Capítulo VII: Despertar de un sueño a la luz de una partida

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Annie les contó quién era exactamente Sayuri, a lo que les responde la chica lobo

- Una noche nevada nos encontramos a Brije cuidando de la pequeña muñeca, desde entonces hemos estado protegiendo a ambos. Este cuarto antes solo se encontraban rocas, pero desde que ella duerme aquí se ha llenado de flores, siempre supimos que ella debía ser muy importante, pero no pensamos que tanto-

- Mi nombre es Riex y el de mi hermanita es Reixa, desde que tenemos memoria los Lobos de estas montañas son han estado cuidando-

Annie le coloco el relicario en el cuello a la pequeña Sayuri, en ese mismo instante comenzaron a salir destellos de su cuerpo, las flores de la habitación empezaron a crecer más rápido, y después de tantos años La Diosa de los sueños por fin desp...

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Annie le coloco el relicario en el cuello a la pequeña Sayuri, en ese mismo instante comenzaron a salir destellos de su cuerpo, las flores de la habitación empezaron a crecer más rápido, y después de tantos años La Diosa de los sueños por fin despertaba de nuevo. Cundo sus ojos se posaron en su hermana mayor, sus lágrimas no dejaron de salir.

-Annie, cuanto tiempo sin verte- decía Sayuri con el rostro empapado de sus propias lágrimas- No sabes cantas noche he soñado con este día.

-Yo también te he extrañado mucho, mi pequeño ángel- decía Annie feliz por poder abrazar a su hermana -Pero no podemos quedarnos más tiempo aquí, tengo que llevarte a la escuela para seres mitológicos "Miqdoddied Academia", Ahí estarás más segura.

- Nosotros también iremos- Dijeron los gemelos lobos- Nosotros prometimos que siempre protegeríamos a Sayuri-

-Espera- Dijo Sayuri muy alarmada- no podemos irnos sin decirle nada a Fignir-

- ¿Quién es el Sayuri? -Pregunto Annie un poco confundida

-Es el Alfa mayor de la manada- respondió Reixa, a lo que dijo Riex

- ¿Cómo sabes tú de él? Estuviste todo el tiempo dormida-

-Cada noche el venía a mi habitación a narrarme todas sus historias, cómo cuando derrotó a las Arpías y cuando los recogió a ustedes. No se preocupen, también pude escuchar las de ustedes-

Brije que se encontraba en la habitación, salió volando muy apresurado, Sayuri corrió detrás de él, seguido de ella Annie y los dos gemelos. Su destino fue delante de Fignir que se encontraba en la sala al trono, bastante elegante para haber sido decorada por lobos.

-Sayuri, por fin despiertas- Dijo el líder de la manada de lobos demoniacos

-Padre, Sayuri se marcha, nosotros tenemos que irnos con ella, déjanos por favor- Dijo Riex mientras se arrodillaba delante de su padre, acto que también realizaron Reixa y las dos diosas de la oscuridad

-Ya no podré estar más con ustedes hijos míos, este es el momento que vivan su propia historia, desde el día que los recogí me volvieron el lobo más feliz del mundo. Pero antes que se marchen debo decirles esto, veo que se han comprometido en proteger a Sayuri, para lograrlo deberán volverse cada día más fuertes y para eso les permito conservar la Lanza del Destino, con ella estarán a salvo ustedes y podrán protegerla a ella- cuando termina de despedirse de sus preciados hijos se dirigió a Sayuri y le dijo- Pequeña siempre supe que tu presencia traería fortuna a estas tierras, gracias a las plantas medicinales que hiciste crecer pudimos hacer muchos antídotos y salvar la vida a muchos de los integrantes de esta manda. Por eso quiero entregarte esta pluma, es el tesoro que obtuve al proteger mi territorio de las arpías, aunque esa historia ya te la conté, pero no te dije cuáles son sus poderes- Fignir con la pluma, ahora en su hocico se dirigió a Sayuri y se la coloco como un broche en su cabello -siempre que la tengas ella incrementará en gran medida tus poderes, te permitirá surcar los cielos, te protegerá de cualquier ataque con un escudo de viento y podrás controlar el aire a voluntad. Espero que te sea de utilidad-

-Gracias, no tenías que preocuparte por mí de esa manera- dijo Sayuri muy apenada por el obsequio- Siempre que la utilicé me acordare de ti-

-Ya nos tenemos que marchar, nos están esperando- Comento Annie al darse cuenta que se estaban demorando demasiado

-Esta noche habrá una tormenta quédense y mañana partirán- Añadió Fignir preocupado por que les pasara algo

Esa noche la tormenta era la peor en décadas, cualquiera que intentar combatir con ella se las vería muy mal, A la mañana síguete no quedaban rastros de ninguna tormenta.

En la habitación donde se preparaban para la partida Annie y compañía, se apareció un lobo con la peor noticia, El líder Fignir había muerto a la edad de mil quinientos noventa y dos años. La habitación se llenó de sentimientos tormentosos, no querían afrontar la partida de alguien tan importante para ellos.

Ese mismo día le dieron un último adiós, rodeado de su manda y de las bellas flores de Sayuri acompañada de la hermosa voz de Annie hasta la Necrópolis. Aquel pequeño grupo tuvo que partir con el corazón roto por su partida, pero siempre adelante en su honor.

Annie the goddess of the calamity (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora