Un sueño cumplido

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Resubiendo Ars Amatoria

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Desde el lugar donde Bardo estaba parado, sintiéndolo increíblemente alto a lo largo de las ruinas de lo que fue una torre de vigilancia, los hombres estaban trabajando sin descanso para reconstruir la ciudad de Valle. Incluso desde su posición elevada pudo ver el trabajo que estaban realizando los hombres más adelante, podía incluso ver el vapor de las respiraciones y la determinación que guerreaba contra el agotamiento, ya que trabajaban para recuperar lo que antes había pertenecido a sus antepasados. El gélido viento contra su cara no hizo nada para disminuir el fuego que sentía en el pecho; el orgullo y dolor al ver a su gente trabajar juntos para construir una nueva ciudad, una nueva vida, una nueva... 


"Cuando mueras, mantendré tu recuerdo en mi corazón" 


La declaración, aunque no del todo sorprendente en su inapropiada solemnidad, causó que Bardo alzara la vista desde donde había estado tan intensamente enfocado. "¿Cómo?" Bardo ladeó la cabeza mientras miraba al elfo a su lado, haciendo todo lo posible por recorrer la línea entre la confusión, la molestia y el respeto. Fue un acto de equilibrio que había dominado en sus meses de lidiar con un rey tan impredecible.


Junto a él, Thranduil se mantuvo de pie y recto, con las manos entrelazadas a la espalda y el mentón en alto, un contraste directo con el recargamiento ocasional de Bardo contra la pared. Al comienzo de su relación de amantes, Bardo había intentado copiar la postura orgullosa del rey élfico, intentando asegurarse de que los elfos supieran que los hombres, aunque no tan viejos, ni tan bien entrenados, debían ser vistos como un reino legítimo que sea respetado y digno de la amistad de los elfos.


"Dije, cuando mueras, mantendré tu recuerdo en mi corazón."


"Yo... te oí, mi Señor. Me temo que lo que quería decir era que no entendía."


Thranduil siempre parecía ser de piedra, tallada directamente de algo más suave que el mármol, pero menos propenso a romperse. Su boca y ojos podían moverse pero su mandíbula siempre recta, pómulos arqueados y las expresiones limitadas que eligió como espectáculo para el mundo. Cambian de manera fácil y sutilmente con sólo los cambios más débiles, como por ejemplo: cuando está con él o con su hijo legolas, muestra amor, tristeza, cariño, y protección. En cambio con los demás siempre usa su máscara de frialdad, su sonrisa solo es dirigida a sus seres queridos o sus elfos más leales.


"Simplemente quería decir," continuó Thranduil, su molestia obvia a través de sus palabras mordidas a cabo, "que cuando tu muy corta vida este completa, yo te recordaré con cariño."


"Yo también te recordaré con cariño, mi rey" dijo sonriendo con picardía, le era difícil hacer que thranduil le dijese algo cariñoso, después de todo ellos ya no eran unos niños, ya eran adultos con muchas responsabilidades, guerreros y también padres. Aunque su relación no necesita palabras para demostrarse su amor.


"¿Cuándo pensarás sobre mí con cariño? En algún momento dejarás este mundo, tu eres un mortal" 


"Quiero decir, que cuando no estás a mi alrededor, yo... siempre pienso en ti con cariño." Demonios, había perdido, su intención era burlarse un rato de thranduil, hacer que le dijese lo mucho que lo ama pero no pensó que él mismo caería en su propio juego.


"¿A menudo piensas con tal entusiasmo cuando no estoy en tu presencia?"


Me preguntó mientras se acercaba más a mí hasta acorralarme contra la pared, para luego regalarme una de sus sonrisas más encantadoras y atractivas.


No pude evitar besarlo con desesperación, desde que acabó la guerra empezamos nuestra relación, tanto el reino élfico como el de los humanos lo acepto con mucha felicidad. Semanas después los elfos decidieron ayudarnos a reconstruir la ciudad de valle y durante meses no tuvimos tiempo de gozar nuestra relación más que para unos cuantos besos.


Un nuevo beso dio inicio a un juego desenfrenado entre nuestras lenguas para abarcar cada una de los lados de la boca del otro. El primer beso que nos dábamos con tanta pasión desde hace meses, en ese momento no me importaba nada más que disfrutar del momento, de saborear la boca del otro, de pertenecerle nuevamente. 


Thranduil se reincorporó y comenzó a quitarme la ropa con desesperación, mientras yo hacía lo mismo. Se puso detrás de mí y empezó a deslizar dos de sus dedos sobre la tira de tela que cubría mi trasero para después ir pasando a mi cintura, para después arrodillarse ante mí y bajar completamente la tela empezando así a acariciar ligeramente la misma zona que segundos antes rozaban sus largos dedos. Mi pene estaba llegando ya a sus dimensiones de guerra y unos cuantos centímetros de mi tronco asomaban repletos de líquido pre seminal.


Se acercó a mí, pasó sus dedos por mi cintura sin dejar de acariciar levemente mi glande, mientras que con su otra mano acabo de jugar con el agujero entre mis nalgas y la dirigió hacia mis testículos donde empezó a acariciarlos.


A pesar que el placer embargaba cada centímetro de mi cuerpo, logre quitarle la última prenda que cubría su cuerpo, liberando así a su pene, totalmente erecto medía casi veintisiete centímetros en erección, y unos testículos perfectamente rasurados de un tamaño más que considerable.


No pude resistir la tentación. Me incorporé como un autómata y me arrodillé frente a ese falo maravilloso. Deseaba ese pedazo de carne llenando mi boca y lo quería ya. Lo empuje hasta recargarlo contra la pared, empezando así a engullir ese gran trozo de carne como si la vida se me fuera en eso.


Me dolían las comisuras de los labios mientras su polla continuaba creciendo sin parar dentro de mi boca, no me importaba, pero quería sentirlo dentro de mí llenando y dando en ese punto dulce. Mi sangre hervía con cada convulsión de mi cuerpo, mi boca estaba totalmente dolorida cada que intentaba tragar un nuevo milímetro del pene de Thranduil.


Después de varios minutos así, me puso en cuatro y comenzó a lamer mi agujero mientras metía dos dedos en él, sus dedos entraban y salían llenándome de placer, lo necesito dentro.


"¡Quiero que me folles, quiero sentirte!" y así lo hizo entró de una sola estocada sacándome un grito de placer, agradeciendo en mi mente que la torre está lo suficientemente lejos para que nadie pueda escuchar mis gritos. Su pene no paraba de golpear ese punto logrando que gritase como loco pidiendo por más.


Al cabo de una hora ambos nos corrimos, manchando mi propio abdomen y el suelo mientras thranduil me llenaba con su esencia. Thranduil salió de mi interior sacándome un gemido de placer, para luego voltearme y sentarme en su regazo para iniciar un beso demandante hasta dejarnos casi sin aire en los pulmones. Nos separamos y nos observamos con grandes sonrisas por varios minutos mientras nos dábamos pequeños besos hasta que finalmente me dijo:


"Melinyel" con una enorme sonrisa me beso. "Se mi reina" lo quedé observando con asombro, me acaba de proponer matrimonio.


"Yo te amo más." Lo besé con mucha pasión y le dije: "Claro que seré tu rey." Nos besamos entre risas, hasta que Thranduil volvió a penetrarme logrando que yo lo montara.




Edad mediaWhere stories live. Discover now