-¿Qué haces tú aquí?
-¿Me conoces?
-Por supuesto que te conozco (T/n) Alden Brooke.
(T/n) Alden lo tiene todo en su vida: Dinero, belleza, fama y gloria.
Sin embargo, la mala suerte la golpea cuando pierde la memoria en un accidente de coche.
Entonc...
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🔹🔹🔹
--¿Q-qué?
--¿Qué? ¿Cómo que "qué"? ¿Qué haces tú aquí? --Repitió con una profunda frialdad en su voz. Sin embargo, aquello no impidió que la joven le diera la sonrisa más hermosa que ese chico había visto en los cinco años que llevaba sin --Y encima te lanzas a la carretera como una loca (T/n). ¿Qué pretendías?
Había dicho su nombre. Santo cielo.
--¿Me conoces?
--¡Por supuesto que te conozco, (T/n) Alden Brooke. Y tú también deberías conocerme. --El joven de apariencia tranquila tenía toda la pinta de haber perdido los estribos de una manera descomunal. No le conocía, y ya intuía que fuera raro que perdiese así los nervios.
Ella por su parte no podía creer que no supiera que su segundo apellido era Brooke.
La joven abrió muchísimo los ojos, con una expectación candente, estudiando cada uno de los rasgos y facciones del joven para ver si alguno pudiera darle una pista.
Tez blanca, pómulos suaves pero marcados, levente afilada la curva de la barbilla,mandíbula fuerte, amplia y proporcionada su frente, semblante sereno, porte fuerte, (T/n) podía escuchar el oleaje en sus ojos marinos si se acercaba a él lo suficiente, clavículas salientes, nariz chata, cejas arqueadas de negro, cabellos desaliñados del mismo color con algún que otro grano de sal marina entrelazado en las hebras de onix.
--Escucha, no tengo ni idea de quién er-... --Él fingió una carcajada ofendida y la interrumpió exasperado.
--¿Tan en serio iba eso sobre olvidarte de mi? ¿Me tomas el pelo? --Preguntó mientras apartaba la mano que iba a ayudarla a levantarse del suelo.
Ella frunció el ceño. Quizá él la conociese como la palma de su mano, la supuesta relación que tuviera de enemistad con ese chico aún estaba por debatir. Pero no estaba ahora en humores para ponerse a pelear con alguien que si había visto alguna vez en su vida, no lo recordaba. La actitud mezquina del joven iba a volverla loca.
--¿Cómo te llamas? --Dijo, aún en el suelo.
--Es una broma, ¿Verdad? Dime que has vuelto a Alemania solo para esto y ya lo habré visto todo en esta vida. --Comentó con el sarcasmo goteando de sus palabras y los ojos vivaces y desdeñosos. Parecía que llevaba ensayando esa conversación frente al espejo años. ¿Quién demonios sería? Más importante; ¿Quién demonios se creía?
Fuera lo que fuere. Aquello le estaba abrumando. Esa situación le parecía surrealista y tendría una explicación aunque tuviera que ponerse delante de mil camioneros alemanes. Se levantó de un golpe.
