𝑡𝑟𝑜𝑖𝑠

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— Joder, JooHyun... — la morena gimió en voz baja, queriendo amortiguar aquellos obscenos sonidos contra su almohada blanca, quien era su mayor testigo del deseo constante que poseía por esa preciosa pelinegra.

Y allí estaba, tocándose a sí misma mientras en su cabeza yacía la figura de la mujer que se había instalado en sus pensamientos casi en cuestión de segundos. La deseaba, deseaba tocarla, deseaba que el sudor que recorría su nuca se mezclase con el de la chica, quería susurrarle al oído todas las cosas sucias que le haría, cómo la tocaría, cómo la besaría, cómo la marcaría.

Sus piernas temblaron y sus muslos presionaron la mano que hace unos momentos ejercía movimientos rápidos, generando aquel placentero cosquilleo en su glande, que ahora se encontraba palpitante, al igual que todo su miembro, deseoso de que fuese otra mano quien lo estimulara. Sin más, cayó en un profundo sueño, uno pacífico, dejándole descansar aquella noche de domingo.

 Sin más, cayó en un profundo sueño, uno pacífico, dejándole descansar aquella noche de domingo

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— Muy bien, YeRim. Estoy muy sorprendida, mejoraste muchísimo, estoy orgullosísima de tí. — la sonrisa de JooHyun era amplia luego de haber corregido el examen de la pequeña, en la semana la niña de cabellos rubios no había causado ningún tipo de problema, y el orgullo había crecido enormemente en el pecho de la pelinegra, quien le tenía un cariño especial.

Era su contacto directo con Kang SeulGi.

— Yeri, cariño, ¿tienes idea si tu madre puede venir hoy? Aún debo charlar sobre algunas cuestiones con ella. — la menor se encogió de hombros y soltó una risita, guiñándole un ojo a su maestra, por supuesto que sabía que entre ellas había algo, pero no quería indagar sobre ello.

Un mensaje de un número desconocido llegó al celular de SeulGi, algo inesperado, pero se tranquilizó al observar el nombre del emisor, en éste caso, emisora.

Número desconocido: Hola!! Soy la maestra Bae, me preguntaba si puedes venir a la escuela, quisiera hablar contigo sobre Yeri, en quince minutos los niños salen de recreo y yo voy a la oficina, espero que puedas venir 😄

JooHyun se había tomado el tiempo de revisar los papeleríos en dirección, llegando hasta los de YeRim, de donde sacó el número de la pelirroja, no sabía si eso era correcto pero sentía que las ganas de verla eran una causa mayor.

La felicidad invadió el pecho de la morena tras el mensaje. No habían pasado ni cinco minutos y ella ya estaba en el auto, acelerando el motor, quería llegar a la escuela lo más rápido posible, por fin vería nuevamente a la dueña de sus sueños y de sus más profundas fantasías.

Mientras tanto, JooHyun sonreía embobada en plena clase, imaginándose varias situaciones.

SeulGi... SeulGi follándola en la oficina, contra el escritorio, tratando de mantener el silencio para no ser descubiertas.

O SeulGi otra vez, pero ésta vez teniéndola contra la pared, aprisionada, besándole el cuello y recorriendo su piel con la yema de los dedos.

O... SeulGi... En la cocina, en la cama, en el auto, en un sitio público... 

¡Ring! La campana del recreo.

— Recuerden hacer la tarea para mañana, que no les cuesta nada, ¿hm? Tengan buen día, mis niños. — la pelinegra sonrió y caminó con su bolso hacia la oficina, resonando sus tacones en los pasillos, bajando un poco su falda para cubrir más de sus muslos, hasta sentir que chocaba con un cuerpo fuerte y alto en la puerta de su destino.

— Hola, señorita Bae. Aquí estoy, a horario. — no hizo falta más nada para reconocer de quién era ese cuerpo, por lo que hizo un ademán con su mano y se metió a la oficina con la mayor. — ¿Sobre qué necesita hablar, señorita?

— Bueno... En realidad... Quería verte, SeulGi. — por fin su mirada se alzó, encontrándose con los penetrantes ojos rasgados de la mujer, su mirada era profunda, oscura, le causaba escalofríos.

No hablaron más, sólo se dedicaron a mirarse mientras ambas se acercaban la una a la otra, a paso lento, ignorando el gentilicio detrás de la puerta, ignorando el insoportable "tic toc" del reloj. La morena se posicionó justo contra la espalda de JooHyun, acercando su rostro hasta rozar su cálida respiración contra la tersa piel ajena, más específicamente, la piel de su cuello.

Una de sus manos sostuvo su cadera, bajando lenta y peligrosamente, recorriendo la tela de la falda que tanto anhelaba arrancar, finalmente llegando a la piel desnuda de su muslo, del cual la sostuvo cuando se sentó en la silla, así pudiendo impulsarla para dejarla sobre su regazo, y apoyando el mentón en su hombro para poder observar su escote desde arriba.

— ¿Así que querías verme? — SeulGi susurró en su oído, sintiendo cómo la piel bajo su mano se erizaba, podía jurar que eso le había dado escalofríos a la menor, y le enorgullecía por completo poder tenerla así de expuesta. Siguió masajeando, lento y preciso, desplazando sus dedos arriba y abajo por toda la blanca piel.

— S-sí... Quería verte, yo... Me quedé bastante pensativa luego de la vez esa en el auto, y con pensativa me refiero a que pensé muchísimo en tí...

La mano escaló, levantando la falda con sutileza y encargándose de separar las piernas de la chica sobre su regazo, riendo de manera ronca, con los dedos tentando el interior de sus piernas, ardiendo por el deseo de algo más.

— Pero qué niña más mala eres, Hyun. Pensando en mí, deseándome, ¿o me equivoco? Pero tranquila, no eres la única, te aseguro que éste maldito cuerpo que tienes estuvo torturándome la cabeza, todos los días.

Besó su cuello, húmedamente, el calor ya era insoportable, no veían la hora de quitarse toda la ropa y desquitarse en el primer mueble que se topasen por delante.

— Fóllame, Kang... — las cejas de la nombrada se alzaron en sorpresa, le había tomado desprevenida, pero aquellas palabras encendieron algo que ella jamás creyó que tendría dentro.

Un deseo profundo, algo más que simples ganas de hacerlo con ella.

— Quítate la ropa, te quiero boca abajo contra el escritorio.

El juego, ya había comenzado. Ambas estaban jodidas por la otra, ya no había vuelta atrás e iban a hacerlo en aquella estrecha oficina.

ok, ésto es algo que estuve pensando bastante pero soy medio tonta para elegir entonces necesito la ayuda de ustedes

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ok, ésto es algo que estuve pensando bastante pero soy medio tonta para elegir entonces necesito la ayuda de ustedes. prefieren a seulgi con pito o seulgi sin pito??? hace mucho no escribo g!p, pero supongo yo que tendría un poco de sentido con la trama, si a la otaku le gusta que le digan papi, pero no sé. ustedes díganme 🌷

se vienen nuevas historias seulrene, si quieren pueden dejarme qué quieren leer, si más sexo, algo tierno, algo triste, lo que sea, los voy a tomar en cuenta, pichones

I'm Yer DadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora