Shh... No hagas ruido~

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* Esta historia es un proyecto en conjunto con InvaPineDil El crédito también le pertenece a ella, pues me ayudó con la idea base ❤️

* Recuerden que es un AU humano~

* Lo dividiré en dos partes, primero será el Leotello y después el Raphangelo~

* Apóyennos a ambas por igual 💕

———(Narrador omnisciente)———

El sol había salido por fin y pintó los edificios de la ciudad de un color naranja muy hermoso, la brisa helada de la mañana acarició las calles, los adultos comenzaban a salir de sus hogares con más ánimos de lo normal pues por fin era Viernes, el tráfico rápidamente comenzó a acumularse en las carreteras, los transportes públicos se llenaron y el parloteo de cientos de personas y niños comenzó a llenar las avenidas de Nueva York, parecía que ese día pasaría rápido y sería muy relajado... Pero un hombre muy atractivo no estaba muy calmado, pues sabía que su integridad física corría peligro por justamente ser el fin de semana.

Un taxi se estacionó delante de un alto y lujoso edificio, de el salió un tipo esbelto de llamativos ojos rojos, tenía un cabello morado largo que se encontraba recogido perfectamente hacia atrás y vestía un elegante traje negro con una corbata que hacía juego con su cabellera, pero lo que más llamaba la atención sobre su apariencia era su rostro y cuerpo de facciones finas, mostraba rasgos un tanto delicados que lo hacían ser el interés romántico de ambos géneros.

Donatello dió pasos largos para llegar al lugar con rapidez, pues ser impuntual no era algo que le agradase, tanto que fue de los primeros en llegar a la empresa a la cuál le había dedicado 5 años de su vida, esta se especializaba en finanzas y por eso los empleados tenían demasiado trabajo todo el tiempo, el esbelto era sumamente hábil y organizado, por ello se ganó el puesto de asistente personal de Leonardo Hamato, el dueño de todo el negocio, aquel cargo tan importante le fue heredado por su padre, pero no por ello no se esforzó por demostrar que ese trabajo era a lo que quería dedicarle su vida.

Leo era una gran persona con grandes aspiraciones y eso lo demostraba cada día, gracias a ello sus trabajadores le eran fieles en todo momento y, sin lugar a dudas, también era alguien sumamente apuesto, sus facciones asiáticas eran cautivadoras y su estado físico dejaba sin aliento a quien fuera que lo viera, su cabello azul siempre recogido hacia atrás lo hacían ver tan formal y dominante que realmente nadie cuestionaba si era un buen jefe, ya que siempre demostró ser un excelente líder en cada aspecto posible.

Y, cómo aquel típico cliché de película romántica, fue inevitable para Donnie el no fijarse en su superior, aunque la relación de ambos era muy estable, estrictamente profesional y siempre se trataban con respeto y educación... O eso es lo que pensaban los demás empleados.

(...)

Al dejar un portafolio sobre su escritorio, el de ojos rojos se dirigió a pasos lentos hacia el baño, debía refrescarse el rostro pues sentía demasiados nervios... Pues no sabía lo que le pasaría ese día al estar a solas con el mayor.

Leonardo era muy bueno con él, siempre le decía lo mucho que lo ayudaba al tener esa actitud tan calmada y responsable ante cualquier situación y, al recibir esas palabras tan sinceras y cálidas, a Donatello se le aceleraba el corazón cómo si le fuera a estallar... Esa sensación de emoción nada ético había estado en la mente del esbelto por dos años enteros y cada vez se le hacía más difícil controlar sus impulsos, lo que obviamente no era algo práctico ni adecuado.

Secreto de Oficina (TMNT AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora