V.

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Una Bestia en el Qing Jing.

Luego de todo el lío ocurrido en el almuerzo, a los chicos no les quedaba otra opción que comerse aquella sopa extra picante, únicamente para no hacer llorar a su hermanita marcial. Pero se podía decir qué fue la peor tortura que pudieron sentir en sus cortas vidas.

Del comedor los únicos que salieron felices fueron obviamente Ning Yingying y la mota de pelo negro. Los demás tenían ojos llorosos, labios y lengua inflamados.

¨Uhm... Por sus caras veo que no les gustó mucho mi sopa... Y eso que procuré hacerla con mucho mimo. ¨ Fue directo a la olla para observar qué habían comido casi toda la sopa, incluso llegó a pensar que no había suficiente sopa para ofrecerle a su maestro. ¨Pero miren que han comido casi to-... ¿?¨

Revolvió aquel gran cucharón entre el poco caldo y verduras que quedaban al fondo, choco con algo que llamó su atención, los temas compañeros parecieron notar que la jovencita había encontrado algo por lo que se acercaron al ver.

Todos tenían su atención puesta en aquella olla por lo que nadie se dio cuenta cuando el cachorro salió caminando por la puerta muy alegre.

Cuando Ning Yingying tomó dicho objeto sacándolo con cuidado con ayuda del cucharón, nota que se trataba de un frasco de condimentos que tenía para cocinar, sorprendiéndose notablemente.

¨ Pero ¿Qué hace esto aquí? Debería de estar en la repisa. ¨ no tardo mucho en atar cabos al respecto, en solo instantes llega a voltearse a ver a sus hermanos de secta muy enojara. ¨ ¿Qué chicos? ¡Este tipo de bromas no son buenas, arruinaron lo que quedaba de sopa, ya no sirve para darle a Shizun! ¨

¨Pe-Pero shimei nosotros no...¨

¨! Nada de peros, no aceptaré excusas! Qué bueno que el perrito y yo agarramos sopa antes, y como castigo, tendrán que limpiar todo este desastre, y adicional a ello hacerle una buena comida a shizun. ¨ Menciona una muy enfadada Ning Yingying dándoles la espalda y se fue sin más, dejando a los chicos regañados y con baja moral.

¨Ming Fan en verdad ninguno de nosotros hizo nada...¨

¨ ¿Entonces cómo se explica lo que ha pasado? Porque dudo que nuestra shimei haga estas clases de bromas.¨

No fue necesario pensar mucho ya que todos estuvieron de acuerdo con él, jamás vieron alguna extraña intención de su pequeña hermana marcial en tales travesuras, siempre fue muy buena que ni bien tampoco mataría a una mosca. Sin encontrar respuestas a lo ocurrido con la sopa, los chicos sin m se resignaron, empezando a buscar limpiar la cocina y el comedor, no faltando mucho para que uno de sus compañeros llegase corriendo bastante exaltado.

¨ ¡Deténganse! ¡Tenemos terribles problemas! ¨

El escándalo que armó aquel chico sobresalto a todos los que estaban allí presente, quienes rápidamente voltearon a verle.

¿Esto podría empeorar más?

¨ ¿Ahora qué sucede? Vas a causarnos un susto de muerte. ¨ Reclamó Ming Fan quien casi que tiraba unos platos al suelo.

¨ ¡Es que es importante, el salón esta hecho un desastre! ¨

En ese momento, una corriente de aire frío cruzó la espina dorsal de todos los que escucharon tal calamidad. Ni cortos ni perezosos salieron corriendo al salón de estudio y ante la vista de ellos, estaba la escena más desastrosa de sus cortas vidas.

El salón estaba regado totalmente, ríos de tinta manchando todo a su paso, desde la mesa hasta el piso, pergaminos que habían caído siendo manchados de negro, algunos casi en su totalidad imposibilitando ver las escrituras en el mismo, múltiples huellas de patitas de cachorro por todos lados.

Criando a una Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora