Capítulo 16

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A pesar de no querer irme, el cielo hacía mucho que había oscurecido.

- Ya es muy tarde - le dije a Lara mientras ella asentía algo descontenta porque era hora de que me fuera a casa la realidad es que hacía mucho que no me reía tanto.

- ¿Te llevo a tu casa? - preguntó Hero mientras yo miraba a Lara. Si, era una cobarde pero Hero era atractivo y simpático y yo no me sentía bien, ellos veían solo la cascara de _______ , lo de adentro aún seguía recluido, herido e indefenso. Aún seguía queriendo a Boggi y odiándome por ello.

- Perfecto, tu la llevas y yo le ayudo a mamá a recoger - propuso Lara mientras yo la miraba con los ojos entrecerrados.

Hero condujo la Explorer hasta mi casa, los primeros minutos fueron en silencio más bien debido a mi timidez.

- Y bien, ¿algo qué me cuentes sobre mi hermana?, algo que sirva como soborno me vendría bien - dijo Hero sonriendo.

- Le gusta Emilio el editor del periódico de la escuela, es un chico muy simpático y a él también le gusta - le dije, sintiéndome un poquito chismosa, bien, se lo merecía por mandarme a solas con su hermano, además no es como si ella pudiera negarlo, cada vez Emilio lograba acercarse más.

En vez de burlarse, Hero solo sonrió.

- Me alegro - murmuró mientras yo sonreí igual.

- También yo - le contesté.

De nuevo hubo un silencio de varios minutos.

- ¿Y a ti te gusta alguien? - preguntó Hero mientras yo miraba por la ventana.

- Si, pero para que sea algo bueno deben de ser dos, ¿o no? - susurré sin girarme hacia él.

- Que lástima… por él  - dijo al fin haciéndome reír.

- Un gran cumplido pero innecesario, no soy la reina de la escuela o algo así - admití.

- ¿Y a quien diablos le importa?, la verdad está en el mundo real, detrás de las porristas y los equipos de debate, todos somos solo personas, y tú eres una persona bella e interesante - replicó Hero antes de aparcar frente a mi casa.

Lo miré creyendo cada una de sus palabras por un segundo, era imposible no creerle a sus ojos.

- Gracias por traerme - murmuré mientras el sonreía y me quitaba un mechón de cabello del rostro.

- Espero verte de nuevo antes de irme, tal vez podríamos hablar más, cuando vivía aquí casi nunca lo hicimos - explicó Hero, pensaba en una respuesta justo antes de verlo fruncir el seño.

- ¿Quién es? -, preguntó Hero mirando hacia mi casa. Me giré deseando que no fuera quien yo pensaba.

Boggi nos miraba a solo unos pasos del porche. No contesté a la pregunta de Hero y él no insistió, bajó de la camioneta y abrió mi puerta para ayudarme a hacer lo mismo.

- Gracias - murmuré de nuevo mientras él echaba otro vistazo hasta el chico malhumorado (Bogdan) que nos observaba a cierta distancia.

- ¿No tendrás problemas? - preguntó Hero y yo solo sonreí sin humor, no más que los ya había tenido.

- No, no te preocupes, estoy en casa - le susurré antes que él asintiera y subiera a la camioneta, alejándose lentamente como si aún no estuviera completamente convencido que fuera buena idea dejarme a solas con Bogdan.

- ¿Por qué no solo puedes dejarme en paz? - murmuré cuando Boggi caminó hacia mí, él negó, acercándose todavía más, yo ya no tenia fuerzas para alejarme, ya no entendía nada. Tomó mis brazos, sin presionar, solo para sentir el calor de sus manos a través de mi blusa.

- No quiero - dijo en voz baja, dolida.

- Bogdan no se por que te comportas así - admití bajando la mirada hacía su camisa arrugada.

- ¿No lo sabes?, odio verte tomándole fotos al idiota de Emilio, odio ver que otro se despida de ti, ni siquiera sé quién es ese… me muero de celos, si era lo que querías conseguir, lo hiciste, lo hiciste - murmuró antes de unir nuestros labios, tan rápido que solo fui consciente del movimiento cuando su boca rozaba la mía, a pesar de sus palabras y el tono de su voz, su beso era delicado, lento, casi perfecto, mi estomago dio un vuelco, las lombrices se movieron, aún dudosas, sus manos subieron a mi rostro mientras me acariciaba la piel de mis mejillas, me di cuenta que estaba llorando pero él no desistió… y yo tampoco, pues no eran lagrimas de rabia o dolor, eran lagrimas de rendición, mi cuerpo no tenia nada que hacer cuando el suyo estaba cerca, culpen al corazón.

Me abrazó mientras yo me sostenía de sus hombros.

¿Cómo luchas contra eso?

Ni siquiera ya mi mente podía argumentar que él no me quisiera, esto era diferente, él era diferente, y eso imposibilitaba más pensamientos.

- Te quiero ______, te quiero - murmuró contra mis labios, antes de volver a besarme, esta vez no correspondí el beso consciente de esas ultimas palabras, se alejó después de unos segundos después, cuando por fin alcé mis ojos a los suyos, su mirada era vidriosa, sus ojos anegados de lagrimas sin derramar.

Sin Amor || [ Bogdan Gnatovich ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora