Reverencia

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Mi reina del juego, Keyla, hija del dios de las tinieblas, has vivido engañada, usada, traicionada, lo que te han dicho no son las únicas cosas que te ocultan, abre los ojos, los que se hacen llamar dioses no son más que simples impostores, te quieren usar de su peón, pero conmigo serás más que eso. Te han olvidado, te han puesto a un lado, ignorado, pero si estas conmigo, veremos a esas personas arder, veras el mundo a tus pies.


Desperté con la respiración agitada, mi cabeza dolía, esas palabras seguían ahí, marcándose en mi mente, tratando de envenenar cada fibra de mi ser, mire alrededor, me encontraba en mi cama de la cabaña once, nadie estaba despierto, baje y salí un momento a tomar aire.

Respire profundo, mirando la luna, esas palabras seguían en mi mente como un frió recuerdo, dolía aun, no era una voz que reconociera, pero se me hacia familiar, como si no fuera un extraño, sentía el odio, en cada palabra que decía.

-Oh demonios- iba a entrar a la cabaña, entonces lo oí

Keyla

Estaba segura que no era una voz familiar, vi una neblina verdosa por el piso

Keyla

Voltee a la la derecha, la voz era siseante, serena, me hacia odiarla, no debería de estar aquí esa voz, tome el pomo de la puerta para volver a entrar pero me interrumpió antes de dar un paso adentro.

Ven y escucha tu destino

Con paso decidido tome el pomo y entre de nuevo a la cabaña, mire a todos durmiendo, algunos en el piso y otros en camas. Camine tratando de no pisar a nadie subí a mi cama y tome el edredón tratando de tapar el frió que hacia, me quede mirando al techo, esas voces, temía a estar quedando loca, era mucho, tome el edredón con fuerza temiendo a tener un ataque de pánico, me recosté de lado, la primera voz, me hacia sentir en duda, y la segunda con un gran odio, necesitaba respuestas y las necesitaba ya.


Desperté por culpa de los gritos en la cabaña, había pasado una mala noche tratando de conciliar el sueño. Todos ya estaban en su rutina, mas yo apenas estaba saliendo de bañarme del baño de chicas, decidí hacerlo temprano ya que hoy era un día relajado, me puse un short de tiro alto junto a una camisa del campamento, levante mi cabello en una coleta alta, junto con mis botas negras, hoy tendría estudios con Seth y día libre, además de que en la noche haríamos captura la bandera.

Me encontraba en la biblioteca con Seth, estudiando a cada uno de los dioses, la clase ya casi terminaba.

-Entonces Persefone es hija de?- pregunto alzando la vista del libro que ahora el leía

-Zeus y Deméter- le dije dejando de escribir

-Exacto, anota esto- dijo mirándome y acomodando sus lentes- La joven doncella, también llamada Kore, es raptada por Hades que la obliga a casarse con él, y se convierte en la reina del Inframundo además de una diosa. El personaje de Perséfone fue re interpretado de muchas formas que no coinciden con la figura de la diosa en la Grecia antigua. Es todo, y mira.

Termine de anotar para ver lo que me mostraba, y dios hubiera deseado no haberlo hecho, era una estatua de mi padre raptando a Perséfone, y vaya que no era nada linda había mucha piel demostrada, vaya uno diría que no era para tanto, que es una simple estatua, pero si es para tanto cuando la estatua es tu padre raptando a su actual esposa mientras ella no tiene nada de ropa, y a él solo lo cubre una manta

La hija de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora