Narra Vegetta:
Después de huir junto con Luzu de la boda llegamos a mi casa, después de entrar prendí las torretas para que nadie más entrara, mi amigo me acompañó en silencio hasta mi habitación, ahí me acosté y tapando mi cara empecé a llorar.
—¿Por qué lo hizo?— susurré.
—Porque le gusta ser imbécil, no sabe valorar lo que tiene— contestó con enojo.
Sentí que alguien me quitaba los zapatos, era Luzu quien lo hacía. Después de dejarlos a un lado de la cama procedió a quitarme el cinturón y el saco, en otro momento creo que me hubiera puesto nervioso y lo cuestionaría pero como si leyera mis pensamientos mencionó.
—Lo mejor es que duermas un rato, deja que te quite esto para que duermas más cómodo—.
Dejé que lo hiciera, a mí no me importaba en lo absoluto si dormiría bien o mal... De todas maneras mi corazón ya estaba roto. Cuando terminó se acostó a mi lado luego de quitarse también el saco, nos quedamos unos segundos en silencio mirando el techo.
—Debí imaginarmelo... Él sólo decía que lo hacía por una apuesta con Fargan... En realidad quería pensar que esa solo era una tonta excusa porque no podía declarar sus sentimientos— mencioné con una voz apagada.
—Bueno Vegettita, él no te merece— se volteó de lado mirándome —Tú mereces a alguien que grite a los cuatro vientos cuánto te ama, que esté contigo cuando te sientas solo en tu gran mansión, que soporte tu loca obsesión por la simetría— dice lo último para hacerme reír y lo logra —pero sobre todo...— acaricia mi mejilla —que te acompañe en cada aventura por toda la vida—.
Algo dentro de mi estómago brinca cuando me dedica esa dulce sonrisa. Ya no parece ser el Evil Luzu que me dedicaba bromas y yo le regresaba, estaba ahí en todo su esplendor mi amigo por años.
—Gracias Luzu— agradecí con lágrimas en los ojos.
—Ahora— se levanta —duerme un poco, yo estaré abajo en la sala por si me necesitas—.
Asiento y él baja. Yo me acuesto de lado dispuesto a dormirme, pero... Tengo miedo... Me aterra la idea de quedarme solo y aún sabiendo que Luzu se encuentra abajo no dejo de sentir el terror de la soledad. Llamo a Luzu por el comunicador de los dioses y entonces llega.
—¿Qué pasa Vegettita?— pregunta con amabilidad.
—Eh... En realidad... Pensé que tal ves el piso de abajo es muy frío, y como mi cuarto tiene calefacción podrías quedarte a descansar aquí, claro a menos que quieras congelarte, lo que prefieras— hablé nervioso.
Él solo rio un poco para después acostarse a mi lado. Parece que entendió muy bien a lo que me refería.
—Si querías que no te dejara solo sólo tenías que pedírmelo, somos amigos y tenemos confianza.— aclaró.
—Lo sé— me acerqué más a él —ahora abrázame—pedí con tranquilidad y miedo a ser rechazado.
Luzu me envolvió en sus brazos y yo me dejé resguardar en ellos. Con Rubén y las otras chicas con las que he salido siempre fue distinto, yo los abrazaba a ellos, era algo que todos suponían por siempre llevar esa fachada de autoridad con tener mi isla flotante. Pero el estar yo envuelto en unos cálidos brazos como los de Luzu se sentía bastante bien, aunque la gente no lo crea por mi reputación, yo también tengo inseguridades que parecen alejarse con este abrazo.
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Luzugetta Week
FanfictionEn la primera parte menciono algunas aclaraciones, contribución al hastag principalmente en Twitter, me puedes encontrar como "LaDelCabelloAzul"