Capitulo 2

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Luego de varias citas amigables Dave jamás volvió a  llamarme, pero eso no importaba estaba más que nunca metida en mi trabajo. Cinco chicas, pero esta vez tenían entre 20 y 24 años, habían desaparecido en un plazo de quince días aproximadamente. La ciudad estaba asustada, ¿cómo podía ser que no encuentren a aquel perverso? Porque todos sospechaban que era la misma persona, aunque ni la policía, ni los forenses que realizaban las autopsias podían confirmarlo, aunque la única pista que tenían era un número de cuatro cifras en la muñeca de cada víctima, aunque siempre era diferente, pero tampoco sabían si tenía algún significado relevante o simplemente era algo que este maníaco hacía para distraerlos. Entre las víctimas no había ni siquiera coincidencias físicas, no había nada que las conectara, quizás a algunas sí pero a otras no y eso desconcertaba a los que investigaban el caso. Todas eran asfixiaban, pero este monstruo hacía un trabajo tan minucioso en "limpiar" cualquier tipo de evidencia que jamás se encontraba nada en absoluto. 

Mi celular sonó sacándome de mis pensamiento. -Hola.- Dije al teléfono.

-Hola, ¿Mora? Soy David.- Su voz penetrante hizo que me helara, quedé paralizada, aunque pude observar como Lucas me miraba muriendo de la risa. -¿Estas ahí?-

En ese momento me percaté de que estaba conteniendo la respiración, exalé intentando que David no escuche al otro lado, le saqué la lengua a Lucas que aún reía. -Sí, lo siento.- Comencé a decirle con una temblorosa voz. -Me tomaste por sorpresa.-

-Sí, lo siento. Te iba a llamar antes pero estuve muy ocupado, tenía mucho trabajo.- Sonaba sincero.

-Entiendo. Estas últimas semanas estuve repleta de trabajo.-

-Me imagino, con tantas niñas desaparecidas.-

-Sí, es lamentable que algo tan terrible me de trabajo.- Resoplé un poco frustrada.

-Sí, pero es como los médicos. A ellos muchas veces las cosas terribles les da trabajo, excepto bueno algúnos casos.-

-Sí, es el amor por la profesión.-  Bromeé.

-Bueno, en realidad no te llamaba para hablar de cosas terribles.- Comenzó a decir. -Si no, que te llamaba para invitarte esta noche a cenar.-

-Esta bien.- Dije con una sonrisa estúpida dibujada en mi rostro. Me pasó la dirección porque me negué a que me pase a buscar, la anoté y luego colgámos.

Lucas se acercó a mí sonriéndo. Él era mi único amigo, aunque yo nunca tenía ganas de salir ni hacer planes los fines de semana él siempre estaba conmigo cuando lo necesitaba. -¿Viste un fantasma?-

-No, estúpido.- Dije riendo.

-¿Entonces por qué te pusiste blanca como un papel?- Dijo aún riendo como si alguien hubiese contado el chiste más gracioso del mundo.

-Si te lo cuento no lo vas a creer.- Me puse a escribir algo en mi computadora mientras le hablaba.

-Vamos, contáme.- Insistió.

-Alguien me... invitó a salir.- Dije en intentándo sonar despreocupada.

-La antisocial Mora, ¿tiene una amiga?- Bromeó.

-JÁ- Dije con sarcásmo. -No, un chico me invitó a salir.-

-Ah.- Su expresión graciosa se borró. -Rodrigo dijo que tenémos que ir donde el forense dará la información del último cuerpo encontrado.- Cambió rápidamente de tema. Asentí un poco confundida, luego tomé mis cosas para salir con él. -Tenemos que salir ahora mismo.-

Al llegar el médico estaba a punto de comenzar. -El cuerpo de la mujer fue encontrado ayer por la mañana, pero al parecer fue asesinada hace mas o menos 72 horas. Jazmín, -Ese era el nombre de la chica fallecida.- fué asfixiada con las propias manos del asesino y luego no podemos determinar si ya muerta o cuando estaba agonizando el asesino se detuvo y la golpeó con...- El hombre tragó saliva y su expresión de frialdad que tenía siempre que daba los resultados de las autopsias se transformó en horror, tan así que todos los presentes sentímos su relato escalofriánte. Aclaró su voz y continuó. -La golpeó con un martillo en la cabeza varias veces. Es la muerte mas violenta que hemos visto de este criminal.- Suspiró mientras seguía leyendo una hoja que tenía en sus manos. -Nuevamente encontramos un número en su muñeca 0930.-

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