Plasmado en mi memoria quedó nuestro primer encuentro cara a cara;
realmente no eres particularmente hermosa pero hay algo en aquella pálida tez,
algo en aquel cabello oscuro como la noche,
algo en tus cejas gruesas y despeinadas
y algo en tu forma tan particular y extraña de combinar ropa;
que simplemente es cautivantemente hermoso.Ni siquiera se tu nombre,
ni pensar del sonido de tu voz,
imagino lo adictiva que ha de ser tu risa,
y lo brillante que ha de ser tu sonrisa.Dios, desearía haber tenido el valor de hablarte, de tan siquiera preguntar tu nombre para escuchar tu voz; pero soy una cobarde y no pude acercarme a ti ni una vez.
Mi valentía llegará, lo sé, estaré preparándome para nuestro próximo encuentro y poder ir en búsqueda del misterio que eres para mi.
Solo espérame y lo verás.