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- ¿Por qué estas tan pensativo?

- No es nada solo, tonterías.

- Esas tonterías están haciendo que no me prestes atención y eso me enoja.

Seungmin sonrió mientras acariciaba las manos de changbin que rodeaban su cintura.

- Las cosas se van a poner difíciles ¿verdad?

Preguntaba el humano quien estaba sentado en el pasto, con su espalda recostada en un árbol y en medio de sus piernas algo recogidas se encontraba el hermoso vampiro dueño de su existencia.

- Algo así, pero tu no debes preocuparte por eso binnie, sabes que haré lo que sea para protegerte.

- Eso es precisamente lo que me preocupa minnie.
Si sufriste por cerca de diez años para evitar tomarme supuestamente por mi bien, no quiero imaginar lo que puedes hacer por mi.

- Lo que sea necesario...

Los dos se sumieron en un silencio hasta que seungmin se giró para quedar en frente del humano mientras lo miraba a los ojos.

- Si te dijera que no volvieras a Corea, que te quedaras en otro lugar por un tiempo.. ¿lo harías?

Los ojos de seungmin emitían un aura de suplica y changbin lo miró sabiendo que algo muy malo pasaba.

- No, sabes que no me voy a alejar de ti.

- Pero binnie..

- Seungmin-ah ya hablamos de esto.

Changbin tomó el rostro helado de su pareja mientras acercó su boca a la contraria

- Si algo pasa, quiero estar a tu lado.. y si pasa, nos pasará a los dos ¿entiendes?

Susurró el humano para después besar apasionadamente al vampiro, quien solo se dejó llevar subiéndose en el regazo de changbin y besándolo con amor y deseo.

- Será mejor que vayamos a la recamara, no quiero que nadie vea lo que es mío.

Dijo el más bajo levantándose para tomar la mano de seungmin quien sonreía tontamente al escuchar como el mortal lo llamaba suyo, mientras los dos se dirigían a la recamara que compartían.

--♧--

- ¿Cómo te estas sintiendo?

- Estoy bien.

- ¿Seguro?, ¿no has tenido fiebre o algo así?

- Sung, debes calmarte, estoy bien.

- No me pidas que me calme, no es como si pudiese hacerlo minho.

El humano se acercó al vampiro quien estaba sentado en el sofá de la habitación

. ¿Por qué estas tan alterado últimamente? ¿no piensas contarme?

- No es nada...

El vampiro vio como minho se sentaba pegando su cuerpo al suyo y recostando su cabeza en el cuello del inmortal.

- Enserio, ¿no te has sentido mal?, no te duele o has tenido algún sin...

- Sunggie basta, enserio me preocupas.

- Minho...

- Te prometo que si me siento mal te diré, pero deja de tratarme con un bebé, se cuidarme solo.

Jisung tomó el mentón de minho obligándolo a mirarlo

- Eres lo mas importante en mi vida minho, eres lo único que evita que me vuelva loco y vaya a Corea y mate a ese hijo de puta... eres lo único que tengo que es mio, no me pidas que no me preocupe por ti.

Minho miraba los ojos llenos desesperación del vampiro y se preguntaba en que momento jisung empezó a llamarlo suyo

Cuando todo empezó, jisung supo que minho era su posesión pero no quiso reclamarlo debido a que su pareja era felix.
Minho desde que lo conoció sintió esa conexión con el vampiro, pero en ese momento él y chan tenían una relaciona "perfecta"
Se amaban.
Chan había cuidado de minho desde muy jóvenes y minho siempre había sido un dolor de cabeza para el mayor, debido a sus pocas ganas de vivir, debido a su falta de amor a seguir luchando.

Minho se metía en peleas, bebía y fumaba como loco y era el rubio mayor quien lo sacaba de todos los problemas, su familia adinerada jamás se preocupó por él, así que hacia lo que quería, eso lo llevó a empeorar su estado, una anomalía pulmonar sin aparente cura.. Algo que los medico condicionaban a acabar con su vida y la razón por la cual minho vivía al extremo cada día.
Pero después de que llegó al instituto obligado por sus padres y por chan quien también tenia que ir allí, fue en donde algo cambio su vida.

Un día se encontraba fumando en uno de los jardines posteriores de las aulas en horas de clase, estaba solo, nadie lo molestaría por llevar su cuarto cigarrillo en menos de una hora.
Pero una mano tomó el cigarrillo dejándolo caer al suelo y pisándolo, minho se levantó con notoria molestia para encontrarse de frente con el presidente del club de matemáticas el millonario Han jisung.

- No debes fumar aquí, esta prohibido.

Fue lo único que dijo el más bajo a el humano, pero fue la mirada lo que hizo que minho sintiera estallar algo dentro de si.
Jisung lo miraba fijo, sin miedo y con algo de coquetería, minho sacudió su cabeza para volver en si, pues por un momento sintió ganas de devorar a ese chico.

Después de ese encuentro le siguieron muchos cortos y lejanos, se veían en los pasillos en los ventanales e inclusive en las aulas en donde a veces jisung entraba por una que otra cosa.
El día en que chan se enteró de que era la posesión de jeongin su mundo se fue abajo, si bien ya le había contado la verdad sobre la existencia de los vampiros, eso solo había empeorado sus ganas de morir, porque si no era chan la única persona que lo había mantenido vivo hasta ahora, ¿para que vivir?

Los coqueteos entre minho y jisung seguían y el humano estaba en constante alerta, ya que el vampiro aparecía de la nada solo para pasar por su lado mirarlo y desaparecer, sin olvidarse de sonreírle de esa manera en la que ponía el corazón de minho a correr.
Pero entonces, chan fue tomado en contra de su voluntad y definitivamente minho sintió que era mejor acabar con todo.
Fue a un bar en donde bebió hasta que ya no podía ni abrir casi sus ojos y después de llegar a ese estado, decidió montarse a su coche ultimo modelo y manejar hasta que ya no pudiese más, hasta que el alcohol hiciera lo suyo.
Y cuando vio el lugar y sintió que era el momento, soltó el volante y cerro los ojos.

Pero el golpe en seco solo hizo que se golpeara contra el volante haciéndole sangrar la frente y cuando levantó la mirada lo vio.
Era jisung con sus dos manos deteniendo el coche y con una mirada de furia instaurada en sus ojos.
Jisung abrió la puerta lo tomó del cuello y lo empujo contra el coche.

- ¿Qué mierdas te pasa minho? ¿acaso estas demente?

Minho no sabia razonar, aún en shock, solo pudo ponerse a llorar como un niño. un niño grande al cual le faltaban ganas de seguir jugando en este juego llamado vida.

Minho se deslizó hasta sentarse en el piso mientras jisung se sentaba frente a él, habiéndole soltado el cuello.

- ¿Por qué no me dejas morir? ¿Por qué paraste el coche?

Y fue en ese momento en el que jisung tomó con sus manos enguantadas el rostro del humano para mirarlo a los ojos llenos de lagrimas.

- Porque eres mío.
Y mientras seas mío, no dejaré que nada te pase, ¿me entiendes?

Después de ese día, jisung se encargaba de cuidar cada movimiento que hacia minho, si lo veía fumando apagaba sus cigarrillos así el humano se molestara.
Si iba a beber jisung lo sacaba de allí por medio del susurro, así que cuando minho volvía en si ya se encontraba en su cama arropado y con jisung cuidándolo desde el sofá o la ventana.

Pero minho también sentía esas ganas inmensas de estar con el vampiro día y noche, se levantaba y pensaba en él, se acostaba y pensaba en él y cuando lo veía sentía ganas de abalanzarse sobre él y besarlo hasta que su respiración se detuviera.
Por que después de conocer a jisung, minho supo que solo quería morir, pero morir besándolo y para eso tendría que vivir.

PACTO♧hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora