carta sin nombrar 4

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Silencio.

Todo lo que quiero, silencio.

No responsabilidades, ni deberes, nada de actuar amable, nada de respetar y no hablar.

Silencio, sin nada ni nadie.

Sin ramas que juntar para hacer un fuego que no me da calor.

Nada de mantas que cocer para que me dé frío de noche por no usarlas yo.

Nada, nada de nada, no existir sin que me pregunten el porque, del porque todo el tiempo, del tener que hablar.

Silencio.

¿Escuchas mis latidos?

Bueno, ojalá pronto ya no.

sepelio de dopamina ─ 𝗽𝗼𝗲𝘀𝗶𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora