donde estaba Tae.
Parando en un semáforo, logró divisar a un chico delgado y no tan alto, cabello negro, pero no era él. O al menos así lo pensaba, pues el chico se giró y vió ese rostro angelical, el cual no había podido olvidar.

Esperó hasta que la luz estuviera en verde, la cual no tardó en cambiar. Doblando, se dirigió hasta donde se encontraba Jimin.

—Pero mira a quién me encontré.— dijo en tono jugueton.— El bonito entrevistador.—

Jimin rodó los ojos.

—Y mira a quién me encontré, al desesperado Jeon Jungkook.— soltó burlonamente

—No estoy desesperado.— dijo éste

—Entonces, ¿Por qué bajaste corriendo del tercer piso, para solo entregarme una tarjeta con tu número? sabiendo que no te iba a mandar mensaje, ¿Por qué casi me rogó que saliera con usted?, teniendo en mente que no lo iba a aceptar.—

—¡Ahg! está bien tú ganas. ¿A dónde te diriges?—

—Voy a donde no le importa.—

—¿Eres así de grosero con las personas?—

—No, solo con usted.—

— Bueno admitiré, que así me gustas, aunque yo no te haya hecho nada para que seas tosco conmigo.—

Jimin maldijo mentalmente, pues el tipo tenía razón no le había hecho nada. Haciendo un puchero, que ante los ojos de Jeon fue lo más lindo, se rindió no valía la pena continuar con la discusión.

—¡Ugh!, lo siento, ¿Feliz?—

—Hmm, no. Si aceptas ir al próximo concierto, que se llevará en el estadio, acepto tu, "lo siento".—

—No tengo dinero para pagar un boleto de entrada, y tampoco tiempo. Y también, no me gusta el rock.—

— Que importa que no te guste, te quiero ver ahí, en primera fila. Y no te preocupes por el boleto, corre por mi cuenta.—

—No sé si iré, así que no gaste su dinero a lo tonto.—

Jeon bajó de su moto, y se acercó lentamente hasta quedar muy cerca de Jimin. Muriendo de ternura por la diferencia de estaturas.

— Vas a ir, y no te seguiré rogando, porque sé que no te resistiras. Así que te veré ahí, ahora déjame llevarte a tu casa.—

Éste tipo es realmente molesto. Pensó

—Está bien.— dijo virando los ojos.

Jeon sonrió triunfante y rodeó la moto para subir y esperar a que Jimin se acomodara.
Le entregó el otro casco, para que se lo pusiera y pudiese marchar.

—¡Agárrate de mi torso fuerte! ¡y no te sueltes!—

— ¡Ya escuché!—

Jeon miró hacia la izquierda para checar que no viniera un carro y salió, sintiendo el como Jimin aferraba sus manos en su abdomen. Minutos después, se encontraban aparcando frente al departamento del más bajo, quien de inmediato bajó entregándole el casco al mayor.

—Gracias por traerme.—

—No hay de qué.—

—Bueno, me tengo que ir, hay algunas cosas que debo de hacer.—

—Jimin... sé que apenas estamos conociendonos pero en realidad me encantaría invitarte a salir, ya sabes ir a tomar un café y esas cosas.—

Jimin lo miró unos segundos antes de contestar.

—¿En realidad buscas conocerme de esa forma o de la otra?, porque siempre buscan más allá de "conocer".—

—Voy en serio Jimin, quiero conocerte. Pero solo si tú, me lo permites.—

—Está bien Jeon, salgamos.—

—Entonces vendré por ti más tarde.—

— Sí, solo espero que esto no te traiga problemas en la empresa, ya sabes que les tienen reglas muy estrictas.—

—Que yo me encargo de romper.—

—Vale, chico. Te veo en un rato más.—

—Perfecto, ponte más lindo de lo que ya eres, nene.—

—Tenlo por seguro, Jeon.—

El mayor dejó un beso en la mejilla del más bajo, haciendo que éste se sonrojara de inmediato y girando sobre sus talones regresó a su moto, para así seguido perderse por las calles de Seul a toda velocidad.

¡Carajo!, ¿Y ahora qué hago?, gritó Jimin internamente.

Loviuuuuuu♡