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Como lo imaginó, la primera noche fue horrible, quizás la peor experiencia de su vida.

– ¿Estás bien?– Le preguntó Felix al escucharlo bufar por centésima vez en lo que va de la noche.

Las celdas cerraron hace una hora, a las diez en punto todos tenían que estar en sus camas durmiendo para luego levantarse a las siete de la mañana. La vida de la prisión no parecía tan mala, claro, eso si no tienes numerosos pares de ojos encima tuyo, devorándote con la mirada.

En la cena, en el enorme comedor lleno de mesas y bancos, claramente se sentó con sus amigos. Se sentía apenado por ellos, está bien que hicieron cosas malas, al igual que él, pero ese no era el lugar para siete jóvenes, bueno, ocho sumando a Minho.

Minho . Aún no podía creer que esté ahí, que todos hayan caído es normal, pero él hizo un montón de cosas y nunca lo agarraron por lo que sabe. Estaba más que seguro que conocía a varios reclusos porque se juntaba con algunos o tuvo problemas con otros en el pasado, de una u otra forma conocía a bastantes allí dentro, eso imaginaba. 

Se apenaba por él, por su madre, su difunto padre, hasta por Felix. Por lo que le contó Chan, durante estos últimos dos años cambio mucho y para mejor, nunca se metió en una pelea porque no salía a buscarlos, sino que los evitaba.

Sinceramente, lo extrañó cada día desde que pisó el aeropuerto de Seúl para irse hasta este mismísimo momento. Nunca lo admitiría en voz alta, pero seguía queriéndolo y lo único que deseaba ahora era abrazarlo, pero solo tenía la mano de Felix colgada desde la litera de arriba para brindarle apoyo, así que la tomó para relajarse un poco y dormir tranquilo.

Notó que Minho dormía en la litera de la izquierda, pero estaba dándole la espalda. Se preguntaba si era una buena persona ahora así como le explicó Chan. Le deseaba lo mejor, porque después de salir de la prisión se olvidaría de él por completo, no podía seguir viendo al pasado, ya lo hizo durante dos años.

Los pensamientos rondaban en su cabeza todo el tiempo, estaba tan cansado de eso que quería arrancarse la mente para no pensar más.

Solamente esperaba que el tiempo pase lo más rápido posible, merece estar allí, pero nunca imaginó ser un recluso, no estaba en sus planes de vida.

Comenzó a llorar, soltó la mano de un Felix ya dormido y se tapaba los ojos para distraerse de sus pensamientos. Pudo hacerlo cuando sintió un peso a su lado.

– Ya no llores– Dijo Minho mientras se acostaba con él y lo abrazaba.






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Perdón por no actualizar, sinceramente la cuarentena me está afectando la imaginación más de lo que pensaba :( 

Espero que estén todos bien <3

tpa² [Minsung] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora