Dulces pesadillas

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Sentía mi cuerpo arder en llamas. ¿Acaso este es mi castigo para la eternidad?

Los nombres revoloteando en mi cabeza.

El miedo asomaba su presencia una y otra vez en mi mente.

Miedo. Eso era lo que el deseaba infundir en mi.

Pero, él ¿que quiere en realidad?

Aquellos ojos dorados me convencían. El me daría la libertad con la que siempre había soñado.

Me prometió que todo acabaría. Sin estar atada a una profecía. Sin ser solo
destrucción. Sin necesidad de implorar por un día más de vida.

Con la vista nublada pude observar una silueta frente a mi.

Sentí una respiración en mi cuello al igual el como una mano acariciaba mi mejilla delicadamente.

Aquel palpitar sobre mi rostro me hizo sonreír tontamente. Aquella mano llena de poder y libertad.

Debía de entregar mi devoción a el, para que el pueda liberarme de estas cadenas.

Yo lo haría.

Sollozos... ¿aquel era un llanto?

No... aquello debía ser un sonido ajeno, en este lugar no puede haber nadie más que él.

Él siendo alguien tan poderoso, él... que traerá...

Otra vez aquel sonido acompañado de un grito.

¿Que significaba aquello?

Mi mente... duele...

Debo de cumplir con lo que el me pidió, pero ¿por que siento este malestar en mi corazón?

Una  voz, dulce y quebradiza llama a mi nombre.

Despertar de este sueño...

¿Por qué me pide aquello?

Esto no es un sueño, es mi realidad. Aquella realidad que la vida me otorgó solamente por ser hija de Hades.

¿Cuantos días llevaba atada y vendada?

¿Esto es lo que merezco?

Al final siempre terminaba odiando mi vida. Siempre terminaba perdiendo las ganas de seguirla.

Pero hay algo, algo que me dice que debo de luchar.

¿Qué es?



-¡KEYLA!

Aquella voz se me hacía conocida.

Mi devoción a Cronos...

No, reacciona, no pierdas esa voz. Recuerda Keyla, esa voz. Esa voz es de...

-¡¿Elizabeth?!

Sentí mi garganta raspar, mi voz sonó ronca.

¿Que había pasado? Me sentía como si me hubieran apaleado por días sin descansar.

No recuerdo como llegue aquí, ni siquiera se lo que hay alrededor. Algo obstruye mi visión, mis  manos envueltas en un metal frio. El suelo se sentía húmedo y el aire se olía a madera. No entendía que había pasado.

Y antes de volver a escuchar alguna voz perdí la conciencia de nuevo.

-Dejala ir, volverá cuando este lista...












El mareo fue enorme, y en cuanto mi vista se recompuso pude obsevar mi alrededor, estaba en...

-¡Keyla! Que bueno que despertaste, yo en verdad, en verdad no se que hubiera... que pasaría si no despertarás-

La hija de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora