Tómalas todas y arráncalas de raíz,
escúpelas obligándolas a abandonar tu cuerpo,
no vuelvas a hablar de ellas (inseguridades) para hacerles creer que no existen.Pinta solo tú mente de colores de calma,
regálate una pizca de autoestima y podrás comenzar a cultivarla nuevamente.Observa las estrellas cada noche
y busca en ellas el esplendor que queda dentro de ti.Ilumínalas con dulzura y esperanza,
enséñales que aún no te rompen.
Aún no es tarde, estás a tiempo de hacerlo.