Atenea me brinda sabiduria

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Keyla


No podía respirar, el aire se encontraba muy denso, me encontraba en un acantilado, se podía escuchar como las olas chocaban con fuerza con las rocas, si cayera desde aquí tuviera una muerte inmediata, los rayos retumbaban a mi alrededor, la luna se encontraba increíblemente grande, era tan hermosa, tan hipnotizante, me di cuenta que en la punta de este acantilado había alguien sentado, no lograba distinguirlo, hasta que hablo.

-Ven siéntate a mi lado- Su voz sonó empalagosa, fue imposible decir que no, y me sorprendió porque la mía era idéntica. Camine con paso decidido y me senté a su lado. Mis pies flotaban, voltee a ver a bajo y note el mar tan braviante-¿Sabes quién soy?

-Claro- dije en tono serio. Su voz de él era la misma voz que siempre escuchaba en mi mente, voltee a verlo note que iba vestido con una túnica de seda negra y una corona de oro trenzado. Tenía la piel de un blanco albino, el pelo por los hombros y negro azabache. Irradiaba poder, sus ojos intensos, negros como un carbón pero malvados e hipnotizantes tenían un cierto brillo peligroso.

-Se supone que no debería de hablar contigo, estoy yendo en contra del juramento, pero el juramento se hizo en mi reino, puedo influir en eso- Me vio directo a los ojos no sabía cómo reaccionar, tenía en frente de mi a mi padre, el dios más temido, y lo único que sentía eran ganas de llorar y gritarle- No tenemos mucho tiempo, escúchame con atención- tomo mi mano, sentí que ya lo había hecho antes, me dieron ganas de abrazarlo- Keyla. Hija- me dirigió una mirada con ternura, ¿acaso el dios del inframundo tenia corazón, es posible que mi padre en verdad me quiera?- Irán tras de ti si te reclamo, no lo hare, confía en mí, lo hago por tu bien. No dejes que nadie te descubra, tratare de visitarte en tus sueños, te explicare luego. Estas despertando, nuestra conexión no es muy fuerte, entrena tus habilidades y serás la mejor, mantente alejada de todo esto- sentía como si me desvaneciera poco a poco, me sentía mareada- Han robado mi yelmo y el rayo de tu tío Zeus, yo no estoy detrás de esto- Estaba perdiendo la vista, el intento agarrarme pero solo atravesó mi cuerpo con su mano- Te amo hija, perdóname por la vida que te eh dado- y sin decir más caí, caí sobre ese acantilado, y lo único que hacía era gritar el nombre de mi padre. Splash, sentí mil cuchillos en mi espalda, me deje hundir y abrí los ojos, cuando ya estaba hasta el fondo, lo vi, vi esos ojos verde mar, abrí la boca en un grito ahogado y desperté.

Todos ya estaban despertando, algunos seguían babeando mientras otros ya estaban viendo el amanecer, de pronto sonó la caracola anunciando el que todos debían despertar y que el desayuno se servirá en 30 minutos, seguía sin poder creer mi sueño, mi padre ha hablado conmigo, lo he visto cara a cara, y lo mejor es que me acuerdo de todo.

La mañana paso tranquila, hable un tiempo con James, ya lo extrañaba todo el tiempo a mi lado, me dijo que el día de mañana es libre así que podremos estar todo el día juntos como siempre. Luke se mostraba muy ocupado, iba de un lado a otro y solo hablamos en la hora de comida. También me enseñaron un video de introducción para semidioses, fue algo raro en realidad pero creo que me dejo en claro lo que ya sabía. Era medio día, tenía una sesión de clases con Anabeth a solas en la biblioteca, se supone que ella es hija de Atenea así que en realidad si confiaba en que me enseñe a pesar de tener la misma edad

-¿Entonces que veremos hoy?- Le dije con una voz bastante seria, en realidad era una chica algo agradable, sentía que era seria como yo, creo que por eso no tuve problemas en hablar con ella.

-Quiero saber cuanto sabes, y de ahí partiremos- empezó a tomar unos grandes libros, me ofrecí a ayudarla y me guio a una mesa del fondo, algo alejada de los demás. Empezó con temas sencillos como la Ilíada, la Odisea, Los dioses mayores y sus representaciones y sus viceversas romanas, los dioses menores, los héroes de la mitología, cada uno se los respondía. Tenía diferentes temas más como La batalla de Troya, el laberinto de Dédalo, El juramento del rio Estigio, ella no paraba de hablar y la verdad yo tampoco, me gradaba que tuviéramos un conocimiento muy similar, pero debo de admitir que ella sabía más.

-Vaya, estoy asombrada- Abrió muy grande sus ojos grises- Sabes bastante, me sorprende

-Bueno en realidad tu sabes más, eres una digna hija de Atenea- De inmediato ella sonrió

-Gracias- volteo a ver el reloj en la pared- vaya ya son las 4- y tenía razón, nos la habíamos pasado hablando y congeniando tanto que el tiempo se nos fue volando- servirán la comida en una hora y captura la bandera iniciara a las seis ¿Quieres quedarte un rato más y luego ir?

-Claro, me la estoy pasando bien- Le dije mientras le daba una medio sonrisa

-No sonríes mucho ¿Verdad?- Decía esto mientras apilaba los libros y los hacia a un lado

-No se me da del todo. En realidad no es que sea de esas personas que le agrade todo mundo

-Lo he notado- Seguimos hablando un rato hasta que ella se puso alerta, como si temiera que alguien la viera- Oye este, acércate un poco ¿Si? No quiero que nadie lo escuche- Me pareció raro pero aun así me acerque por encima de la mesa. Me hablo muy bajo pero aun así le entendí-¿Sabes que fue robado? , ¿Qué va a pasar en el solsticio de verano? - Me hice hacia atrás, ella no podía saber, esto era ilógico hasta que lo reparo- Disculpa, es que todos andan de un lado a otro diciendo que algo poderoso fue robado, y en verdad quiero una misión y aparte tenemos sólo unas semanas

-No Annabeth, si te diste cuenta llegue apenas

-Lo sé pero, tenía esa esperanza de que tú supieras algo- volteo a ver a los lados temiendo que alguien nos escuche.- Es que la profecía- Espero a que yo diga algo pero se dio cuenta que en verdad no sabía nada, o bueno hasta donde ella sabía- No, disculpa, en realidad no sabía ni que esperar, esto es muy importante para mí- Vi cómo se resignaba en seguirme preguntando- Mejor sigamos

-¿Has visto a tu madre?- Le dije mientras la interrumpía

-¿Qué?- Me miro como si no entendiera

-Sabes a lo que me refiero, si la has visto en persona

-No en realidad no- dijo esto último con un toque soñador

-¿Por qué?

-Bueno es que Zeus proclamo que los dioses no podrían ver a sus hijos mortales desde hace siglos

-Es algo tonto, y bueno entones tu como crees que sea tu madre?

-Más linda que sus estatuas eso está claro

-Desearía saber quien fuera el mío- Le dije tratando de disimular que ya lo supiera y me sonrió con nostalgia

-Así será, veras que muy pronto lo hará. Bueno dejemos eso a un lado, sigamos- Me siguió explicando cosas verdaderamente útiles hasta que llegó la hora de irnos.




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Estoy trabajando en un trailer, si la novela cobra vida de nuevo lo compartire.


ShadowsOfLies


La hija de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora