💧Epilog💧

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Retuvo el aire en sus pulmones y sopló un poco por la nariz antes de sumergirse en el agua, creando las únicas ondas a su alrededor que perturbaban la tranquilidad de la piscina de mármol negro a la luz las estrellas

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Retuvo el aire en sus pulmones y sopló un poco por la nariz antes de sumergirse en el agua, creando las únicas ondas a su alrededor que perturbaban la tranquilidad de la piscina de mármol negro a la luz las estrellas.

Abrió los ojos en el agua, observando las pequeñas burbujas de oxígeno atrapadas aún en la suavidad borrosa de su propia piel. Si se concentraba, podía escuchar los latidos de su corazón y su propia respiración en aquel letargo que el agua comenzaba a sumirla.

Aprovechó los escasos segundos que su fisionomía y su aparato respiratoria le permitirían mantener sin respirar para tumbarse en el fondo de la piscina, haciendo fuerza con un suave braceo hacia atrás, consiguiendo que por un momento su espalda pudiera quedarse presionada contra el fondo de la piscina.

Observó lo hermosa que podía ser una noche sin luna. Una noche sin aquello que la hacía noche, como si los crepúsculos sin el satelite de marfil fueran inferiores a aquellos con su presencia.
Sentía que aquel verano había sido una noche sin luna.
Una noche sin lo esencial en ella. Sin aquello que podía hacerla ser quien era. Sin su identidad, sin sus recuerdos...

Y sin embargo, las noches sin luna eran las favoritas de los astrónomos; porque no había nada que entorpeciese el brillo de las estrellas.

Soltó su aliento a la libertad de la noche observando como las burbujas de aire subían desdoblándose hacia una zona con su misma densidad, y con ellas, (T/n) Alden se impulsó con los brazos dejando que sus piernas se incorporasen nuevamente y su torso volviera hacia el exterior.

Con una exhalación, apartó sus cabellos húmedos de sus pómulos y abrió los ojos ahora fuera de aquel mundo silencioso acuático y entumecedor. Las gotas de agua se deslizaron por sus pestañas, trazando el puente de su nariz, dulces en sus labios y repiqueteando desde su barbilla.

––Pareces una ninfa. ––Giyuu la observaba a la joven con los ojos entrecerrados y la expresión seria en sus labios. Apoyando su barbilla en la palma de su mano. ––Has tocado muy bien hoy. Cuando te comenté la pieza, creía que ibas a rechazar la invitación.

––Una adaptación para piano del aria de Aída de Verdi. Lo cierto es que me gusta más El Coro de Los Esclavos de Nabucco. ¿Sabías que los italianos lo cantaban como queja y lamento nacional contra Austria durante la unificación de Italia...?

Giyuu asintió.

––Y los austríacos no sabían lo que cantaban. Porque no lo entendían. ––(T/n) nadó hacia Giyuu y tensó sus brazos sobre el bordillo de la piscina para quedar a milímetros de su rostro.

––Lo leí poco después de ponerme a indagar sobre Verdi. ––El sonrió rodando los ojos. Había superado ya la manía de la joven de conocer todo el contexto de una pieza antes de tocarla. ––Recuerdo que me impactó muchísimo. El hecho de que el arte siempre esconde algo más sobre la época o sobre el propio autor más allá de que "te guste" o no la obra...

––Miguel Ángel expresó que no le había gustado cómo quedó la Capilla Sixtina después de emplear nueve años de su vida para pintarla.

––La Torre Eiffel iba a ser una mera atracción de la Exposición Universal de 1889. Y cuando se decidió mantenerla, fue más que criticada.

––Goya pintó sus cuadros más famosos para evitar que el rey le matase.

––Picasso volvió al arte figurativo y dejó el cubismo.

––Mozart era un borracho y un mujeriego, además se cuenta que su hermana AnnaMaria tocaba mejor que él. Ni hablemos de Van Gogh.

––Y Brahms escribió nanas para los hijos de la mujer de su mejor amigo, de la que estaba enamorado...

––Beethoven no sabía multiplicar. Y tenía una caligrafía horrible. Para Elisa estaba dedicada a una tal Teresa, y los copistas se equivocaron.

––Mi punto es... ––Rió ella después de aquel cúmulo de reflexiones y datos, acercándose un poco más a los labios de Giyuu. ––Que siempre hay algo implícito. Nada es superficial. Eso es lo que hace de la música, la música. Del arte al arte en general... Tú compusiste piezas maravillosas acordándote cada día de mí en un piano abandonado, en una casa abandonada. Y yo me convertí en pianista cuando la música era lo último que me quedaba en la cabeza después de perder hasta el último de mis recuerdos.

––¿Y te arrepientes de algo? ––Preguntó acariciando suavemente sus labios en los de ella.

––Me estoy arrepintiendo ahora de no haberte besado antes. Ahora me duelen los brazos. ––Dijo alejándose y hundiéndose de nuevo en el agua, quitando la tensión en sus brazos para volver a relajarlos. El rio suavemente mientras seguía su rostro hacia el agua, alcanzando finalmente sus labios cuando las pestañas de la joven se habían hundido.

––Caíste. ––Susurró después de besarle.

––Tramposa. ––Trató de zafarse cuando (T/n) le empujó desde dentro al agua, con ropa, el centro de gravedad de Giyuu se vio alterado por su posición inclinada, y perdió el equilibrio cayendo de cabeza a la piscina. Escuchando la risa de la joven incluso debajo del agua.

La tomó de las piernas y la hundió hacia abajo, aprovechándose de que era más alto que ella. La oyó gritar sorprendida cuando los dedos de Giyuu se arremolinaron en su tobillo.

La besó cuando estuvieron fuera del agua y a la misma altura, después de una guerra acuática en la que (T/n) trataba en vano de huir de alguien con el curso de socorrista.

––Para junio tenemos un seminario de música. Nos han invitado. Es en la Ópera de París. Tienes que te prepararte una pieza. ¿Algo especial?

––Una adaptación a la Marsellesa, o quizá algo menos bélico.
Aunque Première Gymnopédie de Erik Satie nunca falla. Aunque está muy tocada. Un estudio de Chopin siempre es una buena opción.
Pero... Prefiero tocar algo que hayas compuesto tú.

Giyuu asintió y le sonrió con picardía.

––¿Te enseño las partituras o empezamos a practicar directamente?

Ella le sonrió de vuelta enarcando una ceja.

––Lo preguntas como si no me conocieras.

––Por supuesto que te conozco,
(T/n) Alden Brooke.

––Por supuesto que te conozco, (T/n) Alden Brooke

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Wet Skin 💧 Giyuu TomiokaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora