Capítulo 16

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J/P= John en el cuerpo de Paul

P/J= Paul en el cuerpo de John

                           ***

—No lo sé, quizá ni siquiera nos entendió — sugirió Paul/J dándole un enorme mordisco a su hamburguesa

—¿Cómo no nos entendió? 

—Sí, ya sabes, otra cultura, quizá habla otro idioma y ya

—¿Y qué podemos hacer?, ¿Comprarle chilaquiles? 

—No — carcajeó

Paul/J recargó su cabeza sobre su mano derecha y la dejó caer en la mesa, inclinándose un poco y suspirando con nostalgia.

—Yo de verdad quería ir a Yale 

Terminó de decir aquella oración con voz un tanto lastimera y cubrió su rostro para comenzar a sollozar por lo bajo, John/P se percató y con un semblante de preocupación dejó su hamburguesa en el plato para comenzar a ver a todos lados.

—No, no, no, no, no llores por favor — pidió casi con clemencia — Hey, ¿Crees que quiero pasar el resto de mis días sirviendo a mi padre en su absurda tienda?

—No me importa — soltó haciendo un puchero

La vista de John/P se dirigió a la entrada del establecimiento, donde yacía Nicolás probablemente esperando su pedido, una idea se cruzó por su cabeza

—¡Espera, espera! — llamó la atención del contrario — Golpeaste a Nicolás

Paul/J se giró un poco y su vista se posó sobre aquel joven, al cual le dedicó una mueca de ferocidad y asco, el muchacho levantó las manos en señal de paz y se retiró.

—¿Y eso qué?

—¡Paul, tú tienes mi cuerpo!

—No me digas que recién me entero — dijo con notable sarcasmo

—No es todo

—¿Entonces qué?

—También tienes mi fuerza — manifestó dándole un ligero golpe en el brazo — Solo debemos sacarle provecho y estarás preparado para el juego

El foco del contrario también se encendió, la idea no era mala y él también podría sacar provecho a la situación.

—¡Eso! — sonrió — También puedo ayudarte a estudiar para que destaques en mi entrevista 

—¿Disculpa? — indagó con el ceño fruncido

Luego de una larga discusión al fin se arreglaron para dividir los tiempos que cada uno dedicaría a la actividad del contrario, y puesto que ya estaban afuera, no perdieron el tiempo y se dirigieron al campo donde entrenaba John.

Había una canasta al centro y al menos ocho balones para tratar de atinar dentro de la canasta, John/P tomó una y la lanzó con cierta fuerza, haciendo que cayera dentro de la canasta con facilidad.

—Tu turno 

—¿Solo tengo que tirar con fuerza?

—Exacto — afirmó — Vamos, es tu turno

Paul/J tomó un balón con cierta desconfianza y lo lanzó con demasiada fuerza, haciendo que cayera del otro lado de la canasta.

—No, no es así

Tomó otro balón y mostró a su acompañante como debía tomar el balón y la precisión que ejercería al momento de lanzarla.

—Obsérvala, dirige tus ojos al balón — indicó — Uno, dos tres

In his body (Mclennon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora