Capítulo 3

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El día a transcurrido normal entre lo que cabe en mi vida como normal, mamá se ha ido a trabajar, la abuela Mirna se levantó muy temprano a lavar la ropa y todo lo que entre en la lavadora quede paso es grande, mientras la tía Flora a estado cuidando a mi sobrino Eliot.

Eliot es el hijo de mi hermano Raúl, él es el tercero de nosotros cuatro, por ende soy la última en algunas familias sería la más chiniada, la que de cierta forma tiene el camino libre para explorar pero como mi vida no es normal; soy la última en palabras de la abuela Mirna el estorbo de la familia, a la que le toca todo usado cosa que no sería malo si las cosas funcionaran o por lo menor que no tuviera la ropa huecos, la rarita, la fea por que no fui elegida para recibir los mejores genes de la familia, la que tiene que impresionar para ser mejor que los mayores. Yo simplemente quiero ser Grace, solo Grace.

Bueno dejemos la autocompasión atrás y continuemos, hoy se celebra el festival de la luz  que es un desfile las mejores bandas musicales, porristas del país y no pueden faltar las carrosas iluminadas porque si no sería el festival de la luz. 

En mi opinión a mí me aburre, no soporto estar horas y horas  bajo la lluvia, frío, hambre sino llevas dinero, dolor de pies por que no hay donde sentarse solo que hayas pagado un asiento cosa que es muy caro esperando para ver la los porristas cansados por que han caminado por largos minutos, músicos que ya no pueden ni soplar o carrosas que les fallan las luces, eso solo pasa cuando te toco estar al final del desfile. Por eso cuando lo veo, lo miro por la televisión  gracias a Dios se les ocurrió televisarlo.

Espero que este momento de tranquilidad no se esfume para mañana…

Otro día ha comenzado; por alguna razón lo primero que hago al abrir mis ojos es pensar en mi prima Berenice y recito lo que tantas veces me obligo a recitar:

“Señor Jesús, cúbreme con el casco de la salvación,

con la coraza de justicia,

el cinturón de la verdad,

el calzado para proclamar tu palabra,

el escudo  de la fe y

la espada del Espíritu Santo que es tu santísima palabra.

Amén”

Cuando termino de recitar la plegaria una lagrima cae por mi ojo; no soy muy religiosa, pero creo que es necesario decirlo por primera vez desde que Berenice se alejó de mí.

----Flashback----

−Grace recuerda siempre esas palabras puede que pasemos por momentos difíciles pero, Dios siempre estará contigo para iluminar el camino.

−Grace, tu eres gracia y luz, siempre serás luz. No dejes que nuestra familia apague tu llama, pronto descubrirás las maravillosas cosas de las que eres capaz. Acuérdate eres como fuego-  al ver que no entiendo, piensa mejor sus palabras- eres como el fuego porque eres peligrosa, no te puede contener y no se debe jugar contigo.

−Para ser las últimas palabras antes de que alejes de mí, no son muy inspiradoras que digamos – dijo con algo de sarcasmo; la loca se va y en vez de decirme mmm  no se Te amo, volveré por ti, me dice este chorro de tonterías.

−No pretendo asustarte− dice tratando de calmarme− pero pronto esto tomara sentido, además el fuego no siempre están malo, es cierto que destruye pero de él pueden resurgir cosas mejores, sobre sus cenizas reconstruimos y nace lo mejor de lo que perdimos.

−Bueno ya me tengo que ir recuerda todo lo que te dije pero sobre todo que Te amo, más que mi propia vida, eres la hermanita que tanto quise y no tuve.

Fénix: El inicio (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora